-
El presidente de EE.UU. ha convertido el Congreso en un plató de televisión, según los analistas consultados
-
Trump demuestra controlar al Partido Republicano mientras los demócratas aún no han encontrado su rumbo
PorMIGUEL CHARTE RTVE
«Ha sido un discurso dirigido a su base, ultranacionalista, basado en todas las políticas que ha puesto en marcha hasta el momento», ha resumido Jason Xidias, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia de Comillas, en Las mañanas de RNE.
«Es una repetición de lo que fue su discurso de investidura, no ha dicho prácticamente nada nuevo», ha declarado a RTVE.es José Antonio Gurpegui, director del Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá. «Ha sido un show«, añade.
Un nuevo espectáculo de Trump
Los titulares en los medios estadounidenses son similares. The New York Times: «Un Trump combativo promete llevar adelante una agenda ‘imparable'». CNN: «Trump se atrinchera en una agenda divisiva». The Washington Post: «Un Trump desafiante señala que avanzará a toda velocidad en políticas divisivas».
La línea de Fox , la emisora conservadora y afecta al presidente, no es muy diferente: «Trump celebra las victorias tempranas de su segundo mandato y traza el camino para ‘nuestra era más grande'».
«Trump, con su habitual manera exagerada, ha hablado de una nueva edad de oro de EE.UU.», ha explicado Jason Xidias en RNE. «En todas sus declaraciones el objetivo ha sido culpar a otros, prometer restaurar la grandeza de EE.UU. y hacerle lucir fuerte en los medios«, ha añadido.
Las mañanas de RNE – Josep Cuní – Jason Xidias: «Estados Unidos es un país totalmente polarizado»
Toni Aira, doctor en Comunicación y profesor de la Universidad Pompeu Fabra, cree que Trump recreó este martes en el Congreso un plató de televisión, el lugar donde más cómodo se encuentra. «Es en lo que está mutando en parte la democracia americana, en una ‘plató-cracia’, donde los escenarios del poder son escenarios televisivos», ha explicado Aira en La Hora de La 1.
«Habla con frases, eslóganes que perduran la campaña electoral. Ni siquiera hace ni los típicos 100 días de gobierno, aquellos en los que clásicamente se decía que un presidente o un gobierno marcaba un cierto rumbo. No ha entrado a gobernar un presidente, sino un torbellino con un montón de iniciativas, anuncios, eslóganes, algunos culminados, algunos que marcan tendencia, y ahí estaba él para seguir marcándolo en todas las plataformas posibles», concluye el experto en comunicación política.
Una encuesta rápida de CNN muestra que 7 de cada 10 espectadores tuvieron una reacción al menos positiva al discurso de Trump. La cadena advierte, sin embargo, de que este tipo de discursos suelen ser más seguidos por los partidarios del presidente de turno.
Republicanos entregados y demócratas sin rumbo
El tono y el ambiente de un discurso presidencial ante el Legislativo suele ser institucional, pero en esta ocasión no ha sido así. Cristina Olea, corresponsal de TVE en Washington, que ha asistido al evento en el Capitolio, ha percibido una «polarización parecida a la que hay en la calle: la Cámara partida en dos, a un lado la bancada republicana entusiasmada, al otro la demócrata, en silencio o con carteles de protesta».
En el momento de mayor tensión, el congresista demócrata Al Green ha blandido su bastón contra Trump y se ha negado a callarse y sentarse, provocando su expulsión. A lo largo del discurso, los demócratas han levantado carteles para denunciar que lo que decía Trump en ese momento era falso.
«La disposición del Congreso, con unos aplaudiendo con entusiasmo y otros marcando sus diferencias, le da una parte de color donde Trump se encuentra cómodo«, explica Toni Aira. El profesor de Comunicación recuerda una escena similar se enfrentó con Nancy Pelosi, en aquel tiempo portavoz de la mayoría demócrata. Es un show, advierte Aira, en el que Trump «siempre acaba ganando».
Trump ha demostrado que controla el Partido Republicano y a sus congresistas, que ayer le jaleaban y le interrumpían continuamente para aplaudirle. «Tiene totalmente el control del partido, no solo de los votos, sino de las voluntades, lo que es más importante«, constata José Antonio Gurpegui.
Por el contrario, Gurpegui ve a los demócratas «un poco perdidos, sin saber cómo reaccionar». «Tienen que rehacer sus líneas, pensar en alguna estrategia, están aletargados. La derrota en noviembre fue tan contundente que todavía no se han recuperado y no tienen un líder carismático que les agrupe e imponga una línea de actuación», añade el director del Instituto Franklin.
Sin pistas sobre Ucrania
Trump apenas ha dedicado diez minutos a hablar de política internacional, aunque ha moderado el tono contra Volodimir Zelenski. Ha revelado que el presidente ucraniano le ha enviado una carta en la que dice lo que ya comunicó públicamente este martes: que está dispuesto a negociar la paz bajo su liderazgo.
Jesús Núñez, director del Instituto de Estudios Sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), ha visto a un Trump «crecido» y «cómodo» respecto al conflicto ucraniano. «No puede ser de otro modo – recuerda – tiene capacidad e instrumentos para presionar, yo diría extorsionar, a Ucrania, dejar fuera a la UE, lo está logrando de momento, y acercar cada vez más posiciones con [el presidente ruso, Vladímir] Putin».
«Trump lo está haciendo sin ningún disimulo ni complejo, de manera abierta. Está crecido y no puede ser de otro modo«, ha insistido Núñez en La Hora de La 1. Y ha ironizado: «si Trump se encuentra cómodo, imaginémonos Putin».
«Ucrania está en una posición muy difícil – constata Jason Xidias -. Por un lado, a Zelenski le gustaría depender solo de sus aliados europeos, tiene un fuerte apoyo de Francia, Alemania, Reino Unido, pero basándose en la historia sabe que no puede hacerlo. Si EE.UU. está al lado de Putin, Ucrania está en graves problemas».