Pedro León sale al rescate del Real Murcia (3-1)

El muleño, que había sido suplente, se reivindica con dos goles que permiten a los granas ganar al Bilbao Athletic y salvar una tarde que parecía fácil pero que se complicó

LA OPINIÓN

Si algo es el Real Murcia de Mario Simón es regular. Puede perder en los momentos decisivos, salvo que esos encuentros formen parte de un play off; puede acumular hasta seis empates a cero o puede costarle un mundo hacer gol, pero siempre acaba sacando la cabeza. Y eso ha hecho este sábado en Nueva Condomina. Después de un inicio de año sin ver puertadespués de la decepción de hace una semana en Elda, después de ver como el Bilbao Athletic le empataba, el Real Murcia pudo tambalearse y no lo hizo. Y no lo hizo porque Pedro León, cuestionado en las últimas jornadas y suplente hoy mismo, salió al rescate con dos goles que permiten sumar la primera victoria del 2023 y que evitan poner el riesgo el puesto de play off.

Nadie esperaba que tocara sufrir tanto cuando a los veinte minutos, en el primer tiro a puerta del partido, Pablo Ganet adelantaba a los murcianistas. Con un zapatazo marca de la casa, el medio encarrilaba un partido en el que desde el minuto 1 había dominado el Real Murcia, pero que de nuevo parecía entrar en bucle por la incapacidad de los granas de estar acertados en el último pase.

Y eso que este sábado, Mario Simón volvía a remover el árbol de la alineación, probando nuevas variantes ofensivas en busca de esa chispa que no acaba de llegar en las inmediaciones del área. Con Arnau Ortiz y Loren Burón en los extremos buscaba el técnico grana agitar a un equipo que le cuesta un mundo romper en los últimos metros. Los dos jugadores más habilidosos de la plantilla estaban en el campo, solo tenían que demostrar que no son fruto de unos minutos, como se ha visto en muchas ocasiones esta temporada.

El ‘castigado’ era Pedro León, que se quedaba en el banquillo. En el banco también aparecía un Javi Rueda que este sábado ha dejado su sitio a un Alberto López que volvía para jugar a banda cambiada.

No podía fallar el Real Murcia. No podía fallar porque una derrota le sacaría del play off y porque enfrente tenía a uno de los rivales más más débiles de la categoría. Porque el Bilbao Athletic no sabe lo que es ganar desde principios de octubre y porque el filial rojiblanco es antepenúltimo con solo 14 puntos sumados en toda una primera vuelta. Es más, solo había marcado 13 goles a favor y encajado el doble (26). Pero, ni con el 1-0 en el marcador, fue capaz el Real Murcia de sacar su cara más dominadora, más killer.

Aprovechando todas esas piedras en la mochila de los de Álex Pallarés, el Real Murcia comenzó el partido llevando la iniciativa. Arnau Ortiz y Loren Burón ponían la velocidad y la chispa, pero una vez más ese paso al frente quedaba incompleto. Y es que el Real Murcia, da igual quién juegue, es incapaz de estar fino en el último pase. En solo unos minutos ya habían desperdiciado los granas dos buenos acercamientos al área que quedaron absolutamente en nada.

Y esa sensación de dejar las cosas medio hacer iba pesando en la moral de los jugadores, sin embargo este sábado parecía que esa losa no iba a ser suficiente para que se metieran los granas en líos. Y es que a los veinte minutos, tras una acción de córner, Pablo Ganet volvía a confirmarse como el francotirador de los granas. Desespera el ecuatoguineano muchas veces cuando tira por tirar en vez de buscar otras opciones, pero también es cierto que si no lo intenta él, no lo hace nadie. Y esta jornada ha tenido premio. Con un zapatazo batía a Ispizua y ponía tranquilidad a una grada que celebraba el primer gol de este 2023.

Bajan la intensidad y lo pagan

Parecía que el Real Murcia tenía claro que el Bilbao Athletic era el rival idóneo para hacer daño y para darse un pequeño baño después de la derrota en Elda. Lo pareció tras el gol, donde lo siguieron intentando, pero pronto bajó la intensidad y el partido se igualó. Eso sí, quitando un par de acercamientos sin peligro de los visitantes -sobre todo a balón parado-, no sufrió nada el Real Murcia en ese tramo final de la primera parte.

Acabó frío el Real Murcia la primera parte y empezó la segunda más o menos con las mismas sensaciones. Se relajaron los murcianistas y lo acabaron pagando. Porque el Bilbao Athletic casi sin querer fue avanzando posiciones y, aunque no daban miedo, con un marcador tan corto cualquier cosa podía pasar. Y vaya si pasó. Porque a los 58 minutos los visitantes se encontraron con una pena máxima tras una falta de Arnau Ortiz dentro del área. En un estadio mudo, intentando comprender qué había sucedido, Urko Izeta no falló desde el punto de penalti y puso el empate a uno en el marcador.

Pedro León y Miku, a escena

Antes del gol del Bilbao Athletic, Simón ya tenía la mosca detrás de la oreja, porque preparaba sus primeros cambios. Y el tanto solo hizo reforzar su idea. Mientras Loren Burón y Arnau Ortiz enfilaban hacia el vestuario, Pedro León y Miku saltaban en busca de un cambio de guion más que necesario. Porque hasta Alberto González tenía que sacar un balón sobre la línea tras disparo de Bilbao.

Sufría el Real Murcia como no se esperaba. Se veían los granas totalmente desinflados ante un equipo necesitado y crecido. Y otra vez costaba más de la cuenta aprovechar las pocas oportunidades que se creaban. Como ocurrió en el 67, cuando en un córner sacado por Pedro León, el balón se paseó por todo el balcón del área visitante sin que ningún jugador vestido de grana pudiese empujarlo a gol. O como el cabezazo de Miku a las manos de Ispizua (72’).

Se animó el Real Murcia y las ocasiones siguieron llegando, pero parecía que el marcador no quería moverse. En el 76 fue Ispizua el que evitó el 2-1 tras sacar con la punta de los dedos un disparo de Alberto González y en el 79 Dani Vega se estrelló con la defensa tras comandar una contra.

No podía volver a fallar el Real Murcia en este 2023, no podían los granas poner en peligro su puesto de play off justo en el inicio de la segunda parte, y el equipo poco a poco entendió que el Bilbao Athletic era un conjunto demasiado débil para llevarse algo positivo de Nueva Condomina.

El paso al frente hizo que los acercamientos fueran llegando y que la sensación de poder marcar creciera. Y, como llevábamos varias semanas preguntándonos dónde estaba Pedro León, el muleño quiso desmentir a los que le creían demasiado lejos. Porque, como al inicio de la primera vuelta, el extremo volvió a ser fundamental, y lo fue con un cabezazo a centro de Dani Vega que superó a Ispizua y que volvió loca a una grada que no perdía la esperanza (80’).

Y si alguien seguía dudando del ‘14’ grana, éste volvió a aparecer cuando el partido ya entraba en el tiempo de descuento para, tras un pase de Miku, sacarse de la chistera un regate que dejaba sentada a la defensa y al portero y para batir a la perfección a un Ispizua que solo deseaba que todo acabase cuanto antes.