Javier Márquez, el joven hallado muerto en el Ebro: un universitario que dejó todo por el judo con solo 16 años

Javier Márquez, en una foto de redes sociales.

Alrededor de 220 kilómetros separan Santo Domingo de la Calzada, un humilde pueblo riojano de apenas 6.000 habitantes, de Zaragoza. Una distancia que a ojos de un chaval de 16 años se multiplica, sobre todo cuando se deja a la familia y a los amigos. Javier Márquez lo hizo por el judo, un deporte que era también «su vida», en palabras de su entrenador, Sergio Domenech, que habla con ABC roto de dolor tras conocerse la muerte de su discípulo, hallado en el Ebro el pasado miércoles por circunstancias que aún se investigan.

Sus propios compañeros han colaborado en la búsqueda durante las casi tres semanas que ha estado desaparecido –se le perdió la pista la madrugada del 2 de marzo en Logroño– hasta que el hallazgo de su cuerpo en el río confirmaba la peor de las posibilidades. «Intentábamos hacer vida normal esperando el desenlace pero ayer por la tarde-noche al empezar el entrenamiento había muchas emociones. Guardamos un minuto de silencio y lloramos todos», reconoce Domenech.

Fue este reconocido judoca a nivel nacional, campeón de España en distintas categorías y ahora primer entrenador del Centro de Natación Helios de Zaragoza, quien impulsó a Márquez a dar el paso de su vida en plena adolescencia. Lo hizo tras ver el talento de un joven riojano al que conoció cuando éste aún estaba en el centro deportivo de su pueblo y Domenech trabajaba en actividades con gimnasios de distintas zonas. Llevó a Javier Márquez a varios torneos internacionales con buenos resultados, entre ellos una medalla de oro en la Bodo Nord Cup de Suecia en la categoría de -50kg.