Sumar, abocado a repensarse un año después de su puesta de largo: de la ruptura con Podemos a la incógnita del liderazgo

  • Yolanda Díaz, que anunció en abril de 2023 su candidatura a la Presidencia, dimitía esta semana como líder de Sumar

  • La relación con los partidos que forman la plataforma y la estructura territorial y de base son algunos de sus retos ahora

   PorSOFÍA SOLER  RTVE

Yolanda Díaz interviene durante el acto 'Empieza todo' de Sumar, en el polideportivo Antonio Magariños de Madrid, a 2 de abril de 2023.
Yolanda Díaz interviene durante el acto ‘Empieza todo’ de Sumar, en el polideportivo Antonio Magariños de Madrid, a 2 de abril de 2023 CARLOS LUJÁN / EUROPA PRESS

7 min.Ocurrió hace un año, dos meses y apenas trece días. Yolanda Díaz lanzaba su candidatura para las elecciones generales del pasado julio en un polideportivo de Madrid, el Antonio Magariños. «Quiero ser la primera presidenta de mi país», anunció la vicepresidenta y ministra de Trabajo. Era el 2 de abril de 2023 y aquella puesta de largo del «movimiento» Sumar, con todas las fuerzas de izquierdas reunidas salvo Podemos, se rememora estos días en las tertulias casi como el ‘pecado original’ del espacio a la izquierda del PSOE, paradigma de lo que vino después.

Esta semana, tras la dimisión de Díaz como líder de Sumar por los malos resultados en las elecciones europeas, la formación ha designado una dirección transitoria formada por Lara Hernández, Elizabeth Duval, Txema Guijarro y Rosa Martínez, quienes serán los encargados de orquestar la respuesta a dos preguntas fundamentales cuando se asiente el polvo: ¿por qué hemos llegado hasta aquí?, pero sobre todo, ¿y ahora qué?

 

Ruptura o emancipación de Podemos

«La trayectoria de Sumar no se puede desligar de Podemos«, comienza la politóloga Eva Silván en una conversación con RTVE.es. Aquel acto en Magariños se llamó «Empieza todo», pero la analista sitúa el punto de partida antes, cuando Pablo Iglesias designa ‘a dedo’ a Yolanda Díaz como su sucesora al frente de Unidas Podemos en 2021 porque él se presentaba a las elecciones de la Comunidad de Madrid.

«El hecho de heredar el cargo le otorga plenos poderes en Unidas Podemos, pero ella elige llevar su propia batuta, marcar su impronta y diferenciarse. Eso genera una fractura interna muy grande desde el principio«, continúa Silván, que cree que Díaz se rebeló contra la intención de Iglesias de «seguir controlando el partido desde fuera».

El hito que culmina la emancipación llegó un año después, en mayo de 2022, cuando la ministra de Trabajo presenta la marca Sumar. Empieza entonces su «proceso de escucha» para conformar la plataforma política que le acercó a los partidos de izquierdas repartidos y asentados por el territorio: Más Madrid, Compromís, los comuns… De nuevo, un año después, se lanzarían juntos a unas elecciones generales.

 

Así, el politólogo Óscar García Agustín afirma que el «ritmo electoral» ha marcado el desarrollo del espacio de la izquierda en la última década y explica en parte sus problemas. «Podemos surge organizando las bases del 15 M, pero la agenda electoral marca su desarrollo. Después se junta con Izquierda Unida en Unidas Podemos como parte de una estrategia electoral, pero sin desarrollar un infraestructura de organización en común. Y surge Sumar, que también es pensado como una estrategia electoral y tiene una candidata fuerte, pero esta no pertenece a ni a Podemos ni a IU».

Para García Agustín, la paradoja en la que Yolanda Díaz está a la vez «dentro y fuera» de Podemos aboca a que la ruptura fuera la «única opción» para las dos partes: Sumar quiere ser una plataforma nueva y Podemos quiere seguir siendo la «fuerza hegemónica», un pulso que pudo verse en la conformación de las listas electorales para el 23J y del segundo Gobierno de coalición, donde se excluyó a Ione Belarra e Irene Montero.

Pero antes de todo eso, se puso de manifiesto en Magariños: «Hay quien dice que es porque Yolanda Díaz no les invita, hay quien dice que ellos no quieren participar, pero la realidad es que ese espacio que quiere crear de confluencia rápidamente visibiliza la desunión», añade Silván.

 

Una fundación incompleta y tres fracasos electorales

Desde que Díaz lanza su candidatura apremiada por el adelanto electoral del 23J hasta la asamblea fundacional de la formación transcurre casi otro año. El proyecto que la vicepresidenta plantea a los suyos logra el 81% del apoyo de la militancia, aunque la conformación de la dirección se queda incompleta: falta la incorporación de los distintos partidos regionales, cuya integración se deja para más adelante.

Desde entonces, en la página web de Sumar se habla de «movimiento» y «herramienta», pero no de «partido político», algo que Silván considera un error que se suma a la «lentitud en el impulso» de la plataforma. «Después de la crisis de 2008, la fractura del sistema de partidos y la emergencia de la nueva política nos ha demostrado que sin organización los partidos sufren muchísimo. Con liderazgos no es suficiente, porque una estructura orgánica te da legitimidad y te marca la pauta para no estar al albur de un líder o de reinos de taifas», desarrolla.

