Los testigos describen el «caos» por el incendio en Valencia: «Es como si el edificio fuera de corcho, ha ardido en nada»

La velocidad de las llamas ha sorprendido a los vecinos, transeúntes y dueños de locales cercanos al edificio residencial del Campanar, en Valencia. El fuego ha comenzado este jueves a las 17:30 de la tarde y deja al menos 13 heridos, seis de ellos bomberos.

Vicente, vecino de uno de los pisos afectados, venía de hacer deporte cuando se ha encontrado con los primeros focos del incendio. «Hemos logrado salir todos, salvo las dos personas que han rescatado a última hora. Ha sido una locura», ha relatado. Un vez que se ha dado la voz de alarma, los vecinos han ido saliendo para ver como una a una sus casas iban siendo consumidas por las llamas hasta acabar calcinado «todo el edificio».

Ana Mari González trabaja en una clínica cercana al edificio y ha observado los intentos de rescate de uno de los atrapados. «Había atrapado un adolescente en la primera planta y han tratado de poner la cama hinchable, pero los materiales incandescentes que caían lo han roto», ha explicado al Canal 24 Horas. A continuación, la policía ha establecido dos escaleras para poder llegar la planta y rescatarle.

Tanto Ana Mari González como María José López coinciden con otros testigos en una palabra que describe el siniestro: «caos». Una situación caótica en los alrededores que también ha afectado al tráfico y ha generado una humareda visible en toda la ciudad. Por este motivo, las autoridades han obligado a cerrar las ventanas y las puertas de los negocios a cal y canto. La dueña también ha explicado que el edificio es bastante nuevo, de unos 12 o 14 años, pero «ha estado parado durante mucho tiempo hasta que volvieron a retomarlo». Prácticamente, todas las viviendas, 138 en total, están ocupadas.

«Muchos clientes han llamado por teléfono para saber la situación de sus familiares. Realmente, no se ha dicho que haya ninguna persona grave, pero si que se han visto muchas ambulancias ir y venir», ha concluido López.

María José, de una autoescuela cercana, también ha comentado a RNE que el viento ha hecho que la finca desaparezca «en una hora y media». Luis Ibáñez, vecino de Campanar, también ha dado detalles sobre esos primeros momentos de angustia en el Canal 24 horas. Si bien no ha pasado miedo al estar a poca distancia, lo ha pasado mal «por la gente que podía estar allí y por el auténtico drama que ha sido».

El vecino se ha percatado de las llamas al ser avisado por su hermana, quien acababa de bajar con su padre a la calle. «Es como si el edificio fuera de corcho porque ha ardido en nada y lo ha devorado en cuestión de minutos «, ha relatado.