Los viajeros de Cartagena y de Murcia serán trasladados en autobús desde sus estaciones hasta el apeadero cuando se corte la línea
Los trenes a Madrid por la línea de Chinchilla saldrán desde el apeadero de Archena a partir de febrero, cuando las obras de soterramiento de Barriomar y de la nueva estación del Carmen obliguen a cortar también el tendido ferroviario entre Murcia y Alcantarilla. Los viajeros procedentes de Murcia y de Cartagena serán trasladados en autobús hasta Archena, donde se subirán al tren con destino a la capital de España. Renfe mantiene en estos momentos solo dos conexiones diarias a Madrid a través de la línea que pasa por Cieza, aunque desde febrero la Región está conectada por un lanzadera con los dos AVE que salen de Orihuela.
Antes de optar por Archena, Adif y Renfe han estudiado distintos emplazamientos para la estación de partida de los trenes de Madrid durante los tres años como mínimo que durarán las obras de soterramiento del AVE.
Los apeaderos de la terminal de mercancías de Nonduermas y de la estación de Alguazas eran otras alternativas posibles para mantener el tráfico ferroviario, aunque sea con transbordos, dado que Adif ha decidido suprimir totalmente la circulación en los tramos en obras.
José Vélez: «El PP no ha hecho caso a la situación ferroviaria de la Región en 30 años»
El delegado del Gobierno, José Vélez, ha lamentado que el PP no ha hecho caso a la situación ferroviaria de la Región «durante estos casi 30 años que llevan gobernando». Respecto a las críticas por el cierre, Vélez ha admitido que «lo primero es pedir disculpas a los ciudadanos y ciudadanas de esta Región porque, lógicamente, van a tener molestias por esta obra». Sin embargo, ha pedido a los murcianos «que sepan que vamos a poner todo lo que esté a nuestro alcance para que esas molestias sean las menores posibles». Y ha recordado que el Gobierno de España va a invertir «más de 3.000 millones en las infraestructuras ferroviarias», con lo que la Región «va a tener, cuando terminen las obras, unas de las Cercanías más modernas de España».
Ayer cerró el tendido ferroviario entre los municipios de Alcantarilla y Águilas al menos para tres años y medio y ha sustituido los trenes de la línea de Cercanías de la línea de Lorca por autobuses, pero mantendrá abierto hasta febrero el tramo de Murcia a Alcantarilla.
Hasta entonces los trenes de Madrid seguirán circulando con normalidad. Cuando las obras empiecen en Barriomar, ya no podrán llegar hasta la estación del Carmen, por lo que Renfe ha buscado un apeadero que reúna las condiciones necesarias para la llegada y la salida de los viajeros.
No obstante, en estos momentos solo circulan dos trenes diarios entre Murcia y Madrid por la línea de Chinchilla en cada sentido, lo que supone que la estación de Archena tendrá una actividad muy escasa, salvo en vacaciones.
La Región también tiene conexión con los dos AVE que salen diariamente desde Orihuela a través de un lanzadera.
Los trenes de mercancías sí llegarán hasta la estación de Nonduermas a pesar de las obras.
Adif justificó ayer la decisión de cerrar la línea de Cercanías de Lorca y Águilas y dijo que las obras del Corredor Mediterráneo «permitirán crear la primera conexión directa por ferrocarril entre Murcia y Almería. Ambas capitales estarán conectadas con el resto de la red de Alta Velocidad de España y por extensión con Europa a través del Corredor Mediterráneo y la Red Transeuropea». Recordó que las obras del AVE a Almería se desarrollarán a lo largo de 106,9 kilómetros y «se iniciarán simultáneamente en varios tramos con diferentes actuaciones, como el levantamiento de vías, acopio de materiales y otros trabajos».
Entre Murcia y Pulpí se creará una plataforma para doble vía en ancho internacional y electrificada. Desde allí se bifurcarán las líneas hacia Almería y Águilas, población esta última a la que el tren llegará también en vía de ancho europeo y electrificada, frente a la situación actual en vía única en ancho ibérico sin electrificar.
