China ha acabado a las adopciones internacionales y la guerra en Ucrania ha limitado las opciones de gestaciones subrogadas asequibles. Esto ha llevado a muchas familias europeas a clínicas de fertilidad españolas
El aumento de las restricciones para la adopción internacional y las limitaciones en Europa a la gestación subrogada están haciendo que muchas parejas contemplen las clínicas de fertilidad como una opción. Este contexto también está aumentando el número de pacientes extranjeros que acuden a la fecundación in vitro y la donación de ovocitos en nuestro país. España lidera estos tratamientos en Europa, superando a Francia y Alemania.
El 15 % de las fecundaciones in vitro que se realizan en la Unión Europea se hacen aquí. España supera los 165.000 ciclos y los bebés nacidos por técnicas de medicina reproductiva ya alcanzan el 12% del total de nacimientos nacionales. Son cifras que hablan de un fenómeno sociológico que no se limita solo a nuestro país. Las parejas europeas han visto limitadas las opciones para tener hijos.
China ha puesto fin este verano a las adopciones internacionales y esto tiene su alcance. España adoptaba al año a 2.700 niños del país asiático. Además, la guerra en Ucrania ha impedido que muchos europeos que contemplaban acudir a la gestación subrogada o la donación de ovocitos en ese país culminen sus aspiraciones. Belén Moliner de la Sociedad Española de Fertilidad explica que el hecho de que Ucrania ya no sea una alternativa para este tipo de tratamientos por su situación política es una de las razones para el aumento en la llegada de pacientes extranjeras a las clínicas nacionales.
Este contexto está haciendo que cada vez más extranjeros acudan a clínicas españolas para ampliar la familia. Más del 55% de los pacientes que se someten a tratamientos de fertilidad en España son extranjeros. Moliner señala que España «aporta una calidad a los tratamientos que no la aportan otros países: calidad, experiencia y trato humano».
Cada vez más mujeres optan por retrasar la maternidad: las madres que superan los 35 años ya representan el 40% y el rango de mujeres que dan a luz pasados los 40 años ya supone el 8% del total de nacimientos. Esta experta señala que «la implicación laboral de la mujer ha hecho que se retrase la edad para tener el primer hijo y esto se suma al aumento de la infertilidad en todo el mundo»
La legislación española no permite la gestación ni la maternidad subrogada. La justicia de nuestro país, en todo caso, sí permite que los padres que han acudido a esto puedan ocultar el lugar de nacimiento del bebé y lo registren en España. Hace una semana el Tribunal Supremo sentó doctrina al permitir que unos progenitores puedan omitir la procedencia de su hijo nacido a través de un vientre de alquiler.