¿Quién es la chica ahorcada en un gallinero?

Gallinero donde se encontró el cuerpo de la joven / Cadena SER
CADENA SER

La policía intenta identificar desde el 2018 el cadáver de una chica de unos 30 años que apareció colgada de una viga en el gallinero del Mas Ciurana, cerca de Girona

La joven lleva un tatuaje en el brazo izquierdo escrito en hebreo donde se puede leer «éxito»

Los Mossos d’Esquadra intentan saber quién es la chica que en el año 2018 se ahorcó en un cobertizo del Mas Ciurana, en el municipio de Sant Julià de Ramis, a pocos minutos de Girona. El inquilino de la casa encontró su cuerpo el 4 de agosto y desde entonces no hay habido ninguna pista que haya permitido ponerle nombre y apellidos y darle una sepultura digna. Su cadáver fue enterrado en el más absoluto anonimato en una fosa común del cementerio de Girona. No llevaba documentación, ni joyas, ni nada que haya permitido identificarla. Se sospecha que es extranjera, originaria de algún país del Este de Europa, y de unos 30 años.

Los Mossos consideran que la colaboración ciudadana puede ayudar a identificarla (publicada con autorización).
Los Mossos consideran que la colaboración ciudadana puede ayudar a identificarla (publicada con autorización). / Anna Punsí (Cadena SER)

Manuel Mármol tenía 25 años el día que la encontró. Después de trabajar, comió y se puso a hacer siesta. Sobre las 4 y media de la tarde, cuando se despertó, notó a los perros nerviosos. «Los seguí y me llevaron hasta el antiguo gallinero, que tenía la puerta medio abierta, de reojo vi un cuerpo«, describe 3 años después. Él y su hermano avisaron inmediatamente a los Mossos: «Vino la comitiva judicial, descolgó el cuerpo, estuvieron buscando indicios y el forense determinó que había sido un suicidio«, dice Mármol.

UNA HÍPICA CERCANA

Aquella fue una noche complicada para los hermanos que vivían en la casa: «Oímos ruido en las rejas e imaginamos que tal vez había venido alguien, que había colgado la chica, a buscar el cuerpo, se nos pasó de todo por la cabeza, pero al final eran unos jabalíes que se habían metido en el huerto y no sabían salir». A Manuel Mármol todavía le da respeto entrar en el antiguo gallinero y desde el 2018 sólo lo ha podido hacerlo tres veces .

Los Mossos consideran que la colaboración ciudadana puede ayudar a identificarla (publicada con autorización).
Los Mossos consideran que la colaboración ciudadana puede ayudar a identificarla (publicada con autorización). / Anna Punsí (Cadena SER)

Para llegar hasta el Mas Ciurana necesario pasar por caminos de tierra, en medio del bosque, a unos 4 kilómetros de la carretera Nacional 2. A unos 1.000 metros hay una hípica. Un de los dueños vió a la chica aquella mañana deambulando: «Iba sola y caminando «, explica Mármol recogiendo la versión del testigo. La dueña de esta finca no ha olvidado el caso: «Es extraño porque sale de la normalidad y piensas en una persona que termina la vida asñí y nadie sabe nada, ni la busca. Es como pasar por la vida sin dejar ninguna huella, es un poco extraño».

Esta chica puso un cubo bajo sus pies para colocar la cuerda en la viga y luego se suicidó, según los médicos forenses. No encontraron ningún indicio criminal. No llevaba documentos encima, ni dejó ninguna nota de despedida, tampoco llevaba ninguna joya. Sólo 10 euros en un bolsillo de los pantalones. Iba vestida muy normal. Llevaba una camisa de rayas azules de manga larga, unos vaqueros ajustados negros, una zapatillas deportivas Nike también negras y las suelas blancas y ropa interior que se puede encontrar en cualquier franquicia de cualquier país de un mundo globalizado.

UN TATUAJE EN HEBREO

Los agentes de la Unidad de Investigación de los Mossos de Girona consultaron en un club de prostitución de Medinyà, muy cercano, por si la conocían y también a un especialista en tatuajes ya que la chica llevaba uno, escrito en hebreo en el brazo izquierdo que pone «éxito», que es una palabra que los judíos utilizan para desearse suerte.

Dos tatuadores profesionales de Girona, Kim Niemann y Xavier López creen que es obra de un aficionado: «El trazo, el hecho de que en algunos lugares no haya tinta o que tenga como un relieve puede significar que se infectó un poco y que lo ha hecho alguien que no es profesional», coinciden estos tatuadores. Ni el hecho de que esté escrito en hebreo, ni la palabra éxito dan ninguna pista: «La gente de aquí nos pide palabras en árabe, inglés u otros idiomas y esto no marca el origen de la persona. Sí que es cierto que el hebreo nos lo piden poco», explica López. Todos dos confirman que tatuarse la palabra «éxito» es poco común también. Se estila más escribir palabras como familia o resiliencia o símbolos de infinito.

Por la su parte, el periodista experto en Israel y cultura judía, Paul Sánchez, explica que las chicas judías muy tradicionales o religiosas no se hacen tatuajes: «La religión judía prohíbe los tatuajes. También detalla que «hay ciertas palabras en hebreo que es típico desear a alguien, como éxito, salud, abundancia…». Para Sánchez «es un término demasiado anecdótico» para ser un tatuaje israelí y por eso cree que «no sería extraño que una chica judía nacida en algún país de la diáspora con un conocimiento básico de la hebreo debido a la liturgia o a la cultura pudiera tatuarse una palabra así porque le sonara bien».

ENTERRADA EN UNA FOSA COMÚN

¿Quién es esta chica? ¿qué hacía en aquel lugar próximo a la autopista AP7 y a la Nacional 2? ¿cómo llegó hasta ahí? ¿porqué no llevaba ninguna documentación encima? ¿porqué nadie la ha echado de menos, aparentemente? Son los interrogantes que nos hacemos y que también se hace la policía.

La Policía Científica de los Mossos ha consultado todas las bases de datos que tiene a su alcance, desde el CODIS, que recoge perfiles genéticos, hasta las bases de Europol o el sistema informático español conocido policialmente con las siglas PDyRH, que significan Personas Desaparecidas y Restos Humanos sin identificar. Y no han encontrado ninguna pista. Tienen su ADN y las huellas, además de la descripción antropométrica. Han introducido toda esta información en las bases de datos correspondientes, y las han difundido en los canales oficiales internacionales pero no ha saltado ninguna coincidencia, ni ninguna denuncia por desaparición.

«No es fácil encontrar correspondencias con un perfil genético porque si el desaparecido es un hijo hay que obtener el ADN del padre y de la madre, por ejemplo. A veces, las datos antropométricos que se dan a la hora de denunciar son muy interpretables para el policía que recoge la denuncia y esto puede provocar que después no se encuentren coincidencias en las bases de datos», explican fuentes policiales. Desde el día que murió ha habido silencio, no ha saltado nunca ninguna alerta. «Tratándose de una muerte suicida, no se destinan tantos recursos como cuando es un caso criminal», reconocen unas otras fuentes. Esta chica está enterrada en una fosa común en el cementerio de Girona.

En Cataluña hay más de 500 cuerpos, entre huesos y restos, pendientes de identificar, en los últimos 40 años.