Carlos Edo, investigador de la Universidad de Alcalá, dice que el origen, en más de un 70% se atribuye al sector textil, partículas que se desprenden de nuestra ropa, sobre todo al secarse
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Científicos españoles cuantifican por primera vez la contaminación por plásticos en el aire de 10 ciudades del país, entre ellas Molina de Segura. Cada año se depositan en esta población doscientos kilos de micropartículas plásticas que respiran sus ciudadanos y pueden suponer un riesgo para la salud pública.
Ya sabíamos que los plásticos contaminaban el océano o el suelo en el que se cultivan los alimentos. El trabajo de un grupo de científicos coordinados por la Universidad de Alcalá desvela ahora qué tipo de microplásticos pueden encontrarse en la atmósfera de las ciudades, en qué cantidades y de dónde proceden. El origen, en más de un 70% se atribuye al sector textil, partículas que se desprenden de nuestra ropa, sobre todo al secarse, y, en menor medida, de otras fuentes como la abrasión de los neumáticos de los vehículos explica Carlos Edo, investigador de la Universidad de Alcalá.
Cómo era de esperar las grandes ciudades tienen las cifras más altas de contaminación atmosférica por plásticos pero en todas están presentes. Según los cálculos del estudio, los madrileños sufren cada año el equivalente a una lluvia de tres toneladas de estas partículas, Barcelona estaría en torno a los cuatrocientos kilos mientras que en Molina de Segura las deposiciones de partículas rondan los doscientos kilos anuales.
Los resultados de este trabajo ponen el foco sobre un problema de salud pública y, sin criminalizar dice el investigador, sobre un sector, la industria textil, que debería empezar a controlarse.