Las Palmas llegó como colista a Mestalla y provocó un cataclismo en el Valencia de consecuencias impredecibles, con un Baraja muy tocado. El equipo de Diego Martínez supo manejar el ambiente combustible de la grada y se sobrepuso al tanto inicial del Valencia que fue desvaneciéndose poco a poco. Pero no fue una cuestión de ambiente sino de fútbol. Las Palmas fue mejor con balón y muy superior en las dos áreas, con un Cillessen a gran nivel. Solo al final, y con uno menos, el equipo de Baraja creyó que podría empatar con 2-3 de César Tárrega.
Y eso que el equipo de Baraja salió revolucionado, pero fue capaz de mantener las pulsaciones altas sin decaer ni cometer errores de imprecisión. Si no era un centro de Rioja, era Dani Gómez el que corría con el balón controlado hacia el área de Cillessen. El meta holandés sostuvo a su equipo en la primera parte con dos buenas intervenciones ante Pepelu y Thierry. Antes, nada pudo hacer en el penalti magistralmente ejecutado por el centrocampista blanquinegro. Fue Campaña el que había derribado a Barrenechea dentro del área.
Fue a partir del minuto 25, con la segunda gran intervención del meta holandés, cuando Las Palmas empezó a serenarse y a tocar el balón con un centro del campo de muchos kilates. Campaña, Kirian, Januzaj y Moleiro empezaron a mover el balón y frenaron en seco el ímpetu blanquinegro. El Valencia dejó de correr con el balón y fue retrocediendo peligrosamente. Kirian trató de provocar un penalti de Tárrega, que interpretó bien Gil Manzano. Pero después fue Januzaj el que, con bastante espacio, disparó al palo largo de Mamardashvili. El meta georgiano hizo un despeje corto y Álex Muñoz marcó el empate antes del 45′.
Tras el descanso, el Valencia se asomó al área de Cillessen con un disparo de Thierry con el exterior. Pero fue Las Palmas el que pasó a dominar el partido y el ambiente de la grada. Primero con un trallazo de Álex Muñoz que Mamardashvili evitó que se colara por la escuadra. Y acto seguido, con una gran asistencia de Campaña para que Fabio Silva provocara un terremoto en Mestalla.
Primero, hubo un medio enganchón entre Baraja y la afición. Antes del 1-2 el técnico había pedido ánimos a la grada en un momento de pitos a errores no forzados de los blanquinegros. El tanto visitante desató las iras de algunos que señalaron al banquillo. Después se mezclaron los gritos contra los directivos que estaban en el palco y contra Peter Lim. Más adelante llegó la expulsión de Pepelu por una agresión a Marc Cardona. Y los cánticos fueron contra Gil Manzano. Y, finalmente, el árbitro activó el protocolo de lanzamiento de objetos después de una mala reacción de la grada de animación.
Pero el cataclismo final en Mestalla llegó en el 85′. Hugo Duro falló solo ante Cillessen y, en lugar de rematar a gol, cedió en malas condiciones a Javi Guerra. De lo que podía haber sido el 2-2, Oli McBurnie asistió a Moleiro para anotar el 1-3 casi definitivo que dinamitó Mestalla.