Crecen las intoxicaciones alimentarias en la Región hasta superar los 2.800 casos en el último año

Salud detecta un aumento de enfermedades transmitidas por alimentos o agua, con descenso de la salmonelosis, que alcanzó su máximo en 2023

Laboratorio Regional de Salud Pública, donde se analizan las muestras de alimentos o agua recogidas.

Laboratorio Regional de Salud Pública, donde se analizan las muestras de alimentos o agua recogidas. / Juan Carlos Caval

Ana García  LA OPINIÓN

Se acerca el verano, la estación en la que las autoridades sanitarias extreman la vigilancia sobre las enfermedades transmitidas por alimentos o agua, ya que las altas temperaturas aumentan el riesgo de que se presenten casos aislados o brotes de algunas de ellas.

En el último año, las intoxicaciones alimentarias han aumentado en la Región un 12,6% hasta alcanzar los 2.804 casos contabilizados el pasado 2024, frente a los 2.490 que se registraron en el año 2023. Estas cifras suponen más de siete casos diarios en la comunidad. Así queda recogido en el último Boletín Epidemiológico publicado hace tan sólo unos días por el Servicio de Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública, dependiente de la Consejería de Salud murciana.

En el trabajo sobre Enfermedades transmisibles sujetas a vigilancia en la Región de Murcia 2024 se detalla que el pasado año, continuando con la tendencia de los últimas anualidades, «un número considerable de enfermedades sujetas a vigilancia aumentaron su incidencia respecto al año anterior», un fenómeno que también se está observando en el resto del panorama nacional, «especialmente en las infecciones de transmisión sexual».

La hepatitis A cambia de patrón y vuelve a prevalecer el contagio por vía sexual entre hombres

En este sentido, se señala que enfermedades que habitualmente están asociadas a la transmisión alimentaria, como hepatitis A o shigelosis, vuelve a experimentar un aumento de la incidencia en la transmisión por la vía sexual, vinculada, principalmente, a hombres que mantienen sexo con hombres.

Entre los 2.804 casos de enfermedades transmitidas por alimentos y agua destaca el caso de la campilobacteriosis, una infección bacteriana que se transmite principalmente por el consumo de alimentos contaminados, así como por el contacto con animales y sus heces, y que el pasado año alcanzó los 1.732 casos notificados en la Región de Murcia, frente a los 1.238 que hubo en 2023. Esto hizo que la incidencia acumulada pasara de 80,8 casos por cada 100.000 habitantes a 113,1.

A esta le sigue la salmonelosis, con 815 casos en 2024 (su máximo se dio en 2023); la giardiasis, con 84 contagios; y la yersiniosis, con 56 intoxicaciones. En último lugar, se situó la listeriosis, de la que sólo se tuvo constancia de cinco casos durante el pasado año, cayendo desde los 11 notificados en 2023.

Epidemiología señala que los 1.732 casos de campilobacteriosis de 2024 suponen el máximo histórico de esta enfermedad, con un cambio interanual frente al año anterior del 40%. Además, del total de afectados, 244 requirieron ingreso hospitalario y se contabilizaron tres fallecimientos (0,2%).

Salud Pública hace un llamamiento para que las personas candidatas acudan a vacunarse

También aumentó la giardiasis, una infección parasitaria del intestino delgado caracterizada por cólicos estomacales, hinchazón, náuseas y episodios de diarrea acuosa. De ella se contabilizaron 84 casos, el mayor número desde el comienzo de la vigilancia de esta enfermedad en 2020. Al mismo tiempo, alcanzó también su máximo la yersiniosis, con 56 casos.

Por contra, las que descendieron fueron la criptosporidiosis, la salmonelosis y la shigelosis, manteniéndose en niveles similares a otros años la infección por E.coli.

El responsable del Sistema de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles de la Región de Murcia (Siviet-RM), Alonso Sánchez-Migallón, confirma que el aumento de los casos de campilobacteriosis sí que les ha llamado la atención al haber alcanzado su máximo histórico, aunque apunta que «también hay que tener en cuenta que se trata de una serie pequeña la que se está analizando, ya que esta enfermedad se incluyó en el año 2020».

Sobre su origen indica que habitualmente se contrae por el consumo de alimentos contaminados, principalmente productos de pollo, ya sea la propia carne o huevos.

Por su parte, Alejandro Martínez, especialista de Epidemiología, indica que una de las características de esta enfermedad frente a otras es que no da lugar a brotes epidémicos, ya que se originan únicamente casos aislados o de 2-3 personas. Por contra, en la salmonelosis, por ejemplo, son más habituales los brotes de gran tamaño vinculados a restaurantes o establecimientos de hostelería.

Tanto Sánchez-Migallón como Martínez insisten en el cambio de patrón de contagio de la hepatitis A, que habitualmente tenía un origen alimentario y que ha pasado a ser también una enfermedad sexual ante el aumento de casos entre hombres que mantienen sexo con hombres. Por ello recuerdan que desde la Consejería de Salud hay una campaña abierta de vacunación para campar a estos hombres y aumentar la protección.

Aumenta la vigilancia en las áreas de Cartagena y Mar Menor

El Servicio de Epidemiología de la Consejería de Salud de la Región de Murcia sabe dónde tiene que poner en foco en verano lo que hace que, sin dejar desatendido el resto del territorio de la comunidad, la mayor vigilancia se centre en las áreas de Cartagena y el Mar Menor.

El responsable del Sistema de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles de la Región de Murcia (Siviet-RM), Alonso Sánchez-Migallón, explica a La Opinión que tanto Cartagena como el Mar Menor triplican su población en verano, lo que hace que en esas fechas aumente el riesgo de que se produzcan brotes.

Para ello, Salud Pública cuenta con protocolos específicos para locales de restauración y establecimientos hoteleros para que en el caso de brotes se agilice la notificación de los casos, el origen de la intoxicación y se apliquen las medidas de control para que no se extienda.

Los mayores riesgos del verano se dan en los establecimientos hoteleros y, entre ellos, los que cuentan con comedor bufé.