Tres mil expedientes debían ser remitidos a la CHS pero el colapso de los laboratorios ha impedido emitir todos los certificados a tiempo
LA OPINIÓN
La Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena ha trabajado contra reloj hasta la pasada medianoche y ha apurado al máximo el plazo establecido por la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) para que los agricultores acrediten que no contaminan el Mar Menor ni el acuífero. Los propietarios de las parcelas que no hayan podido presentar a tiempo los informes requeridos por la CHS están abocados al corte del suministro de caudales. Fuentes del organismo de cuenca apuntaron que el riego en las propiedades que presenten sus certificaciones fuera de plazo podrá restablecerse una vez que acabe la revisión de todos los expedientes si cumplen los requisitos exigidos.
En cualquier caso, tendrán que esperar a que sean estudiados primero los expedientes remitidos dentro del plazo legal, que fue ampliado por la CHS hasta el 8 de septiembre.
El presidente de los regantes del Campo de Cartagena, Manuel Martínez, aseguró que los servicios de la comunidad estaban trabajando con un ritmo «frenético» y no pararían hasta la medianoche para remitir al organismo de cuenca la documentación de todos los propietarios. «Todo lo que nos llegue lo vamos a enviar. La noche será larga», aseguró. Según sus cálculos, a última hora de la tarde de este jueves se habían presentado más de 2.200 expedientes de los 3.000 previstos, que corresponden a 28.000 hectáreas. Martínez explicó que la gran afluencia de entradas llegó a colapsar la red informática, aunque se restableció rápidamente.
Añadió que también surgieron problemas técnicos con el registro, por lo que prevé que el envío podría prolongarse después de las 24.00 horas de este jueves.
Las restricciones en el uso de fertilizantes y los controles en los cultivos afectan a 30.000 parcelas de la comarca. De las 46.000 hectáreas cultivadas en el Campo de Cartagena, unas 7.000 están fuera de la zona en la que deben aplicarse las medidas cautelares establecidas para preservar de la contaminación química las aguas del Mar Menor y el acuífero subterráneo sobre el que se asientan las plantaciones de la comarca.
Desde la CHS apuntaron que el plazo oficial se ha ampliado en un mes, de acuerdo con la normativa legal, pero no puede volver a prorrogarse.
Los propietarios debían presentar un informe emitido por un ingeniero agrónomo o un ingeniero técnico agrícola certificando que cumplen las medidas cautelares establecidas por la Junta de Gobierno de la CHS en 2020 para evitar la entrada de nitratos y de otros residuos agrarios a la laguna salada y al acuífero que vierte al Mar Menor.
Sin embargo, los laboratorios y los técnicos que debían emitir los certificados exigidos se han visto colapsados este verano por la demanda de los regantes, lo que ha impedido que todos los solicitantes pudieran presentar su expediente dentro de plazo, lo que les aboca a quedarse sin agua para regar.
Los agricultores debían hacer análisis para comprobar que la concentración de nitratos no supera la permitida, a lo que se suma la medición de la humedad del suelo para garantizar que no se infiltra agua de riego al acuífero.
Fuentes del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas y Graduados en Ingeniería Agrícola de la Región de Murcia aseguraban a principios de semana que estaban colapsados ante la falta de personal para estas labores.
Para evitar el corte en el suministro de riego, Manuel Martínez aconsejaba a los propietarios que no han conseguido a tiempo sus certificados que presentaran un expediente provisional para completarlo después, cuando dispongan de la documentación requerida. «La Ley de Procedimiento Administrativo lo permite», aseguró.
Desde el organismo de cuenca precisaron que los propietarios que no han conseguido sus certificaciones podrán presentar su documentación a partir de ahora.
Estos expedientes serán estudiados una vez que sean revisados los de los regantes que han presentado su expediente dentro de plazo, por lo que se quedarán para el final.