El equipo de gobierno municipal arrincona la reversión de Río Nalón, vendiendo la moto de un nuevo aparcamiento disuasorio.
MORENTE
Una idea que vecinos de la calle Río Aranguín propusieron al Ayuntamiento, cuando gobernaban los populares, consistente en reservar, para carga y descarga de vehículos industriales, la acera de los pares de la calle Río Narcea –junto a la valla verde− no fue aceptada, como cabía esperar. De haberse hecho así, el ruido que soportan los residentes en Río Aranguín, a cualquier hora del día, todos los días de la semana, habría cesado, los vecinos no se verían afectados y desaparecerían los estacionamientos indebidos sobre aceras, pasos de peatones y plazas reservadas para personas con movilidad reducida (PMR).
El Ayuntamiento no lo aceptó. La única razón esgrimida “verbalmente” fue que a los proveedores les suponía alargar el recorrido de las carretillas industriales, por el pasaje que comunica Narcea con Nalón, cruzando Navia y Aranguín. El plano de cabecera muestra “el largo y sufrido recorrido” para quienes no llevan el peso sobre su espalda, sino en carretillas. Sugerencia vecinal desechada y aquí no ha pasado nada, porque los verdaderos dueños de Nalón siempre se salen con la suya. Con el Ayuntamiento en su contra y a favor de los hosteleros, qué pueden hacer los vecinos. Aguantarse.
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LA VIEJA REIVINDICACIÓN DE REVERTIR LO EXPOLIADO
Por qué acometer nuevos proyectos teniendo reconstrucciones pendientes. La restitución de lo expoliado y reposición de lo destrozado, sigue en el “exilio”. Ahora sería el tiempo de hacer las cosas bien. Ahora es el momento para poner orden en el asentamiento callejero incontrolado y habilitar nuevas terrazas como es debido, es decir: que se instalen a diario para dar servicio y se retiren a la hora de cierre; que no ocupen permanentemente la calle, a modo de construcciones chabacanas e ilegales [No hay Ordenanza Municipal, ni Decreto de Alcaldía que las autorice en las condiciones que están] que no dañen a la vista estéticamente, ni al buen orden social éticamente. Pero no. El Ayuntamiento no está por la labor. El que venga detrás que arree. Desde 2005 viene siendo así en Nalón: gobierno que ha llegado, gobierno que lo ha empeorado. Y en esas estamos.
El paseo Río Nalón quedará otra vez como lo que es: un espacio público de convivencia vendido al mejor postor, a la hostelería callejera, a un sector de la economía local incapaz de dar servicio en espacios de su propiedad, en salones bien acondicionados, en vez de instalaciones exteriores de metal, madera, lona, plástico y trastos de toda índole. Porque no hay que ser una lumbrera para adivinar que ni PSOE ni PP incluirán en su programa electoral la reversión de faltas terrazas a paseo, de restitución de todo lo que uno y otro partido han venido destruyendo, directa e indirectamente, de modo inmisericorde a lo largo de tantos años, con la manoseada excusa de mantener el asentamiento de un sector concreto de actividad y favorecer la creación de empleo. En un dominio público que no es suyo, sino de todos, por muchas tasas que recauden.
Una vez más, las justas reivindicaciones de quienes confiaron en un municipio no fiable, invirtiendo su dinero junto a un espacio urbano exclusivo, permanecerán en el más vergonzoso de los ostracismos locales.
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COMPLEMENTAR EL ESPACIO SOCIAL RÍO NALÓN
El equipo de gobierno municipal arrincona la reversión de Río Nalón, vendiendo la moto de un nuevo aparcamiento disuasorio. Ahora toca eso, solo para empezar, porque para más adelante anuncian más cosas –ojalá que no degenere en zona de botellón− Que los vecinos sigan recordando lo que tuvieron y el Ayuntamiento les arrebató, con juego sucio socialmente condenable: bancos, palmeras, jardineras, alcorques, papeleras,… y un estar saludable, junto al mejor espacio peatonal de una urbanización abierta. El nuevo proyecto es otra palmadita en la espalda a los hosteleros de Nalón, cuyos clientes tendrán más fácil aparcar cerca.
El juego que se traen los munícipes con este proyecto es más sencillo y rentable que reconstruir un paseo, destruido como tal, cuyo uso pasó a ser industrial hostelero molesto, del modo más arbitrario que imaginarse pueda. El coste social, político y económico de revertir Nalón −renunciar al botín−, no quieren asumirlo los partidos que lo alentaron y consintieron. Para muestra un botón. Lo único que ha hecho el gobierno local del PSOE en cuatro años, ha sido ensanchar el pasillo central del paseo, entre dos hileras de instalaciones permanentes adosadas, pegando –así, como suena− una de dichas hileras a la fachada del Edificio Eurovillas IV. Algo que no se le habría ocurrido ni al que asó la manteca. Pero es lo que hay. Los titulares de los restaurantes invirtieron en la calle a la brava, porque el Ayuntamiento lo consintió. Nadie ha puesto freno en todos estos años a su ocupación progresiva. A ver quién les dice ahora que instalen y retiren a diario sus falsas terrazas, en el suelo que reste después de reponer todo lo retirado, expoliado, destruido…
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LÓGICA ELECTORAL
Entra dentro de la lógica electoral que, uno de los dos partidos políticos, hasta ahora mayoritarios en el municipio, gane las próximas elecciones, con o sin el apoyo de terceros. Qué más da. Los cientos de residentes, en su mayoría temporales, afectados por la cacicada municipal centrada en su entorno, no pueden hacer nada, porque no votan en Los Alcázares. Sin embargo sí que lo hacen, en bastante mayor número, los propietarios, arrendatarios o trabajadores de la hostelería establecida. Dicho de otro modo: alea iacta est.
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LA NOTICIA DEL NUEVO PROYECTO EN LA PRENSA REGIONAL
