Definición de símbolo
Por Candela Vizcaíno
El símbolo sería la representación de una realidad superior a través de una inferior, es decir la significación del símbolo no vendría por lo que representa en sí, sino por un significado dado y aceptado culturalmente y que se superpone al significado común.
Mediante el símbolo, y su correlato, el mito, el hombre intenta comunicarse con las fuerzas espirituales que se encuentran más allá de los fenómenos de la naturaleza y que le son imprescindibles tanto para domeñar ese espacio natural como para poder entenderse como humano.
El símbolo sería, pues, un intento de comunicación con lo desconocido, con lo que se encuentra más allá del mundo cotidiano y que le es necesario al hombre para poder encontrar el sentido a una vida que está irremediablemente abocada a la muerte.
Historia de los símbolos en el arte y la literatura universal
El pensar simbólico nació con el hombre a una edad muy temprana. Según se desprenden de los estudios antropológicos, parece que ya estaba presente en una fecha anterior a las primeras manifestaciones del Paleolítico. El rito funerario -por muy elemental que sea- es la línea que divide el hombre simbólico de su ancestro homínido guiado únicamente por el instinto. Mediante el símbolo, el hombre toma conciencia de su posición en la tierra.
El símbolo aparece cuando el hombre intenta trascender la muerte. Es la conciencia de la muerte la que crea el símbolo -un objeto de este mundo cuyo significado se encuentra en un lugar invisible e intangible-. A través del símbolo se crea un nuevo espacio situado en algún lugar inmensurable pero, no por ello, menos real. Los símbolos y el mito (el relato de esos símbolos) fueron evolucionando y haciéndose más complejos conforme el hombre tomaba conciencia de su situación en el mundo.
Solo el occidental moderno ha olvidado (aunque solo aparentemente) su pensar simbólico. Éste ha persistido en las culturas americanas autóctonas, en las orientales y en las de los llamados pueblos primitivos. El pensamiento ilustrado intentó borrar esta manera de pensar a favor de un racionalismo exacerbado, el cual no ha podido dar respuestas y completar las preguntas de la humanidad.
Con el romanticismo se vuelve, de nuevo, a hacer hincapié en las posibilidades significativas y, por tanto, de comprensión del símbolo, la imagen, el mito, las leyendas y los cuentos folclóricos. Esta tendencia se eleva con el movimiento simbolista. Y ya, en los albores del siglo XX, con los estudios médicos que conducirán al psicoanálisis de Freud, el símbolo y el mito se restaura como parte fundamental en el camino de comprensión de los fenómenos naturales y espirituales.
El surrealismo y los sucesivos avances médicos se encargarán de ponderar su importancia y de hacer cotidiana la imagen simbólica en la sociedad postmoderna actual a través, no solo de la literatura y de otras manifestaciones artísticas, sino también por otros cauces como la publicidad o la manipulación política de las masas.
El símbolo sería, pues, un intento de comunicación con lo desconocido, con lo que se encuentra más allá del mundo cotidiano y que le es necesario al hombre para poder encontrar el sentido a una vida que está irremediablemente abocada a la muerte.