LOS ALCÁZARES/ Restituir.

El Ayuntamiento tiene que reponer todo lo que expolió. Totalmente.

Los responsables de la vergonzosa expoliación del dominio público urbano conocido como Avenida/Paseo Río Nalón, principal vía peatonal de un residencial abierto, rodeada de edificios de viviendas, en la Urbanización Nuevo Principado de Los Narejos, tienen nombre: PP y PSOE.

Tan culpable es quien entró a saco en este espacio, retirando mobiliario, demoliendo alcorques y talando palmeras, como quien no lo restituye e incrementa la ocupación –en este momento saturación- del suelo resultante, para instalación de falsas terrazas hosteleras con carácter permanente.

A sendos gobiernos locales de diferente signo político, alternándose en el Ayuntamiento, no les dolieron prendas para cambiar su uso a industrial molesto. Y así lleva años el bochornoso espectáculo de un paseo con barracas al montón, adosadas entre sí y ancladas al suelo, dejando para los peatones un pasillo central mínimo, sin un solo banco para descansar, porque el Ayuntamiento se los llevó todos. Para sentarse hay que consumir y pagar.

PERDER EL TIEMPO.

Este es el lema que rige en el Ayuntamiento para aquellos asuntos que se cruzan en el camino de sus objetivos. Desde 2007 los dos partidos que se han alternado en el gobierno local –PP y PSOE- lo vienen aplicando, sin pudor alguno, con los vecinos que les afean su perversa actuación en su zona residencial.

Los responsables políticos del Ayuntamiento no dedican tiempo alguno a considerar todo aquello que “huela” a Nalón, a las justas reivindicaciones de vecinos perjudicados, desde hace años, por su prepotencia y abuso de autoridad.

Los responsables del gobierno del municipio no tienen tiempo de escuchar a nadie, de contestar a peticiones/denuncias de los residentes. Hacen perder el tiempo a sus administrados y se esconden, porque no les interesa ese debate. Saben que no tienen razón, pero no les importa.

 SE LES HA VISTO EL PLUMERO.

Tal vez no merezca la pena –solo tal vez- expresar opiniones en un medio digital independiente, pero no cabe duda de que es un modo de acercarse al público interesado, de poner a su disposición el resultado de un trabajo no lucrativo, solo informativo, a la vez que contrastable con la realidad. No se trata de descalificar a nadie per se, sino de poner al descubierto verdades que muchos ignoran.

Puede que no valga la pena. O sí. Porque si lo que se ve es un hecho condenable, hay que denunciar a los causantes. De ahí que sea preciso condenar ante la opinión pública a los responsables municipales del EXPOLIO  de un paseo y su no RESTITUCIÓN. Responsables, por acción o por omisión, a quienes se les está viendo el plumero. Desgraciadamente no se lo vieron los residentes al tiempo de comprar sus viviendas.

MAXIMIZAR EL EXPOLIO SIN DAR LA CARA ¡QUÉ VERGÜENZA!

 Guste o no a los políticos locales, la verdad es la que es y está a la vista de todos. Por mucho que escondan la cabeza, que no den la cara a los vecinos perjudicados –ni siquiera les reciben- el conflicto social generado es cosa suya. De los políticos.

 ¡Qué vergüenza! destruir de modo tan antisocial algo bello, puesto ahí inicialmente para disfrute general, algo que era y es de todos, no del
Ayuntamiento, sonrojaría a cualquier político digno, con principios de servidor público.

Destruir y no restituir, para conseguir objetivos de negocio muy concretos, de un colectivo determinado, sin reparar en el daño que se hace a la mayoría, es algo que en una sociedad avanzada y civilizada no debería estar permitido.

 Destruir para ocupar y especular no es sino vulnerar los principios éticos exigibles a un gestor público. Destruir del modo que se ha hecho, poco a poco, año tras año, con sucesivos y diferentes gobiernos locales es algo que se ha conseguido en el paseo Río Nalón, de Los Narejos ¿Cómo? De un modo muy sencillo: pisoteando los derechos de los residentes como si fuesen tormos de un bancal.