Por su parte, las plataformas en Defensa del ferrocarril de la Región de Murcia y Pro-Soterramiento, que el jueves se reunieron en Madrid con responsables de Adif en un último intento infructuoso por evitar el cierre de la línea de Cercanías, lamentaban que «finalmente se vaya a llevar a cabo el mayor cierre ferroviario realizado jamás en esta Región desde el corte de la conexión con Andalucía en la Nochevieja de 1984».
Retrasos de 15 minutos en los autobuses que sustituyen a los trenes
La primera jornada sin trenes de Cercanías en la línea Águilas-Lorca-Murcia comenzó con retrasos de hasta 15 minutos sobre el horario de salida de los autocares que sustituyen al tráfico ferroviario suprimido. El plan alternativo de Renfe para trasladar a los usuarios de trenes de Cercanías de la línea C-2 Águilas-Lorca-Murcia incluye la misma frecuencia horaria que tenían los convoyes.
El alcalde de Lorca, Diego José Mateos, reiteró ayer su petición de que se establezca una conexión por autocar directa y sin paradas entre la ciudad y Murcia. También la alcaldesa de Águilas, María del Carmen Moreno, ha pedido a Adif una línea de autobús semidirecta que realice el recorrido Águilas-Lorca con una única parada en Pulpí.
En las primeras horas pocos viajeros acudieron hasta la calle Espina Pomares, junto a las estaciones de tren y autobuses de Lorca, para coger estos autobuses que les llevaría a la capital. Entre los primeros viajeros del autobús ‘semidirecto’, con paradas en las estaciones de Lorca San Diego, Totana, Alhama y Murcia del Carmen estaba Antonio Muñoz Acosta y su mujer, María Garro Raja. No les ha sorprendido encontrarse con un autobús en vez del tren. «Sabíamos que íbamos a ir a Murcia en autobús y que los trenes han dejado de funcionar por mucho tiempo», contó María Garro en declaraciones a La Opinión.
«Tienen que hacer obras y es necesario que los trenes dejen de funcionar. Si queremos avanzar, tener un mejor ferrocarril, hay que asumir determinados cambios, como el de ir a Murcia en autobús», dijo su esposo. «Mi padre venía desde Aguaderas. Lo hacía a pie y no pasaba nada», recordó.
Revenga: «Murcia es hoy la región peor conectada por tren de España»
El consejero de Fomento e Infraestructuras, José Ramón Díez de Revenga, ha dicho este viernes en un comunicado de prensa que el cierre ayer del tren de Cercanías entre Murcia y Lorca, así como con Águilas, es una «auténtica barbaridad» y «condena a la Región a ser ya la peor conectada por tren de España».
«Hoy (por ayer) el Gobierno central escribe una de las peores y más vergonzosas páginas de nuestra historia al materializar el corte de los trenes, que nos sitúa en el vagón de cola ferroviario», señaló.
Díez de Revenga resaltó que el cierre de los trenes es «un ataque directo a toda la Región de Murcia» que «va en contra de las familias y estudiantes que cogen a diario el cercanías para llegar al trabajo o a la universidad, y también en contra de emprendedores y autónomos que buscan crear más empleo y atraer más inversiones».
El responsable autonómico indicó que «no hay explicación racional» que justifique el cierre ferroviario porque «existen soluciones y alternativas técnicas y viables que permiten mantener el tráfico mientras se ejecutan las obras, tal y como recoge el anterior proyecto, que fue redactado y aprobado por técnicos de Adif y que se contrató».
«No hay nada que justifique que las obras en un kilómetro de vía suponga el cierre de toda la red ferroviaria de la Región», incidió el consejero.
Díez de Revenga resaltó que «los trenes están ya cortados a partir de hoy a pesar de que las obras no han empezado todavía en el tramo más difícil de ejecutar», que discurre entre la estación del Carmen y el camino del Badén, y «tampoco hay obras que interfieran en el ferrocarril en los 179 kilómetros restantes de la red ferroviaria» hasta Águilas.
Por tanto, calificó la medida como una decisión «unilateral e injustificada» que va en contra de la libertad de las personas y el derecho de movilidad y de los objetivos de sostenibilidad europeos.
El consejero ha expresado su «preocupación» porque «el aislamiento ferroviario se prolongue más tiempo» del inicialmente reconocido por el Ministerio y «nos quedemos sin tren durante 5 o 6 años, si no más».