El supuesto parricida tenía antecedentes por malos tratos y había quebrantado una orden de alejamiento dictada el pasado mes
Un hombre de 39 años ha matado presuntamente a su hijo de 11, al que tenía que haber entregado ayer a su madre, y después se ha ahorcado en un domicilio de la localidad murciana de Beniel.
Según han informado fuentes de la investigación, la Policía local de este municipio recibió una llamada en la que se informaba que David S.O. no había entregado a su hijo a las 20:30 horas, como establecía el régimen de visitas.
Los padres de Cristian, Laura y el asesino, se habían se estaban separado hacía un año. La madre se había marchado a casa de sus padres a vivir con sus dos hijos, Cristian, de 11 años, y otro, de 18 años, y le había dejado la casa familiar a él.
Fue a esta casa donde los agentes municipales se desplazaron después de que los familiares avisaran de que David S. O. había tenido comportamientos suicidas, y comprobaron que la puerta estaba cerrada con llave por dentro, por lo que avisaron a un cerrajero que la abrió.
Fue entonces cuando entre el pasillo y el baño encontraron tendido en el suelo el cuerpo del menor rodeado de gran cantidad de sangre y en la cocina el del padre ahorcado.
La Guardia Civil también se trasladó a la vivienda para hacerse cargo de la investigación, han indicado las mismas fuentes, que han señalado que el supuesto parricida tenía antecedentes por malos tratos y había quebrantado una orden de alejamiento dictada el pasado mes.
Según fuentes cercanas a la familia el padre, que no había aceptado el divorcio, había tenido problemas con el alcohol. La madre trabaja cuidando niños, mientras que David S. O se dedicaba a la construcción, trabajo que había tenido que abandonar al tener problemas de vértigo.
Fuentes cercanas al caso han señalado que se han decretado dos días de luto y se ha convocado un minuto de silencio a las 12.00 horas en señal de rechazo a este trágico suceso. Asimismo, las banderas ondearán a media asta.