Investigadores del grupo GARSA de la UPCT han estudiado el subsuelo de ocho depósitos de estos subproductos, concluyendo que la afección por las deyecciones porcinas es muy somera y no hay indicio de riesgos para el acuífero
Las balsas estudiadas que acumulan los purines procedentes de las granjas porcinas situadas en Fuente Álamo no son completamente impermeables, pero sus lixiviados no han alcanzado el nivel del subsuelo en el que se encuentra el acuífero que vierte al Mar Menor, según concluyen las investigaciones realizadas por investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena, que recomiendan, no obstante, instalar en las balsas un piezómetro para monitorizar anualmente la posible lixiviación.
El Grupo de Gestión, Aprovechamiento y Recuperación de Suelos y Aguas de la UPCT presentó ayer los resultados del primer año de estudios de la cátedra entre la Politécnica y el Ayuntamiento de Fuente Álamo de gestión ambiental para la ganadería intensiva de porcino.
Los investigadores liderados por Ángel Faz Cano han estudiado ocho balsas de almacenamiento y desecación, concluyendo que en todas ellas los materiales subyacentes no son completamente impermeables y que existen indicios de lixiviación de purín, pero a niveles de profundidad que sólo excepcionalmente alcanzarían los 6 u 8 metros, mientras que el acuífero en la zona estudiada se encuentra al menos cuarenta metros más abajo. En conclusión, «la afección al subsuelo se considera muy somera y no se evidencia riesgo para el acuífero», resume el profesor de la UPCT.
Los estudios han seguido los parámetros de la Ley de Recuperación y Protección del Mar Menor y la Instrucción Técnica en Materia de Prevención y Control de la Contaminación del Suelo de la Comunidad Autónoma. A la presentación de los resultados en el Centro Agrario de Fuente Álamo, acto presidido por la alcaldesa de la localidad, Juana María Martínez, asistieron el consejero de Agua y Agricultura, Antonio Luengo y el director general de Ganadería, Francisco Espejo.