Los casos de silicosis se disparan en la Región tras el boom de las encimeras de cuarzo

El ‘boom’ del uso de encimeras de cuarzo estaría detrás del repunte de los casos de silicosis en los últimos años, un problema creciente del que han comenzado a alertar los neumólogos.

La silicosis es una enfermedad pulmonar causada por la inhalación de grandes cantidades de partículas de sílice. En la Región de Murcia estas altas concentraciones se encuentran, principalmente, en la industria de la marmolería, ya que es donde más se trabaja el cuarzo, un mineral formado por sílice que se caracteriza por su gran dureza y resistencia.

En estos momentos, sólo en el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia se está haciendo seguimiento a más de medio centenar de pacientes con silicosis, con un aumento considerable de los diagnósticos en los últimos años, según indican los especialistas.

El Instituto Nacional de Silicosis (INS) acaba de publicar la memoria de 2023, en la que queda reflejado que la mayoría de los casos notificados se concentran en las comunidades del norte peninsular, ya que es donde existe una mayor asentamiento de la minería, principal origen de esta enfermedad.

En ese informe la Región de Murcia apenas tiene presencia, ya que de los 224 casos de silicosis notificados el pasado año 2023 en España al INS sólo uno es de nuestro territorio. El afectado, en esta ocasión, es un trabajador en activo diagnosticado con neumoconiosis simple del sector de marmolerías y con una historia laboral de exposición de riesgo de 28 años.

Estas memorias recogen que en la última década les han sido notificados tres casos en la Región: en 2023, 2021 y 2015.

La mayoría de casos, sin notificar

Sin embargo, «estos datos no muestran la realidad de la silicosis en nuestra Región», según explica el neumólogo del Hospital Virgen de la Arrixaca y responsable de la Unidad Multidisciplinar Especializada de Enfermedades Pulmonares Intersticiales Difusas, José Antonio Ros, quien afirma que la mayoría de los casos no se notifican al INS, a lo que se une que tampoco está considerada una enfermedad de declaración obligatoria (EDO) ni se lleva un registro desde Salud Pública, «pero en nuestra área de salud hay muchísimos».

Actualmente, la Arrixaca tiene en seguimiento a más de 50 afectados por silicosis, de los que una parte importante son ciudadanos que vienen de Marruecos, principalmente de la ciudad de Nador.

El doctor Ros señala que ese territorio «es una zona en la que había minas de carbón y aunque ya no están las empresas que las trabajaban, muchas se siguen explotando de forma ilegal. De ahí que nos lleguen pacientes de allí diagnosticados de silicosis».

Aunque esta enfermedad suena a antigua, no lo es, según los especialistas. «El aumento del uso de aglomerados de cuarzo es el causante de los nuevos casos, ya que estos son sílice pura», dicen.

Enfermedad crónica

La silicosis se suele presentar de forma crónica y progresiva y en la mayoría de los casos está ligada a una actividad laboral, aunque los primeros síntomas pueden pasar desapercibidos o confundirse, al aparecer dificultad para respirar o asma, pitos y tos fuerte.

Estos casos se ven propiciados por la inhalación de polvo de sílice, empleado para la construcción de muchos productos como encimeras de cuarzo, ladrillos, vidrio, cerámica, yeso y prótesis dentales. Pero también está muy presente en ámbitos como la construcción, la minería y aquellos que implican movimientos de tierra, como puede ser la construcción de grandes viales o túneles.

El neumólogo de la Arrixaca dice que la gravedad de cada caso depende de la concentración de sílice y la cantidad inhalada, así como del tiempo de exposición, ya que «las partículas de menos de cinco micras son las que causan la silicosis, a las que suelen estar expuestos trabajadores de empresas de cuarzo y de mármol, que representan más del 50% de los pacientes que vemos».

Ante esta realidad, los especialistas sanitarios llaman a trabajar más en prevención y en informar a las empresas sobre los riesgos que conlleva el no utilizar los medios adecuados para proteger la salud. Muchas marmolerías disponen de sistemas de cortina de agua en el proceso de corte para ayudar a que el polvo se deposite, algo que por ejemplo no tienen los montadores que van a las viviendas. De ahí que se reclame una revisión de la legislación.