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Una cadena humana de 6.500 personas ha intentado bloquear la detención
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Yoon está siendo interrogado y se niega a declarar
PorRTVE.es/AGENCIAS
Los abogados de Yoon han asegurado que había decidido entregarse voluntariamente sin resistencia para evitar un choque entre su servicio de seguridad y las fuerzas policiales, que hubiera podido causar heridos entre los manifestantes.
Tras ser detenido, el exmandatario ha sido trasladado hasta la sede de la Oficina de Investigación de la Corrupción en Gwacheon (sur del país), donde está siendo interrogado y donde puede permanecer durante un periodo de 48 horas prorrogables. Según un funcionario de la Oficina, Yoon se está negando a declarar.
Tres horas de tensión entre manifestantes y policías
Yoon permanecía atrincherado en su residencia en Yongsan, en el centro de Seúl, desde que el Parlamento acordó su destitución, el 14 de diciembre, y fue posteriormente acusado de insurrección, el único delito al que no es inmune un presidente surcoreano.
El 3 de enero, la Policía hizo un primer intento por detenerle, pero fue imposible porque la resistencia del Servicio de Seguridad Presidencial hizo temer que se produjera un choque armado. Tras ese intento fallido, la seguridad de Yoon reforzó el recinto con alambre de espino, barricadas y alineando autobuses para dificultar el paso.
Este pasado martes, Yoon ni siquiera se presentó ante el Tribunal Constitucional que debe decidir si su cese acordado por el Parlamento es firme.
Este miércoles, y tras varias reuniones preparatorias, la Oficina Anticorrupción y la Policía han puesto en marcha un operativo con 1.000 efectivos. Los efectivos han llegado a la residencia en torno a las 5.20 hora local, pero sus dos primeros intentos de acceder al recinto se han visto frustrados por la cadena humana formada por la seguridad del presidente, y por las barricadas.
Por fin, pasadas las 8:00 de la mañana, los funcionarios han podido acceder a la vivienda por la puerta principal. El jefe del Servicio de Seguridad Presidencial, Kim Sung-hoo, ha sido detenido.
Yoon insiste en que el proceso en su contra es «ilegal»
Yoon ha afirmado, en un mensaje grabado en video, que había decidido comparecer ante las autoridades para evitar un potencial «derramamiento de sangre».
El pasado 3 de enero, los investigadores no pudieron cumplir la primera orden de arresto emitida contra un presidente surcoreano en funciones después de un enfrentamiento con cientos de agentes de seguridad presidenciales y guardias militares.
El mandatario ha dicho que considera que las diligencias abiertas en su contra son «ilegales e inválidas». «El estado de derecho se ha derrumbado por completo en este país», ha añadido a la par que ha deseado que ningún ciudadano surcoreano «tenga que soportar jamás tales injusticias al tratar con casos penales en el futuro».
La detención de Yoon no acaba con la crisis institucional en Corea del Sur. El Tribunal Constitucional tiene 180 días, desde el 14 de diciembre, para determinar si se mantiene la destitución del presidente o le restituye en el cargo. Si se confirma la destitución, deberán convocarse elecciones presidenciales anticipadas en un plazo máximo de 60 días.