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Ya se puede ver Cambio de forma: Mito y metamorfosis en los dibujos romanos de José de Madrazo
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El Museo del Prado ofrece la exposición del 10 de marzo al 22 de junio
PorCRISTINA PÉREZ rtve

Desde su exilio en Roma, Madrazo reflexiona sobre la transformación y explora los mitos clásicos como un espejo de su tiempo y de su propia capacidad para reinventarse. Vive en un momento turbulento, los años finales de la expansión del imperio napoleónico, en un difícil equilibrio entre la tradición y la modernidad.
Las obras desplegadas en la sala 60 del edificio Villanueva permiten reflexionar sobre unos años convulsos, en los que Goya reflejaba la crudeza de la guerra y Napoleón reconfiguraba Europa, y profundizar en el estudio del Fondo Daza-Madrazo, adquirido por el Museo en 2006.
Madrazo dialoga con los grandes maestros del pasado, como Rafael o Mengs, pero deja traslucir las inquietudes de su tiempo. El escenario de Roma, donde coincidió con Carlos IV y su corte en el exilio, fue determinante para crear los dibujos de Cambio de forma: Mito y metamorfosis en los dibujos romanos de José de Madrazo.
Se despliegan esbozos destinados a ser grabados y también composiciones que podrían haber sido diseñadas para decorar las estancias del palacio en el que residió el rey, en el convento de San Alejo, en el Aventino.
Familia mitológica
En estas obras un motivo recurrente es la disputa entre Apolo y Cupido (ver imagen), pero Madrazo también reinterpreta los mitos desde su perspectiva personal e incorpora la mitología a sus retratos.
Josefa Tudó, princesa de Bassano, primero amante y luego esposa de Manuel Godoy, aparece junto a sus hijos, ella está representada como Afrodita, y los pequeños como Psique y Cupido. El retrato del pater familias, el que fuera primer ministro de Carlos IV, se plasma en un busto coronado de rosas en el ángulo superior derecho de la escena.
Esta pintura combina la exaltación de una familia atípica con una iconografía mitológica. Godoy se casó con la condesa de Chinchón para emparentar con la casa real española, pero siempre estuvo unido a Tudó, aunque no pudieron casarse hasta la muerte de María Teresa de Borbón, y cuando Luis, su hijo pequeño, ya había fallecido.
Josefa muestra el pecho izquierdo y sostiene una flecha y un carcaj que ha quitado de las manos a su hijo menor. El cuadro puede aludir a Platón en El Banquete o a una leyenda de Apuleyo, en un reflejo del interés por la cultura clásica que compartían Madrazo y Godoy, destinatario probable de este óleo sobre tabla.
Retrato del artista
La exposición también muestra cómo evoluciona a lo largo del tiempo la imagen del propio Madrazo a través de su enigmática silueta negra, su retrato litográfico y su fotografía.
Las representaciones del pintor, realizadas en tres momentos biográficos distintos, revelan su interés por las nuevas tecnologías del siglo XIX y su espíritu experimental, que convierte su figura en objeto de investigación artística.
Conocido por adaptar su estilo a la clientela, José de Madrazo demuestra una profunda fascinación por los relatos de transformación mitológicos. Sus dibujos revelan un enfoque erudito y narrativo que combina diversas lecturas.
En las metamorfosis crea imágenes sugerentes que no solo ilustran los mitos, sino que los reinterpretan con su propia sensibilidad. Unas composiciones en las que bebe de su vasto conocimiento de la historia del arte para incorporar referencias cultas tanto de la tradición pictórica como de sus contemporáneos.
Los dibujos de Madrazo deslumbran por su maestría técnica y su erudición, además nos invitan a reflexionar sobre el poder de la transformación, tanto en el arte como en la vida.
Cambio de forma: Mito y metamorfosis en los dibujos romanos de José de Madrazo puede verse en el Museo del Prado hasta el 22 de junio.