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«Es una clara demostración de fuerza», indica el experto en extrema derecha Steven Forti
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Vox ejerce de anfitrión y se consolida como puente entre la ultraderecha europea y americana
PorSARA GÓMEZ ARMAS RTVE
«Este encuentro es una clara demostración de fuerza del grupo», considera el historiador especializado en extrema derecha Steven Forti, autor del libro Democracias en extinción. Se trata de la primera cumbre de la formación europea de extrema derecha Patriotas, la tercera fuerza en la Eurocámara, que se constituyó en verano tras las elecciones europeas y que el pasado noviembre eligió al líder de Vox, Santiago Abascal, como presidente del partido.
El objetivo de la cita es, según Forti, por un lado, mostrarse fuertes respecto a otros partidos de la familia de la extrema derecha europea, como Conservadores y Reformistas, pero, también, posicionarse como una «organización sólida en el panorama político internacional, con excelentes relaciones no solo entre ellos, sino también al otro lado del Atlántico, especialmente con el entorno Trump«.
El encuentro, en el hotel Marriott Auditorium de Madrid, acoge a las principales figuras de la ultraderecha europea como el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán —artífice de la creación de Patriotas por Europa—, la líder del partido ultra francés Reagrupamiento Nacional, Marine Le Pen, —partido que suma más eurodiputados a Patriotas—, el holandés Geert Wilders, el italiano Matteo Salvini, el polaco Krzysztof Bosak o el checo Andrej Babiš.
«El mensaje es claro: somos muchos y más fuertes», apunta Forti sobre el cónclave de Patriotas. El partido aglutina a formaciones de la ultraderecha euroescéptica de catorce países, que obtuvieron más de 19 millones de votos en las últimas elecciones al Parlamento Europeo, y cuyo grupo parlamentario homónimo, encabezado por el francés Jordan Bardella, acaparó 86 eurodiputados.
Para Franco Della Donne, doctor en comunicación especializado en la derecha radical, la cumbre busca «mostrar una unidad ideológica, basada en lo que ellos entienden como sentido común», aunque no cree que sirva para trazar un programa con contenido y políticas concretas. «En general, estas reuniones de la ultraderecha se basan más en declaraciones de intenciones grandilocuentes y retórica, que en un programa político específico», matiza.
Alternativa política en Bruselas
El objetivo de la reunión, según adelantó Vox, es “trazar la estrategia para consolidar la alternativa al consenso de populares y socialistas que gobierna en Bruselas desde hace una década”, a la que acusan de practicar el “fanatismo climático”, en referencia a las medidas para luchar contra el calentamiento global, y la “política de puertas abiertas a la inmigración”, sobre el pacto europeo para la migración y el asilo. «Los tres ejes principales de nuestra línea de trabajo son: soberanía nacional, defensa de la libertad, e identidad europea, con la protección del legado cultural y el rechazo a la inmigración masiva que desestabiliza a las naciones», ha afirmado este viernes Vox.
En general se trata de imponer en la agenda mediática difusa, pero apuntalada en su visión conservadora y reaccionaria en lo político, y ultraliberal en lo económico; reorientada ahora hacia posturas más atlantistas con el regreso de Trump a la Casa Blanca, después que varias formaciones de Patriotas, sobre todo de Europa del este, hayan coqueteado en el pasado con Rusia. «Quieren aprovechar el impacto que la vuelta de Trump ha tenido en la agenda mediática y ubicarse en ese mismo escenario», explica Della Donne.
Por eso, aunque no está presente, la sombra del nuevo mandatario estadounidense planea sobre la cumbre, que tiene como lema MEGA (Make Europa Great Again, Hagamos Europa Grande Otra vez), parafraseando el MAGA (Make America Great Again) acuñado por Donald Trump, y como símbolo la catedral católica de La Almudena. El acto principal, con los discursos de las figuras principales de la ultraderecha europea, se celebrará el sábado, mientras que este viernes mantendrán reuniones de trabajo.
«El encuentro será el espacio donde compartir y poner en común su narrativa, pero también es un lugar de intercambio de influencias. Hay un objetivo utilitarista para cada uno de los grupos nacionales que integran Patriotas», ha señalado Della Donne, director de Epidemia Ultra, un proyecto de análisis sobre la derecha radical en el mundo.
Los dirigentes del partido cenarán este viernes con máximos responsables —incluido su presidente, Kevin Roberts— de la Heritage Foundation, uno de los más potentes think tanks ultraconservadores y factoría ideológica de la nueva administración estadounidense. De hecho, una delegación de Patriotas por Europa, único partido europeo que fue invitado a la toma de posesión de Donald Trump el 20 de enero, aprovechó para visitar la sede de Heritage en Washington, donde debatieron cómo extender al mundo su agenda reaccionaria común.
¿Por qué Vox como anfitrión?
Alzado como presidente de Patriotas por Europa en una cumbre en París el pasado noviembre, el líder de Vox, Santiago Abascal, ejerce como anfitrión de la cita en Madrid, que ya ha acogido varios encuentros de la ultraderecha. «Vox es la bisagra que une a la extrema derecha de ambos lados del Atlántico. Desde hace tiempo trabaja bajo esa idea de Iberoesfera», señala el politólogo Guillermo Fernández Vázquez.
Todos los analistas coinciden en que Vox es el puente que conecta a Patriotas por Europa con la ultraderecha transoceánica, no solo con el entorno de Trump a través de la estrecha relación de la fundación Disenso —think tank asociado a Vox— con Heritage, sino también con los presidentes de Argentina y El Salvador, Javier Milei y Nayib Bukele, puntales de la derecha radical en Latinoamérica; o con las principales figuras de la oposición en Venezuela, Maria Corina Machado o Edmundo González.
«Ese papel de puente entre los dos lados del Atlántico ha sido bendecido por el entorno de Trump. Si Orban o Wilders quieren reunirse con Milei, llaman a Vox para ejercer de intermediario», explica Fernández. Vox lleva años cultivando las relaciones con el mundo MAGA y ya en 2020 realizó un extenso viaje por EE.UU. donde presentó su proyecto de Iberoesfera, que resulta interesante al ala dura de los Republicanos porque implica que Latinoamérica mire hacia ellos y reducir la influencia de China en el continente.
Fernández sostiene que Vox es a día de hoy «más influyente a nivel internacional que nacional», ya que en España se mantiene como tercera fuerza y es el grupo que aglutina menor porcentaje de voto en Europa de todos los que integran Patriotas. En las últimas europeas se quedó con un 12,5% de los votos, mientras que la mayoría de sus socios europeos se sitúan en torno al 20%. «En toda la familia de la extrema derecha, no solo en Patriotas, es un grupo modesto, y dentro de España no ha logrado el sorpasso a la derecha tradicional que sí ha conseguido la extrema derecha en Francia o Italia, y no hay perspectiva de que vaya a producirse», apunta.
Para Forti, la elección de Madrid como sede también tiene que ver con que España es uno de los pocos países de la Unión Europea (UE) donde gobierna una coalición de izquierdas, como «estrategia de confrontación directa contra el modelo progresista que perciben como su antítesis».