La entidad grana, que está dispuesta a cerrar el acuerdo por una cantidad próxima a los 400.000 euros, quiere establecer un contrato de larga duración.
GREGORIO LEÓN ORM
Felipe Moreno y Enrique Roca han estado nueve horas reunidos. Y ni siquiera todo ese tiempo ha servido para que lleguen a un acuerdo. Las posiciones están muy marcadas. El Real Murcia entiende que la cantidad que aporta el empresario lorquino por usar el naming del estadio es de todo punto insuficiente; Roca se aferra a su contrato y defiende su plena vigencia. Ahora hay un abismo que separa a las dos partes. «Cuando tenga una alternativa, llamaré a Enrique para que recoja sus letras», explicó gráficamente el presidente del Murcia en su última comparecencia pública, que ha sido esta semana.
El Murcia está negociando con dos empresas, que sí se acercan a las cifras manejadas en estos momentos por el club grana: 370.000 euros. En los próximos quince días podría quedar definida una de las dos operaciones en marcha. Felipe Moreno no quiere precipitaciones ni que el nombre del estadio cambie cada año. Por eso apuesta por una empresa que firme un contrato de larga duración, que sea solvente y que colme las expectativas económicas del club. Esa cifra de 370.000 euros sería más del doble de lo que actualmente aporta Enrique Roca (160.000 euros). Y el presidente murcianista se gobierna por un criterio irrenunciable: apartar todo aquello que perjudique al Murcia. Y con el contrato de Roca, el Murcia pierde mucho. No solo en términos económicos, sino también por la imposibilidad de que otras empresas ligadas a la construcción puedan anunciarse en el estadio.
Una de las empresas con las que el Real Murcia ha entablado conversaciones ha sido con Universae, que ya está vinculada al club grana. Y mientras que se suceden las reuniones y el Murcia avanza en la dirección deseada, los burófax de Enrique Roca no paran de llegar. Este jueves, otro, reclamando sus derechos, según aseguran a Onda Regional fuentes del club murcianista. No hay ningún acreedor afectado por el plan de reestructuración de deuda que haya mostrado una beligerancia tan acentuada. Entran en colisión derechos e intereses contrapuestos.
El Ayuntamiento rechaza, de momento, la concesión a 75 años
La Ciudad Deportiva del Real Murcia sigue caminando. Lo hace con lentitud, la propia que marcan las estrictas leyes administrativas y urbanísticas. Esta semana ha habido un contacto entre abogados del club y del Ayuntamiento, a fin de definir los próximos pasos a dar. El Murcia quiere obtener una concesión del uso de la Ciudad Deportiva por un tiempo de 75 años. Esa petición ya está hecha, y ha sido recibida por los juristas del Ayuntamiento, que se inclinan por un marco temporal más reducido, y que no quieren incurrir en precipitaciones. Por eso, antes de tomar una decisión de tal naturaleza, establecen como preceptivo que todo el espacio requerido para el desarrollo integral del proyecto (190.000 metros cuadrados) sea de titularidad pública. Aún quedan unos miles de metros en manos privadas, que deben quedar liberados. A partir de ese momento será pertinente el estudio de la duración de la concesión. El estadio Nueva Condomina la tiene otorgada por 50 años.
Felipe Moreno pretende que la primera fase arranque en el mes de enero de 2025, con la construcción de dos campos de hierba natural y uno de hierba artificial, que serían las nuevas casas del primer equipo y del filial. Estaría concluida para el mes de mayo y acabarían las excursiones a Pinatar Arena.