Decenas de independentistas se encaran a Junqueras al grito de «¡fuera botiflers!» en la manifestación en Barcelona

Los independentistas celebran este jueves una manifestación en contra de la cumbre entre España y Francia que tendrá lugar en Barcelona y, con esta concentración, defenderán que el ‘procés’ “no se ha acabado” pese a las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en las que dijo que sí. La manifestación, cuyo lema es Aquí no se acaba nada. Independencia, Países Catalanes, Basta represión está convocada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultura y el Consejo de la República, y se han sumado a ella otras 30 entidades más. El objetivo es protestar contra la cumbre hispano-francesa.

La ANC consideró una “provocación”, una “fantasía” y una “falsedad” que el Gobierno haya dicho en “varias ocasiones” que iba a Barcelona “también para certificar el fin” del ‘procés’, teniendo en cuenta que “no se ha dado ninguna solución política al conflicto”, ya que todavía hay “representantes del movimiento en el exilio”. Asimismo, esta asociación recordó que hay 500 personas pendientes de juicio por causas relacionadas con el referéndum del 1 de octubre de 2017 y la “posterior represión” del Estado que “ha afectado a más de 4.000 personas”. “La voluntad de independencia está más viva que nunca”, destacaron las tres entidades convocantes.

A su vez, la ANC hace un llamamiento a la “participación masiva” para mostrar el rechazo a esta cumbre y anima a los participantes a llevar chalecos amarillos, un símbolo de “lucha” con el que la población francesa “ha conseguido victorias”. También les insta llevar utensilios que hagan un ruido “estridente” para que se oiga su voz por encima de “cualquier blindaje policial”.

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ERC, Junts y la CUP están presentes en esta manifestación que, según la Guardia Urbana, ha reunido alrededor de 6.500 personas. El secretario general de Junts, Jordi Turull, señaló que es una “buena oportunidad” para “reactivar” los “grandes activos del independentismo”, la “movilización y la unidad”. “Tenemos que estar todos los que estuvimos en el 1 de octubre. Tiene que servir como punto de inflexión”, dijo. El expresidente de la Generalitat y eurodiputado de JxCat, Carles Puigdemont, ha expresado su apoyo a los manifestantes: «Mucha fuerza, ánimos y determinación a todos los que hoy estaréis en la manifestación en Barcelona», afirma Puigdemont, antes de transmitir «un agradecimiento inmenso por estar siempre, pese a todas las dificultades», ha dicho en Twitter.

Ningún miembro del Gobierno catalán asistirá, pero sí lo ha hecho ERC y su líder, Oriol Junqueras, que ha terminado abandonando la concentración después de que decenas de manifestantes se hayan encarado a él al grito de «¡fuera botiflers!» y con pitos.

Antes de irse, Junqueras ha atendido a los medios y ha manifestado que «el independentismo sigue bien vivo. El conflicto no ha terminado porque sigue habiendo represión contra los catalanes en forma de persecución económica y de juicios». Considera que «este conflicto no terminará hasta que la sociedad catalana pueda ejercer su derecho a la autodeterminación votando» y advierte: «Ese es el camino que seguimos. En este camino seguimos trabajando y negociando en todos los ámbitos. Lo hacemos de gobierno a gobierno con el Gobierno español».

El presidente catalán, Pere Aragonès, explicó que su partido acude a una concentración de “autoafirmación de que el independentismo sigue activo, que el proceso de independencia no se ha acabado”, pero no participa diciendo que no se tiene que producir esta cumbre.

Por su parte, desde la CUP, que acudirá también a este encuentro, la diputada Laia Estrada aseguró que el objetivo de Sánchez es “mostrar al mundo que ha acabado con el conflicto político de en Cataluña” y señaló que la participación de Aragonès significa “facilitar y avalar este mensaje de derrota que quiere proyectar el Estado”.

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El gobierno catalán

El presidente catalán participará en esta cumbre, pero únicamente al inicio, en la recepción de las delegaciones. Es decir, en la recepción tanto del presidente del Gobierno de España como del presidente francés, Enmanuel Macron. Después ya no participará en nada más. La última vez que Sánchez y Aragonès se vieron fue en la reunión que mantuvieron en Moncloa en julio.

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Al respecto, Aragonès, ante las críticas de personas que no entienden que esté presente en esta recepción mientras su partido participa en la manifestación, preguntó quién tiene que recibir a Macron si va a Cataluña, la delegada del Gobierno español en esta comunidad o el presidente. “Lo recibe el presidente de Cataluña”, sentenció. Sin embargo, aseguró que el Gobierno “se ha equivocado” al intentar “mezclar” lo que es una reunión de trabajo “importante” entre dos gobiernos “con el conflicto entre Cataluña y España”, pero comentó que las “discrepancias” que pueda haber entre su Ejecutivo y el de España no pueden “condicionar” las relaciones de esta comunidad con “terceros Estados”.

Cortan la AP-7

Medio centenar de manifestantes independentistas han cortado la autopista AP-7 durante unos 20 minutos a la altura de La Roca del Vallès y de Llinars del Vallès (Barcelona), en dirección a Girona, en protesta por la cumbre hispano-francesa que se celebra este jueves en Barcelona.

Según informa el Servicio Catalán de Tráfico, la protesta independentista, que ya ha finalizado, ha provocado retenciones de hasta 4 kilómetros y se hacen desvíos obligatorios en la salida 12A hacia la C-35.

Varias denuncias

Según señala el manifiesto de la manifestación, el objetivo es decir a Francia y España de manera “clara y contundente” que el 1 de octubre de 2017 tuvo lugar un referéndum de autodeterminación en esta comunidad y, con “una mayoría del 91%” de votos a favor, se decidió que Cataluña fuera “un Estado independiente”.

También pretende denunciar la “represión y persecución política, judicial y policial” de la lengua catalana en toda la comunidad lingüística nacional, desde hace “más de tres siglos y hasta la actualidad”, especialmente el “acoso” al que se encuentra sometida la educación en catalán por el Estado español y el francés “en el territorio propio”. En este sentido, exige que Francia haga oficial el catalán en la Cataluña Norte y lo respete como “lengua propia” si quiere ser “coherente” con los valores de la República y de los derechos humanos que “dice defender”, así como que deje de intentar “obstaculizar” el uso del catalán en los ayuntamientos de esta zona.

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