«A los murcianos nadie nos tiene que explicar qué es una riada devastadora», indica Ballesta, emocionado, en un evento en el que las luces se prenden a la vez en la ciudad y las pedanías, aunque destacan en Santo Domingo, con dos enormes ángeles y los villancicos de Raya Real
Murcia daba este sábado el pistoletazo de salida a las fiestas de Navidad con el encendido de sus luces, en un acto que se transformaba en un homenaje a las víctimas de la DANA en Valencia.
Aunque, por primera vez, se prendían al mismo tiempo las luces de la ciudad y las pedanías, sí hubo un centro neurálgico del evento: Santo Domingo, una plaza abarrotada en la cual hay tres inmuebles emblemáticos (la iglesia, el edificio del Santander y el Palacio Almodóvar) que fueron iluminados con los colores de la bandera de la Comunidad Valenciana.
En el centro de Murcia había más gente que la noche del Entierro de la Sardina y costaba andar. Entre el público que logró coger sitio privilegiado en Santo Domingo, familias enteras y globos de Bob Esponja. Las fachadas de los edificios se iluminaban entonces de azul cielo.
A las ocho menos cinco subían los primeros músicos al escenario, y sonaban los primeros aplausos. Algunos pequeños que empezaban a desesperarse (y que llevaban encima la frustración de no haber visto el espectáculo de Cortylandia de las seis de la tarde, por un fallo técnico) eran cogidos en brazos por sus mayores, que les insistían en que el show iba a empezar ya.
Con la emoción por bandera y los damnificados por las inundaciones en el recuerdo, en la plaza se abrió un espacio para la alegría y la esperanza, amenizadas, esta vez, por los villancicos flamencos del grupo sevillano Raya Real.
El acto sirvió para honrar a los afectados y agradecer su labor a quienes marcharon a arrimar el hombro al lodo de la vecina comunidad: efectivos de la Policía Local, de los Bomberos, miembros de Protección Civil, pero también operarios de Parques y Jardines, de Limpieza Viaria, de Limpieza de Interiores y del Servicio de Emergencia Móvil y Atención Social (SEMAS). Recibieron aplausos y les dieron las gracias por su labor.
Como era de esperar, la plaza estaba abarrotada de gente. Murcianos y visitantes que levantaron sus teléfonos móviles para inmortalizar el espectáculo. «La verdadera tragedia de la vida es cuando los hombres tienen miedo de la luz», sentenció Platón.
Campanas y ángeles
Desde el Consistorio apuntaron que se han instalado «más de 1.300 elementos de alumbrado, 37 arcos, 5.000 metros de guirnaldas y 15 elementos 3D». Asimismo, detallaron que «la iluminación, diseñada para resaltar los elementos más tradicionales y simbólicos de estas fiestas, apostó por los colores dorados y por figuras icónicas de la Navidad como son las estrellas, campanas, belenes y ángeles».
Dos ángeles, especialmente dos enormes, de 10 metros de altura cada uno, que engalanaban, desde Santo Domingo, la como puerta de entrada a la calle Trapería. Como el Puente Sant’Angelo se abre a la ciudad de Roma desde el Vaticano. Murcia brilla en mil colores, en especial en dorado. El 6 de diciembre, Día de la Constitución, se encenderá el Gran Árbol de la Circular. Como en Los Otros, «lo único que se mueve aquí es la luz, pero lo cambia todo». En Murcia, para bien.
«Olvidamos las diferencias»
A las ocho y trece minutos subía al escenario el alcalde, José Ballesta, que comenzó su alocución con un recuerdo «a los pueblos de Valencia y Albacete que no pueden celebrar la Navidad». “Llevamos escrita, en nuestra memoria colectiva, cicatrices: nadie nos tiene que explicar qué es una riada devastadora que se lleva por delante los sueños de tanta gente», destacó.
«Cuando nos ponen al borde de un desfiladero, los españoles olvidamos nuestras diferencias», subrayó el regidor, que recibió en el escenario “no a los jefes, a los que han estado ahí, a esta gente que, de manera heroica, no ha representado a todos los murcianos en Valencia”, dijo para recibir a los efectivos murcianos que han estado en alguno de los pueblos arrasados por el lodo.
¿Qué le pide Ballesta a la Navidad? “Que volvamos a los sentimientos que nos han hecho grandes tanto tiempo. Porque la Navidad en Murcia es diferente, no tiene que ver con otras”
Y la Navidad se encendió. Y nevó sobre la plaza de Santo Domingo.