La construcción de los nuevos palcos del estadio donde juega el Real Murcia elevará el aforo a 33.489 localidades.
GREGORIO LEÓN
El estadio Nueva Condomina-Enrique Roca está en pleno proceso de actualización. Felipe Moreno quiere convertirlo en un campo de fútbol que produzca envidia en toda Europa, y prepararlo para los tiempos futuros, con la expectativa de que el equipo llegue cuanto antes al fútbol profesional. Los nuevos marcadores, los paneles publicitarios… van en esa dirección. Pero el presidente grana no se queda ahí, y ya ha puesto en marcha la ampliación de palcos privados para satisfacer la demanda que ya no puede atender el club: hay lista de espera para poder ver al Murcia en uno de esos espacios privilegiados.
El aforo del campo va a subir, inicialmente, en 810 espectadores, con la apertura de la Zona VIP, con un total de 600 butacas, a lo que habrá que añadir otros 150 de la denominada Barra Real Murcia. Pero esa es la primera fase. En una segunda, cuya tramitación se pondrá en marcha a partir de septiembre, el perímetro del estadio se poblará de hasta 50 palcos privados, con capacidad cada uno de ellos para 30 personas. La cuenta matemática es muy sencilla: 1.500 nuevas plazas para ver los partidos del Real Murcia. En total, 2.310 asientos, que sumados al aforo actual de 31.179 espectadores dejará un aforo en 2026 de 33.489 espectadores.
El Murcia, de esta manera, no solo amplía la capacidad del estadio, sino que además brinda un oportunidad para aficionados y empresas que quieran vivir en el estadio Nueva Condomina-Enrique Roca una experiencia singular, imitando el ejemplo que presenta un coliseo como el Santiago Bernabéu, fuente de inspiración para este proyecto que la entidad murcianista va a desarrollar en los próximos meses, haciendo cambiar la fisonomía del estadio para hacerlo mejor y más grande.
El Ayuntamiento de Murcia deberá aprobar previamente, con los informes técnicos preceptivos, cada uno de estos cambios. Es lo que ha hecho para, por ejemplo, la ampliación de la superficie de la tienda, que doblará casi su espacio actual.