El enfrentamiento con Leticia Díaz y la última sanción de dos años impuesta por la dirección nacional empujan al abogado a «un final que no esperaba tan triste» | «Mis ideas y las que ahora defiende Vox no son coincidentes, pero no solo nos separan las ideas, sino que la forma de entender la política también es distinta»
EL DIARIO MONTAÑÉS
Vox ha terminado por romperse en el Parlamento. Después de un año de luchas intestinas entre Cristóbal Palacio y la portavoz, Leticia Díaz, el abogado ha decidido darse de baja del partido y conservar su escaño en solitario como diputado no adscrito, ya totalmente desligado de las siglas con las que llegó a la Cámara la pasada legislatura. Una decisión que ha comunicado esta misma mañana a la dirección nacional, y que se ha visto precipitada por la sanción de dos años de militancia impuesta desde Madrid la semana pasada.
«Aunque durante los últimos meses reflexionaba sobre mi salida de Vox, no esperaba este final ni que fuera tan triste. Durante el último año y medio, he defendido, infructuosamente, un Vox útil a la sociedad cántabra. Pero por coherencia personal, un político no puede representar a un partido que lo sanciona por conductas impropias», explicó Palacio a través de un comunicado.
El abogado va más allá y desvela que ya no reconoce en Vox el ideario con el que tenía sintonía cuando llegó a la formación: «Toda persona debe saber cuándo el empeño es imposible, y creo que debo asumir ya que mis ideas y las que ahora defiende Vox no son coincidentes. Debo asumir que no solo nos separan las ideas, sino que la forma de entender la política también es distinta».
«Hay que saber cuando el empeño es imposible, debo asumir que mis ideas y las que ahora defiende Vox no son coincidentes»
Cristóbal Palacio
Diputado
La marcha de Palacio deja un grupo parlamentario mermado y con solo tres de los cuatro diputados conseguidos en las elecciones del año pasado: Leticia Díaz, Natividad Pérez y Armando Blanco. A pesar de esta ruptura, Vox todavía conservará la capacidad matemática de darle al PP mayoría en la Cámara cuando lo necesite. Con 15 diputados, María José Sáenz de Buruaga solo necesita tres votos para aprobar sus políticas en el hemiciclo, aunque, de momento, ha preferido hacerlo con el PRC y no hay razones para pensar que no seguirá siendo así.
Vox llega a esta encrucijada después de que la dirección nacional haya sido incapaz de apaciguar el enfrentamiento entre Leticia Díaz y Cristóbal Palacio del último año. El abogado, candidato a la Presidencia de Cantabria la pasada legislatura, vio cómo el partido le relegaba y colocaba a la exconsejera del PP en su lugar, como número uno, en las pasadas elecciones. A partir de ahí los choques no pararon nunca, hasta el punto de que Palacio llegó a renunciar al segundo puesto en la lista al Congreso que encabezaba Emilio del Valle para las elecciones generales de verano.
«Por coherencia personal, un político no puede representar a un partido que lo sanciona por conductas impropias»
Cristóbal Palacio
Diputado
Una vez comenzada la legislatura, todo fue a peor. Díaz se enfrentó con una buena parte de los trabajadores del grupo parlamentario y los choques entre las dos partes –la portavoz y la diputada Natividad Pérez por un lado; y Palacio y el diputado Armando Blanco, por otro– llegaron incluso a provocar votos en sentido contrario en los plenos de la Cámara.
Pero la posibilidad de que el grupo se desgajara cogió más peso que nunca hace dos semanas, cuando Madrid decidió suspender dos años de militancia a Cristóbal Palacio «por negligencia en sus labores de diputado», tan solo un mes después de que sancionara seis meses a Leticia Díaz por acoso laboral a una trabajadora.
La presidenta de Vox Cantabria cree que Palacio debería devolver el acta
La presidenta de Vox Cantabria, Laura Velasco, no ha entrado a valorar las razones esgrimidas por Cristóbal Palacio para dejar el partido al tratarse de «una decisión personal», pero sí considera que el abogado debería entregar el acta y no pasar a ser diputado no adscrito, ya que el escaño «pertenece a todos los votantes de Vox que le han elegido». «Vox Cantabria se debe a todos los que han confiado en nosotros y ahora más que nunca los cántabros y los españoles lo que se merecen es que trabajemos unidos por su bien y el de toda España», ha subrayado la presidenta del partido en la región.
A Palacio nunca le mencionaron la existencia de una investigación, ni la apertura del expediente, ni le tomaron declaración, ni le dieron opción a presentar una defensa. Lo que sí detalla el expediente de Madrid es que la denuncia fue realizada por Leticia Díaz y la diputada Natividad Pérez.En él se le acusa de no haber acudido a un Pleno del Parlamento de Cantabria y de haberse ausentado de varias votaciones. Palacio asegura que, en febrero, efectivamente, no pudo asistir a una sesión de la Cámara por «motivos justificados» que comunicó previamente a su grupo. También reconoce no haber votado en dos ocasiones, una de ellas por estar reunido con un consejero del Gobierno de Cantabria y su coordinador parlamentario para tratar una de las votaciones del propio Pleno. El abogado recurrió la sanción, pero «desde entonces no he notado en Vox voluntad de rectificación».
«Debo asumir que no solo nos separan las ideas, sino que la forma de entender la política también es distinta»
Cristóbal Palacio
Diputado
Entre dejar el escaño y abandonar la política o mantenerse en el Parlamento en solitario y como no adscrito, Palacio ha optado por lo segundo. «La respuesta a la política actual es más sociedad civil, más individuos con espíritu crítico y capacidad para asumir compromisos, de debatir y de luchar por una sociedad más justa y próspera», ha señalado. Y, por eso, «a partir de ahora lo haré expresando con libertad mis ideas y desde la independencia que proporciona ser un parlamentario no adscrito a ningún partido político, siempre por España».
El problema que enfrentará ahora son sus derechos en la Cámara, ya que el precedente no es bueno. La pasada legislatura, cuando Marta García dejó Ciudadanos, perdió todos sus derechos de grupo parlamentario y no se la permitía intervenir en los plenos.
Palacio también sigue a la espera de ver cómo se resuelve la denuncia que presentó en la Policía Nacional, junto al diputado Armando Blanco, por escuchas ilegales en el Parlamento. En su declaración ante los agentes, ambos aseguraron que un asesor que trabaja en exclusiva para Leticia Díaz utilizaba un bolígrafo grabador para recoger, sin consentimiento, todas las conversaciones que se producían en el despacho. Palacio y Blanco reconocen en la propia denuncia que desde hace un año existe «una gran rivalidad política» en el grupo parlamentario.
«Estoy muy orgulloso del trabajo que realizamos desde el grupo parlamentario en la anterior legislatura. Desde Vox dimos respuesta a las necesidades de la sociedad cántabra y propiciamos un cambio político que sin Vox no se hubiera producido. Ha sido uno de los periodos más emocionantes y enriquecedores de mi vida profesional», se despidió Palacio.