La cifra incluye exclusivamente aquellas denuncias donde los familiares han aportado datos y muestras biológicas para la identificación de sus seres queridos
T. Domínguez LA OPINIÓN
La oficina de registro de víctimas mortales de la DANA ha dado, por fin, la cifra de personas desaparecidas tras el cribado de todas las llamadas realizadas desde que se produjo la riada, hace ahora una semana: 89 personas. De momento, según la información facilitada esta noche de martes por el TSJCV, hay 195 fallecidos, de los que 133 ya están identificados. Eso significa que en este momento hay 62 cuerpos en las cámaras frigorificas de la morgue instalada en Feria Valencia que siguen a la espera de identificación.
El hecho de que 62 de los cadáveres aún no hayan sido identificados -lo serán en las próximas horas, a medida que lleguen los resultados de los cotejos con las huellas dactilares o del ADN en los casos en que sea necesario- abre la posibilidad a que todos o, al menos la mayoría, estén dentro ese grupo de 89 personas aún desaparecidas. Si fuera así, estaríamos hablando de 27 personas que permanecerían realmente desaparecidas, es decir, que aún no habría sido localizado ni recuperado su cadáver.
Denuncias aún no interpuestas
También es cierto que el número podría ser mayor, en el caso de que haya personas cuya desaparición no haya sido aún denunciada. Ocurre, por ejemplo, con personas sin hogar, o personas que carecen de red familiar, por lo que su ausencia podría tardar aún un tiempo en ser detectada.
Su localización es, por ello, la principal tarea que tienen entre manos en estos momentos las fuerzas de seguridad y las armadas, y que se centra en los barrancos y ríos desbordados, tanto en los cauces como en las riberas, plenas aún de cañas, así como en la desembocadura de esos cursos de agua, esto es, en el litoral desde Pinedo hasta Cullera -del Túria al Xúquer- y en l’Albufera y sus salidas al mar por las cuatro golas que la conectan con el medio marino.
El TSJCV advierte de que esos casos activos corresponden «exclusivamente a las denuncias donde los familiares han aportado diferentes datos y facilitado muestras biológicas que permitan la identificación posterior de sus familiares» y destaca que «es importante hacer constar que las denuncias de desaparecidos con expediente activo en las oficinas ‘ante mortem’ no equivalen al número total de desaparecidos que podría haber generado la tragedia, pues puede haber casos de desaparición que no se hayan denunciado todavía».
Solo se ha recurrido al ADN en 14 casos
De las 133 identificaciones, 119 se han logrado por el análisis de huellas dactilares y las 14 restantes por el cotejo de muestras de ADN. Los datos que pueden aportar los familiares de desaparecidos en las oficinas ‘antemortem’ para facilitar la identificación van desde fotografías, reseñas personales y antropométricas, historias médicas, radiografías o vestimenta a efectos personales, tatuajes, fichas dentales, operaciones quirúrgicas realizadas, uso de prótesis internas o marcapasos, entre otras.
Para la identificación mediante perfil genético, la mayor fiabilidad estriba en las muestras biológicas de familiares ascendientes y descendientes directos, así como la entrega de efectos de uso personal pertenecientes al desaparecido como un cepillo de dientes, de pelo o una cuchilla de afeitar.
Las oficinas ‘antemortem’, tal como lleva publicando Levante-EMV desde el inicio de la emergencia, están ubicadas en el caso de la Guardia Civil en la Comandancia de Patraix, en la calle Calamocha 4, y en el caso de la Policía Nacional en la Jefatura Superior de Policía, en la Gran Vía Ramón y Cajal, 42, ambas en la ciudad de Valencia.
El CID, el único facultado para dar la cifra oficial
Para facilitar el acceso a las personas de los municipios más afectados, donde la movilidad es escasa, han sido instaladas oficinas móviles para recoger datos y denuncias de familiares de desaparecidos, y evitar que tengan por tanto que desplazarse a Valencia, en las localidades de Albal (Puesto de la Guardia Civil, calle de la Tabacalera), Alfafar (Edificio Municipal de Bienestar Social, calle La Taleta, 38) y Algemesí (retén de la Policía Local, Calle Sant Nicolau de Bari, 56). Su horario ininterrumpido es de 9.00 a 21.00 horas.
El CID es un órgano técnico que está integrado por una Oficina Forense y una Oficina de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con agentes especializados en identificación tanto de la Guardia Civil como la Policía Nacional, y tiene como función principal reunir y supervisar los diferentes informes de identificación que se realicen por las distintas instituciones a las personas fallecidas en catástrofes con víctimas múltiples, como es el caso.
Este centro, recuerda con claridad el TSJCV, es el único facultado por el real decreto que regula las emergencias para facilitar públicamente a los medios cifras oficiales, relativas al tratamiento médico forense y de policía científica del suceso.
El Cecopi sigue con 211 víctimas mortales
En este sentido, el Cecopi a cuyo frente está la Generalitat Valenciana, que sigue teniendo el mando sobre la emergencia al mantener Mazón el nivel 2 del primer día, sigue manteniendo que hay 211 víctimas mortales, sin explicar por qué se produce esa diferencia con el CID, que es quien registra realmente la entrada de todos los cuerpos localizados.
El CID ha actualizado la cifra de fallecidos en esta catástrofe humanitaria agregando a los 190 del lunes las cinco personas cuyos cuerpos han sido encontrados y levantados a lo largo de este martes en tres municipios.