Cuarenta personas pobres, presos, transexuales, sin techo y migrantes acompañan al féretro del Papa hasta Santa María La Mayor. 50 jefes de Estado y 10 reyes asisten al sepelio

Multitudinario adiós al Papa Francisco en Roma. Más de un millón de peregrinos han acudido hasta el Vaticano para dar el último adiós y rendir tributo al pontífice argentino. La misa de exequias se celebrará en la Plaza de San Pedro del Vaticano, según el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, y está presidida por el decano del colegio cardenalicio.
Cuarenta personas pobres, presos, transexuales, sin techo y migrantes acompañarán al féretro del Papa Francisco hasta instantes antes del entierro de su ataúd. Estas personas estarán presentes en la escalinata de acceso a la Basílica Papal de Santa María La Mayor, lugar elegido por el Pontífice, para su entierro, para darle su último adiós, según ha informado el Vaticano.
Señal en directo del Funeral del Papa Francisco. Fuente: Vatican .
El Pontífice hizo expreso su deseo de que sus restos mortales recibieran sepultura en dicha basílica, fuera del Vaticano, por su «gran devoción» y que éstos fueran depositados en un sepulcro «en la tierra» sin decoración y con la única inscripción de «Franciscus». Cada uno tendrá una rosa blanca en su mano. Estas personas estarán dispuestos en las escaleras de Santa Maria Maggiore.
Dirán «adiós», pero sobre todo «gracias» a un Papa que para muchos de ellos fue como un «padre». El entierro del féretro tendrá lugar entre la Capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza de la Basílica Liberiana, según deseo del Papa, después del funeral en la Plaza de San Pedro.
La noticia fue anunciada en un comunicado de la Santa Sede, que destaca que «los pobres tienen un lugar privilegiado en el corazón de Dios», así como «en el corazón y en la enseñanza del Santo Padre, que eligió el nombre de Francisco para no olvidarlos nunca».
La tumba del Papa Francisco será de mármol de la región italiana de Liguria y llevará la reproducción de su cruz pectoral. El ataúd del Papa Francisco fue sellado anoche en un acto presido por el cardenal Kevin Farrell, Camarlengo de la Santa Iglesia Romana. Al rito litúrgico asistían varios cardenales y personalidades de la Santa Sede. Este acto marcó el final del velatorio público en la Basílica de San Pedro.
En cuanto a los gastos para la preparación del entierro del Papa, Francisco expone en su testamento que estos «serán cubiertos por la suma del benefactor» que ha dispuesto trasladar a la Basílica Papal de Santa María la Mayor y de la que dice haber dado las «instrucciones oportunas a Mons. Rolandas Makrickas, Comisionado Extraordinario del Capítulo Liberiano».
Evento diplomático al más alto nivel
Hasta 50 jefes de Estado y 10 «nobles soberanos» asisten al funeral del Papa. En total, 146 delegaciones oficiales han confirmado su asistencia a la misa exequial. Entre los jefes de Estado que acudirán al funeral se encuentran: el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump; el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y sus homólogos argentino y francés, Javier Milei y Emmanuel Macron.
A ellos se sumará el jefe de Estado alemán, Frank-Walter Steinmeier, la de Suiza, Karin Keller-Sutter, y el brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, además del primer ministro británico, Keir Starmer, el canciller en funciones de Alemania, Olaf Scholz, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el del Consejo Europeo, António Costa, y la del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, quienes han confirmado también su asistencia. Por su parte, los Reyes Felipe y Letizia encabezarán la delegación española, en la que no participará el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El funeral del Papa Francisco tiene lugar seis días después del fallecimiento del Pontífice, que murió el lunes a los 88 años en su residencia de la Casa Santa Marta del Vaticano, como consecuencia de un ictus.