Estos mamíferos viven en el este de Turquía en condiciones meteorológicas extremas, tanto en verano como en invierno
LA OPINION
Dos nuevas especies de topo han sido descubiertas en las regiones montañosas al este de Turquía. Ambas han permanecido ocultas a la vista de la ciencia desde hace unos 3 millones de años. Y aunque cada vez es más complicado encontrar mamíferos nuevos, este hallazgo corrobora que aún hay mucho que redescubrir.
En concreto, un grupo de científicos internacional ha identificado dos topos que han bautizado como Talpa hakkariensis y Talpa davidiana tatvanensis. Estos animales se unen a la familia de los mismos mamíferos subterráneos que se alimentan de invertebrados y cuya distribución geográfica abarca Europa y Asia occidental.
Cabe recordar que si bien en España sólo se encuentran dos especies, el topo europeo (Talpa europaea) y el topo ibérico (Talpa occidentalis), a medida que se avanza hacia al este de Europa, se encuentran otras especies que difieren mucho entre sí.
Condiciones climáticas extremas
Los nuevos topos descubiertos viven en condiciones meteorológicas extremas, lo que les ha permitido adaptarse a condiciones de mucho frío y de ingente calor. De esta manera, son capaces de adaptarse a los más de 50 grados que alcanzan los termómetros durante el verano y sobrevivir en los gélidos inviernos bajo dos metros de nieve.

La secuenciación de ADN ha sido vital para este hallazgo. Si no fuera por estas técnicas, hubiera sido imposible diferenciarlos. “Los nuevos topos que hemos identificado parecen similares a otras especies”, insiste el autor principal de este estudio publicado en Zoological Journal of the Linneal Society, David Bilton.
No en vano, los topos tienen limitaciones a la hora de evolucionar, ya que viven bajo tierra, con lo que su cuerpo no suele experimentar grandes cambios. Sin embargo, una vez se observa más a fondo a estos animales a través de la lupa genética, resultan ser muy diferentes entre sí.
Ya hay 18 especies de topos en Europa y Asia
Además de los análisis genéticos, los investigadores estudiaron el tamaño y la forma de sus cuerpos a través de matemáticas avanzadas, lo que también les permitió incluir especímenes recolectados en el siglo XIX y que se han convertido en piezas museísticas. Con estos resultados el número total de topos euroasiáticos conocidos ha pasado de 16 a 18 especies, cada una con sus propias características genéticas y físicas distintas.
El Talpa hakkariensis se encontró en la región de Hakkari, en el sureste de Turquía. Esta nueva especie tenía rasgos muy distintivos, tanto en su morfología como en su ADN. Talpa davidiana tatvanensis se halló cerca de la ciudad Bitlis, también en el sureste de Turquía. Aunque ésta también mostraba ciertos rasgos distintivos, fue calificada como subespecie de la Talpa davidiana, también conocido como topo del Padre David, que también suele verse en Irán. Este último se identificó por primera vez en 1884 y hoy en día se encuentra en peligro de extinción al haber perdido su hábitat.

No es nada habitual encontrar nuevos mamíferos en el planeta. «Sólo se han identificado alrededor de 6.500 especies de mamíferos en todo el mundo y, en comparación, se conocen alrededor de 400.000 especies de escarabajos, de los cuales se estima que entre 1 y 2 millones en la Tierra», relata Bilton.
En este sentido, el biólogo pone de relieve que “la mayoría de la gente asume que conocemos todas las especies con las que compartimos planeta y nuestro estudio destaca que podríamos estar subestimando la verdadera naturaleza de la biodiversidad”, relata el investigador. Por esta razón, este estudio incide en la necesidad de revisar la taxonomía actual.
“No tenemos ninguna duda de que futuras investigaciones revelarán que existe más diversidad de la que creemos y que quedan más especies nuevas de topo sin descubrir”, insiste el científico. Con el cambio climático y la pérdida de los hábitats, esta tarea es, si cabe, más apremiante. “Si queremos proteger las especies, debemos saber que existen”, concluye el investigador.