El Ayuntamiento ofrece ayudas a las familias de los recién nacidos hasta que cumplen los seis años para frenar la despoblación
El Ayuntamiento de Ulea ha encontrado la fórmula para frenar la despoblación que sufren los municipios del Valle de Ricote, una comarca que lleva décadas perdiendo habitantes. El objetivo es atraer a las parejas dispuestas a criar a sus hijos en el pueblo y conseguir que regresen los jóvenes que se habían marchado a vivir fuera para aumentar la natalidad.
Con 891 habitantes, según los últimos datos del padrón municipal contemplados por el INE, la población trata de poner fin al declive demográfico que amenaza a los pueblos pequeños sin expectativas de creación de empleo ni de actividad económica con un programa que ofrece ayudas destinadas a las familias con hijos menores de tres y de seis años, que ya ha empezado a dar sus frutos.
Según explica el alcalde, Víctor Manuel López Abenza, los nacimientos han pasado de «cinco o seis al año a 19 en 2024, lo que supone un crecimiento del 240%».
Además de las ayudas de 150 euros mensuales establecidas para los padres de los recién nacidos, que se pueden mantener hasta que cumplen los seis años, el Ayuntamiento también ha tratado de mejorar las condiciones que encuentran los alumnos del colegio Villa de Ulea para que resulte más atractiva y cómoda la escolarización en el municipio.
El centro ha introducido mejoras como «la climatización de las aulas o la instalación de aseos adaptados» para los escolares más pequeños, que en otros municipios de la Región se han convertido en un auténtico quebradero de cabeza para los padres. «Es uno de los colegios públicos con mayor dotación», asegura López Abenza.
Tiene, ademas, un reducido número de alumnos por clase, «lo que permite ofrecer una atención que no pueden tener otros colegios con una mayor población escolar, lo que lleva a «familias de otros municipios a escolarizar a sus hijos en Ulea», cuenta con orgullo.
También dispone de comedor, de aula para los alumnos que llegan antes de empezar las clases y de ludoteca y aula de descanso para los que tienen que quedarse al acabar la jornada lectiva. Según apunta el alcalde, los escolares pueden permanecer en el centro «desde las 7.30 horas de la mañana hasta las 19.00», con lo que se facilitan las posibilidades de «conciliación y de la crianza con la vida laboral».
Además, «hay monitores que encargan de ayudarles en sus tareas de forma que cuando los padres se los llevan a las siete de la tarde tengan hasta los deberes hechos. Es algo en lo que también colaboramos para el descanso de las propias familias», explica.
En este momento hay 34 menores de seis años beneficiarios de las ayudas, que pueden llegar a alcanzar los 10.800 euros a lo largo de este periodo. Si tienen algún tipo de discapacidad, la aportación municipal alcanza los 14.400 euros.
El presupuesto municipal, que este año asciende a dos millones de euros, destinará 65.000 al Proyecto Renace.
Cuando se puso en marcha el Proyecto Renace, que fue publicado en el Boletín Oficial de la Región en abril de 2021, el municipio tenía 866 habitantes, a pesar de que en el año 2007 había rozado el millar.
No obstante, en 1940 vivían en Ulea 1940 personas, cuyos hijos se han ido marchando con el paso de los años en busca de oportunidades de trabajo que no ofrecía su municipio. En el propio plan se recoge que, «dada su situación geográfica, alejada del litoral, Ulea no goza de la actividad económica que pueden tener otros municipios costeros de la Región y tampoco dispone del tejido industrial de otras comarcas. Esta circunstancia, entre otras, implica que Ulea no pueda ofrecer las oportunidades que sí ofrecen las grandes ciudades».
Sin embargo, esta situación puede cambiar en los próximos años, dado que la construcción del Arco Noroeste va a mejorar las conexiones de Ulea con las principales autovías de la Región y abrirá también la puerta a la creación de suelo, que puede ser un gran aliciente para la instalación de empresas.