Un gol de Marc Baró de penalti le da la victoria a los grana, que se quedan a dos puntos del ‘play off’. Casi 20.000 personas vieron el partido en Nueva Condomina.
GREGORIO LEÓN LA OPINIÓN
A pico y pala. Con el rostro bañado de sudor y suciedad. Las manos callosas. El Murcia no está para poesías ni para líricas. Solo para hacer caja. Y con su fútbol fabril se ha quedado a un paso de acceder a una zona que hasta hace poco tenía por completo prohibida: el ‘play off’. El Ceuta también salió de vacío de Nueva Condomina. Un gol de penalti fue suficiente. Los grana han hecho de la defensa un arte y del 1-0 un camino para llegar a la cima.
A fuego lento. Así fabricó su gol el Real Murcia, que quiso cumplir a rajatabla el primer mandamiento: no encajar. Cegó vías de penetración al Ceuta y fue elaborando, poco a poco. Y José Ángel Carrillo, otra vez esencial, como lo fue ante el filial del Granada, se adelantó a Pedro López y el portero hizo penalti. Marc Baró transformó el penalti, con un lanzamiento impecable. El jugador balear tuvo en sus botas el 2-0. Una falta lanzada desde casi 25 metros le dio la posibilidad. Golpeó con fuerza y solo el palo le negó el gol.
Después del descanso, el Murcia pudo mejorar su ventaja. Pero Carrillo, en un mano a mano, no pudo resolver. El Ceuta se apropió de la pelota ante un rival encastillado, abrigando a su portero. Pero todas las acciones ofensivas del equipo de José Juan Romero quedaron en grado de tentativa. Y eso que sacó toda la pólvora, incluido Dani Romera.
El Ceuta insistió en sus ataques. Pero el orden defensivo del Murcia, impecable, transporta al equipo de Pablo Alfaro a la zona más interesante de la clasificación. La única nota negativa: la lesión de Dani Vega.
18.944 personas vieron el partido en Nueva Condomina.