«La política del ‘pan y circo’ puede ser muy perjudicial para la ciudad»

Ana Belén Castejón cree que el pacto de Gobierno en Cartagena «llegó desde Génova y San Esteban» y se desmarca de «políticas ultraconservadoras que suponen retrocesos»

LA OPINIÓN

Ha pasado de liderar el Gobierno local cuatro años y formar parte del Ejecutivo durante ocho a liderar en solitario Sí Cartagena, pero Ana Belén Castejón (Cartagena, 1979) confía en seguir teniendo el respaldo de los ciudadanos.

¿Cómo valora el pacto entre PP y Vox?

Era un pacto muy previsible. Es lo que ha hecho el PP en toda España, en la Región y era un secreto a voces que se iba a reproducir también en Cartagena. Creo que no es el gobierno que le interesa a Cartagena, no comparto las políticas ultraconservadoras porque estoy convencida que suponen retrocesos en materia de derechos que repercuten negativamente en el progreso.

La alcaldesa siempre ha dicho que pactaba para evitar el bloqueo del Ayuntamiento…

Ha pactado porque su partido se lo ha dicho y ha seguido a rajatabla los dictados de Génova y San Esteban. Ha optado por lo cómodo.

Tras ocho años formando parte del Gobierno, ¿cómo se plantea esta legislatura?

Como estos 5 meses: exigente, pero a la vez reivindicativa, constructiva y propositiva. Tenemos muy claro que hay que apoyar lo que sea bueno para Cartagena, criticar lo que no nos parezca bien, pero a la vez proponer alternativas. Lo hemos demostrado en los 2 grandes debates que hemos tenido hasta ahora. No nos hemos limitado a decir que no y, hasta ahora, hemos sido el único grupo municipal que ha propuesto alternativas o soluciones.

Cuenta solo con una concejal y las matemáticas le dan un puesto poco destacado. ¿Cree que desde su posición puede ser relevante en la Corporación?

Con la entrada de Vox en el gobierno, el peso de los grupos de la oposición es el mismo, con 8, con 4, o con 1, y nos vamos a encontrar con una mayoría que tiene claro que en los grandes temas va a imponer su criterio. Estoy convencida de que el trabajo riguroso siempre va a ser útil y no me voy a cansar de intentar tender puentes con los grupos de la oposición para fiscalizar al gobierno, y con el gobierno para que apoyen nuestras iniciativas.

¿Qué ha cambiado entre Noelia Arroyo y usted, tan unidas antes y tan enfrentadas hoy?

Ni estábamos tan unidas antes, ni tan enfrentadas ahora. Antes formábamos parte de un mismo gobierno y nos entendíamos por responsabilidad, a pesar de que las enormes diferencias ideológicas siempre estuvieron ahí. Nuestro objetivo y responsabilidad se centró en velar por el funcionamiento del Ayuntamiento y que no pasara factura en el día a día de la gestión municipal el evidente deterioro de la relación. Ahora, mi papel es distinto: soy concejala de la oposición y mi tarea es controlar y fiscalizar la tarea del gobierno con firmeza.

¿En qué no puede fallar esta legislatura el Gobierno?

En desaprovechar la llegada de fondos europeos, que muy pronto se agotarán, para transformar Cartagena. Si se cae en la tentación de hacer una política de fuegos artificiales, del ‘pan y circo’ nos daremos cuenta que puede ser muy perjudicial para Cartagena en la próxima década.

¿Confía en que se logre?

La primera oportunidad que tenía este Gobierno, los presupuestos, ha fracasado. Lejos de sentar las bases de la transformación de Cartagena, ahondan en la idea de un gobierno centrado en la política del escaparate.

Le expulsaron del PSOE por pactar con PP y Ciudadanos en el mandato anterior sin el visto bueno del partido. ¿Cree que fue una decisión acertada?

En aquel momento consideramos que era lo oportuno. Ya pasé página, como dice el refranero español, que es muy sabio, «agua pasada, no mueve molino».

Aspiraba a más en las pasadas elecciones. Ahora, con la perspectiva del tiempo, ¿cómo valora los resultados?

Los que formamos parte de Sí Cartagena teníamos muy claro que en un contexto de fuerte polarización de la vida pública, los partidos locales nos enfrentábamos a un escenario muy complicado en las pasadas elecciones. Por tanto, tener representación en el Ayuntamiento era un reto complicado, que conseguimos, pese a todo. Pasados cinco meses, todavía valoro más el resultado que obtuvimos.