El tenista murciano derrota a Pedro Martínez por 6-2 y 6-1 y está ya a un paso de la final del ATP 500 de Róterdam.
![Alcaraz](https://media.orm.es/thumbnail/VzlhV25RNFdUMD0/1400/788/c/ZnBBTmF2dUY2R0twVkllNG55Yy9lU2Y0dnl6d0ZXR2JRc0FpVW9aWnQ4WT0=/alcaraz-abre-gas-en-roterdam.jpg)
GREGORIO LEÓN
Jim Courier dijo hace unos días que Carlos Alcaraz es un generador de emociones. No hay tenista como el murciano. Compañeros en la Davis, pero antagonistas en el escenario de Ahoy. Pedro Martínez sabía a lo que venía. Con este Alcaraz es imposible. Aparte de que era su primera cita con uno de los mejores tenistas del mundo, cuando el jugador nacido en El Palmar se pone así, no hay manera. Y es que Carlitos está empeñado en ganar en Róterdam su primer torneo de 2025. Ya mostró ante Andrea Vavassori que no está para bromas. Y con Pedro Martínez ha mostrado esa misma fiereza. En poco más de una hora se ha merendado a su compatriota, con un 6-2 y un 6-1. Implacable.
El nivel de Alcaraz está siendo extraordinario. No se está guardando nada. Y la mejoría en los porcentajes con sus primeros le está ayudando mucho, simplificando la consecución de cada punto. Solo ha cedido dos puntos con los primeros saques. Un dato muy elocuente sobre el nivel que ha alcanzado el jugador murciano en esta suerte decisiva del juego, en la que tenía tanto margen de mejora.
Lo intentó por todos los medios Pedro Martínez, pero la batalla estaba perdida. Por momentos Carlitos desplegó su juego atómico, ese que le ha hecho rendir a rivales de mayor tonelaje para ir acumulando Grand Slams. Alcaraz tomó casi siempre la mejor decisión, eligiendo el mejor golpe, bien soltar un trallazo o ejecutar una dejada de las suyas. Encadenó un winner detrás de otro. Rozó la perfección.
Cuatro meses después, tras 125 largos días, Carlos Alcaraz vuelve a una semifinal. Le esperan en ella Rublev o Hurkacz.