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El encuentro llega una semana después de que el mandatario estadounidense pidiera expulsar a España de la OTAN
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Sigue en directo la situación en Oriente Próximo
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, se han saludado públicamente por primera vez desde el regreso del mandatario estadounidense a la Casa Blanca y apenas cuatro días después de que sugiriese la salida de España de la OTAN. Ha sido en Egipto, donde una veintena de líderes internacionales han sido invitados por Trump y el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, para la firma del acuerdo de paz para Gaza.
En un discurso, Trump ha ido agradeciendo a los mandatarios uno por uno. Cuando se ha dirigido públicamente a Sánchez para agradecerle que España está «haciendo un trabajo fantástico», ha aprovechado para interpelarle por el gasto en defensa.
«¿Estáis trabajando aquí sobre el tema del PIB? Ya llegaremos a eso. Estáis haciendo un trabajo fantástico», ha dicho.
Trump interpela a Sánchez por el gasto en defensa: «¿Estáis ya trabajando con el tema del PIB?»
Antes de la foto de familia y la formalización del acuerdo, ambos han protagonizado un saludo en el que se han estrechado con fuerza la mano y han intercambiado palabras durante 15 segundos. Al igual que hizo con otros líderes, Trump le ha dado un ligero tirón del brazo de Sánchez, quien ha posado brevemente su mano sobre la espalda del presidente estadounidense.
Posteriormente, Sánchez ha participado en la ceremonia de firma del plan de paz para Gaza con el compromiso de que España está decidida a contribuir en los pasos que han de darse a partir de ahora para lograr la paz definitiva en Oriente Medio.
Sánchez y Trump se saludan en la Cumbre de la Paz para Gaza
Ambos han coincidido por primera vez desde la cumbre de la OTAN en junio, si bien entonces no hubo ningún saludo entre ellos. En septiembre, Sánchez también viajó a Nueva York en la apertura del nuevo periodo de sesiones de la ONU, donde Trump tomó la palabra en la Asamblea General, pero el jefe del Ejecutivo español no asistió a la tradicional recepción que suele ofrecer el presidente de Estados Unidos a los líderes presentes en ese foro.
Fue el rey Felipe VI quien encabezó este año la delegación española y, por tanto, fue él quien acudió a la recepción de Trump y su esposa, Melania.
Trump sugirió expulsar a España de la OTAN
Pese a sus pocas coincidencias, los dos mandatarios han protagonizado desencuentros públicos en varias ocasiones a costa del gasto en defensa. El último fue la semana pasada, cuando Trump aseguró que había un «país rezagado» en el acuerdo unánime de la OTAN para aumentar la inversión al 5% del producto interior bruto (PIB).
España se sitúa entre el grupo de países de la OTAN que menos invierte en Defensa, con el 2% —un objetivo que se marcó en 2014—, porcentaje que comparte con Bélgica, República Checa, Luxemburgo y Portugal. Pero, a cambio de menos gasto, España compensa con una gran implicación en las operaciones militares en el Báltico, Letonia, Bulgaria, Turquía o Líbano, donde hay más de 3.000 efectivos. En este contexto, Sánchez obtuvo en junio flexibilidad para cumplir con los nuevos objetivos de capacidades militares, algo que no gustó a su homólogo estadounidense.
«[España] no tienen excusa para no hacerlo. Pero no pasa nada. Tal vez deberían expulsarlos de la OTAN, francamente«, dijo en una rueda de prensa en la Casa Blanca. Pese a sus declaraciones, fuentes del Gobierno español trasladaron su «máxima tranquilidad» y aseguraron que España cumple con sus objetivos de capacidad «tanto como Estados Unidos».
Meses antes, durante la cumbre de la Alianza, Trump afirmó que España era «un problema cuando se trata del gasto en la OTAN» y amenazó con una guerra comercial para que pague «el doble» si no suscribía el compromiso. «La OTAN va a tener que lidiar con España. Ha pagado muy poco. O ha sido buen negociador o no ha hecho lo correcto», agregó.
Sánchez respondió a las advertencias del presidente estadounidense recordándole que España es un país «soberano» y que la política comercial con cualquier miembro de la UE debe acordarse con Bruselas «en nombre de todos los Estados miembros».