Por último, la politóloga y consultora en Silván Miracle alude a errores estratégicos a la hora de conformar las listas y elegir a las candidatas en los distintos procesos electorales en Galicia (donde se quedaron fuera de la cámara autonómica), Euskadi (donde lograron un único escaño por Álava) y, finalmente, para el Parlamento Europeo: «Sumar se enfrenta a la baza más fuerte que tiene Podemos, Irene Montero, que ha demostrado que es un animal político (…) y Yolanda Díaz elige a una candidata [Estrella Galán] conocida en el activismo, pero desconocida para el gran público. Toma decisiones en las que parece que enfada a todos».

Silván se refiere con esto último al reparto de los puestos de salida para Bruselas entre los partidos coaligados y que, tras los resultados, han supuesto que el eurodiputado de IU Manu Pineda se quede fuera del Parlamento, cuando sí entrarán Jaume Asens, de los ‘comunes’, y Vicent Marzà, de Compromís. Los tres escaños ganados, en lugar de cuatro, han marcado quizás que la ministra haya tenido que asumir la responsabilidad y dimitir de sus cargos orgánicos en Sumar. Tampoco Más Madrid pudo colarse en los primeros números. «No se ha visto a Más Madrid hacer campaña por Estrella Galán. ¿Dónde estaba Rita Maestre? Había un descontento ahí», valora ahora Silván. «En IU tampoco se le ha visto hacer una campaña fuerte. Cada uno iba como con su pequeñito candidato».

 

La unidad del espacio a la izquierda del PSOE, ¿es posible?

Tras su dimisión como líder de Sumar, en cualquier caso, Yolanda Díaz seguirá coordinando los ministerios de su formación en el Gobierno (Trabajo, Sanidad, Cultura, Juventud y Derechos Sociales), mientras la dirección provisional tiene el cometido de abrir el debate interno y con las organizaciones que forman la coalición para «mejorar» el funcionamiento.

El coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, cree que se inicia así «una nueva etapa» con una relación «de igual a igual» entre los partidos y en la que «no hay nadie más importante que nadie», según expresó este viernes en una entrevista en ‘La hora de la 1’, y habló de un «encuentro entre los diversos».

Preguntado por esta cuestión, el politólogo Óscar García Agustín augura una posible «unidad electoral» de mínimos, aunque no se produzca la «unidad ideológica». «Creo que no es posible la unidad ideológica porque hay una parte que se repite siempre en la izquierda y es que, por un lado, se define en relación con el PSOE y, por otro, en relación con los otros partidos de izquierda«, explica. «Podemos ahora es más de izquierdas que Izquierda Unida. Izquierda Unida pasa a ocupar un espacio intermedio, aunque probablemente eso pueda cambiar con nuevos posicionamientos. Más País se ha convertido en el nuevo PSOE…», desarrolla el investigador que ha publicado recientemente un artículo en el que analiza los inicios de izquierda populista del partido de Pablo Iglesias y el laborismo de Yolanda Díaz.

«La convergencia electoral en un candidato o candidata sí podría ser posible, pero hasta ahora eso no ha solucionado los problemas posteriores a los resultados electorales», advierte.

«Menos gallos» y más estructura territorial

Según los analistas, el éxito de dicha empresa depende de dos cuestiones. Por un lado, que el «pelear para ver quién ocupa el mayor espacio posible» se convierta en «renunciar a una parte de protagonismo en busca de un bien común», en palabras de Silván, que se aproximan a las de Maíllo al pedir «menos gallos de corral y más humildad». Por otro, no perder de vista el arraigo y una estructura territorial que articule el proyecto y lo acerque a las bases.

El consultor político Iván Redondo daba la clave. «En España hay 28 provincias de menos de seis diputados. Cáceres, por ejemplo, reparte cuatro: 2-1-1 suele ser el reparto (…) Para ser tercero [en unas elecciones generales], tienes que ser fuerte en el mundo rural«, revelaba quien fue el director del gabinete del presidente Pedro Sánchez entre 2018 y 2021, en un evento del grupo Godó el año pasado y cuyo vídeo ha compartido esta semana en X la consultora Isabel A. Martínez.

«La organización territorial te asegura cierta estabilidad, continuidad y otra manera de solucionar los conflictos a la que se está utilizando ahora en la nueva izquierda», señala, por su parte, el politólogo García Agustín, aunque avisa de que las bases tampoco son garantía de éxito electoral.

La incógnita del liderazgo y del futuro del espacio

Sin Yolanda Díaz, el liderazgo del espacio en conjunto a la izquierda del PSOE es una incógnita. «Una de las paradojas de la situación actual es que en el Gobierno de Pedro Sánchez, que debería ser el caldo de cultivo de nuevos liderazgos, dos de las ministras no son coordinadoras del partido. Yolanda Díaz, que acaba de dimitir, y Sira Rego, que ha perdido las primarias en IU. Entonces, Maíllo igual no será el nuevo líder, pero tiene la capacidad de negociar o de dirigir algún tipo de acercamiento entre las izquierdas», valora García Agustín, que cree que del lado de Podemos, «Irene Montero será su mejor opción». «Otra cosa es cómo los otros partidos la reciban», agrega.

Finalmente, Eva Silván apuesta a que ahora «todos los ojos miran a Cataluña«, porque una investidura del socialista Salvador Illa daría algo de estabilidad a la legislatura: «Si no hay elecciones a la vista, las aguas volverán a su cauce. Los partidos políticos necesitan tiempo para digerir los resultados electorales (…). Si hay legislatura, yo creo que hay margen de recomposición».