Primer visto bueno a la Torre Norte de Murcia para acoger 120 pisos

La aprobación inicial para cambiar el uso del edificio, que estaba destinado a oficinas, abre un plazo de un mes para presentar alegaciones

El esqueleto de hormigón del edificio, paralizado desde 2008.

El esqueleto de hormigón del edificio, paralizado desde 2008. / Juan Carlos Caval

La Torre Norte, junto a la avenida Juan de Borbón de Murcia, se ideó como un bloque de oficinas. Pero en 2008 el proyecto se paralizó y, tras más de una década en pausa, se planteó reconvertir el edificio para que albergase 120 viviendas, en noviembre de 2024. Casi un año después, el proyecto recibió ayer el primer visto bueno con su publicación en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM).

El esqueleto de hormigón de esta construcción sin terminar forma parte del ‘skyline’ de la ciudad desde hace ya 17 años, como un símbolo y recuerdo del estallido de la burbuja inmobiliaria. La estructura de 13 plantas se erigió en una parcela de 7.200 metros cuadrados situada entre las avenidas Embajador Inocencio Arias y Academia de Infantería. Fue el entonces alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, quien puso la primera piedra del edificio el 15 de noviembre de 2007 y, solo un año después, quedó paralizado el proyecto iniciado por la promotora murciana Tecón de Antonio Madrid, empresa que fue liquidada en 2013.

Tras 15 años en ‘stand by’, el Ayuntamiento de Murcia y LandCo -la promotora del Grupo Santander, actual propietario del inmueble- plantearon reconvertir el espacio en uno residencial. Fue entonces cuando se inició una actuación de dotación, esto es, un proceso que permite cambiar el uso del suelo, para pasar de terciario a residencial, mediante un plan especial. Este cambio reduce la edificabilidad de casi 13.000 a 11.900 metros cuadrados, a cambio de generar una nueva zona verde pública de más de 2.800 metros cuadrados, explicaron fuentes del Ayuntamiento a esta Redacción.

A ello, se suman otros 2.000 metros cuadrados de diversos equipamientos públicos, aún sin especificar. Esto abarca desde instalaciones como parques, plazas, centros de salud y deportivos, hasta mobiliario urbano y servicios, lo que incluye bancos, papeleras y farolas, entre otros.

Desde el Ayuntamiento destacan que esta iniciativa permite dar una segunda vida a una estructura que «afea la ciudad», se amplía la oferta de vivienda en un contexto de alta demanda y, además, se gana una nueva zona verde pública en el municipio.

Asimismo, el concejal de Planificación Urbanística, Antonio Navarro Corchón, ya explicó que el edificio cumplirá con las medidas de sostenibilidad ambiental y contará con sistemas de drenaje sostenible, captación de aguas pluviales, cubiertas vegetales y aprovechamiento solar.

El anuncio de la aprobación inicial del proyecto de Plan Especial de Ordenación Urbana ‘Torre Norte’ somete la iniciativa a exposición pública y da inicio a un plazo de un mes para presentar alegaciones. Además, informa a los servicios municipales correspondientes para comenzar a elaborar los informes que sean necesarios.

En el BORM también se indica que el acuerdo se debe remitir a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y a la Dirección General de Ordenación del Territorio y Arquitectura de la Comunidad, para que también elaboren los informes pertinentes, aunque estos documentos no serán vinculantes, pues, detallaron fuentes del Ayuntamiento, no es un proyecto que se inicie desde cero, pues la estructura del edificio ya está construida.

Fue la mercantil Landcompany 2020 la que presentó el proyecto de reparcelación y el Ayuntamiento le dio el aprobado inicial en la sesión de Junta de Gobierno celebrada el 1 de agosto de 2025. Una vez finalice el mes de exposición pública, se resolverán las alegaciones presentadas, si las hay. Después, la iniciativa deberá recibir la aprobación definitiva -un proceso que puede durar entre 3 y 6 meses, detallaron fuentes del Consistorio a La Opinión-, antes de que lleguen los picos y la maquinaria a orillas de Juan de Borbón para dar una nueva oportunidad al inmueble y transformar el esqueleto de hormigón en un edificio residencial.