Yolanda Díaz clama en Murcia por «una Europa más social» que reduzca su dependencia de «China y Washington»

La vicepresidenta segunda del Gobierno demanda al resto de ministerios que «se impliquen» con la economía social, cuyo plan estratégico 2023-2027 ya se ha ejecutado al 90%

El delegado del Gobierno, Francisco Lucas; la secretaria de Estado de Economía Social, Amparo Merino; la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz; y el presidente de Social Economy Europe, Juan Antonio Pedreño.

El delegado del Gobierno, Francisco Lucas; la secretaria de Estado de Economía Social, Amparo Merino; la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz; y el presidente de Social Economy Europe, Juan Antonio Pedreño. / Juan Carlos Caval

Jaime Ferrán  la opinión

La vicepresidenta del Gobierno de España y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, defendió este miércoles en Murcia el valor de la economía social durante su participación en la I Cumbre Europea de la Economía Social, celebrada en el Auditorio Víctor Villegas. Rodeada de sus homólogos de varios países europeos como Francia y Polonia, recibió aplausos después de criticar al Gobierno de los 27 por el «enorme error» que supone «seguir recortando en economía social».

«No hay Europa social sin economía social en el centro», subrayó la ministra, que reclamó a las autoridades comunitarias que sigan la línea marcada por los exprimeros ministros italianos Mario Draghi y Enrico Letta, que demandan a la Unión Europea un cambio en el modelo productivo para mejorar la competitividad, al tiempo —añadió Díaz— que reducen la «dependencia de China y Washington».

El público aplaudió después de que criticara al Gobierno de los 27 por el «enorme error» que supone «seguir recortando en economía social»

Asimismo, reclamó al resto de ministerios del Gobierno de España «que se impliquen» con la economía social para hacerla «más transversal». «No toda la gobernanza se hace igual en todos los ministerios», lamentó, recordando que las empresas de este sector se quejan de que «se las trata como oenegés» cuando no lo son. «Son empresas sólidas y robustas que generan centenares de miles de puestos de trabajo», añadió.

Por otra parte, la ministra señaló que otros de los problemas a los que se enfrenta la economía social son la falta de financiación y las mejorables estadísticas que evalúan la acción de este tipo de organizaciones, que engloban cooperativas, mutualidades, fundaciones, asociaciones, empresas de inserción y centros especiales de empleo.

Yolanda Díaz, durante un momento de su intervención en la mesa redonda.

Yolanda Díaz, durante un momento de su intervención en la mesa redonda. / Juan Carlos Caval

Durante una mesa redonda en la que participaron los responsables de economía social de Francia, Bulgaria, Polonia, Chipre, Rumanía y España, Díaz sacó pecho por el «gran éxito» cosechado por su Ministerio en esta materia. Por ejemplo, destacó que, de los 2.800 millones de euros dedicados a desarrollar la Estrategia Española de Economía Social 2023-2027, ya se ha ejecutado más del 90%.

Dentro de esta estrategia, se pretende crear un ‘hub’ de vanguardia del PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) para generar un espacio de trabajo a nivel intergubernamental de promoción de marcos legales y ecosistemas favorables para la economía social.

La vicepresidenta señaló la emergencia climática y la «adecuación a las sociedades digitales» como retos de las empresas del sector

También subrayó que se haya añadido el nombre «economía social» en el Ministerio de Trabajo, así como que se haya creado una Secretaría de Estado propia. «Lo institucional importa«, dijo.

Asimismo, Díaz invitó al sector a encarar los retos que tiene por delante, que tienen que ver con la emergencia climática y con su «adecuación a las sociedades digitales«. Dirigiéndose al presidente de Social Economy Europe, Juan Antonio Pedreño (también presidente de Ucomur), le animó a seguir creciendo para aumentar aún más el peso de la economía social en el PIB para que así les «escuchen más».

«No queremos competir con nadie, pero sí que nos traten como iguales», manifestó, en referencia a la «discriminación positiva» de la que se benefician empresas de la economía tradicional a la hora de, por ejemplo, acceder a financiación. «La economía social —agregó— resuelve problemas de despoblación» y «es feminista», remarcó la vicepresidenta.

España presidirá el Comité de Seguimiento de la Declaración de Luxemburgo

Yolanda Díaz aprovechó el evento para anunciar que España presidirá junto a Francia el Comité de Seguimiento de la Declaración de Luxemburgo, para fomentar la coordinación de políticas que impulsen la economía social en el conjunto de la UE. Se trata de un espacio político fundamental en el que alinear agendas e impulsar, desde los gobiernos de la Unión, este modelo económico.

Mejora del plan de acción

Por la mañana, la secretaria de Estado de Economía Social, Amparo Merino, señaló a la financiación y la visibilidad de este modelo empresarial como «desafíos fundamentales» en la revisión del plan de acción que la Comisión Europea llevará a cabo este año. Para Merino, este es «un momento decisivo» para el sector en el que no se debe permitir que la agenda de la economía social «quede relegada a un segundo plano» en las políticas europeas.

Por su parte, la copresidenta del Intergrupo de Economía Social del Parlamento Europeo, la eurodiputada murciana Maravillas Abadía, destacó como prioridades de este organismo la mejora la financiación de las políticas de apoyo a la economía social y la necesidad de evaluar el funcionamiento de las medidas incluidas en el plan de acción europeo. «El futuro de Europa solo será sólido si es cercano a los cuidados, generador de oportunidades y respetuoso con la cohesión de los territorios», señaló.

El presidente del máximo organismo europeo de Economía Social, así como de la patronal estatal y la de la Región de Murcia en este campo, Juan Antonio Pedreño, subrayó la necesidad de aplicar las medidas del plan de acción en todos los países europeos, ya que todavía hay disparidad entre los estados miembros en cuanto a la implantación de este modelo económico. Asimismo, consideró necesario mejorar el acceso a los fondos europeos.