Casi treinta y un mil personas procedentes de países no comunitarios percibían el año pasado una pensión no contributiva en España a datos de 2023
A finales de los años noventa empezaron a llegar a España los primeros migrantes que ahora acceden a la jubilación no sin dificultes para conseguir los 15 años de cotización mínimos. Aproximadamente el 20 por ciento de ellos está en pleno proceso de intentar lograr esas jubilaciones. En ese camino colabora la Asociación Rumiñáhui que lleva 28 años defendiendo los derechos de las personas migradas. Su presidente, Vladimir Arturo Paspuel, reconoce que el principal problema es la falta de horas cotizadas aunque las jornadas laborales han sido a tiempo completo. Menos de 31 mil personas de terceros países cobran una pensión no contributiva.
Cuentan con una oficina en Murcia, en el barrio del Carmen donde ayudan a sus compatriotas en todas sus necesidades. Recuerda con nostalgia en los inicios de la asociación el trágico accidente en Lorca de una furgoneta con 12 trabajadores del campo que perdieron la vida en las vías del tren. Ahora 25 años después empiezan a jubilarse y acuden a las oficinas con sus vidas laborales y la esperanza de conseguir una pensión. Llegar a los 15 años cotizados en España es un problema para muchos de ellos.
El campo y el servicio doméstico agrupan a la mayor parte de los trabajadores migrantes en la Región de Murcia. Los primeros que llegaron no empezar a cotizar hasta el año 2005 cuando lograron los papeles para trabajar. Paspuel dice que la falta de cotización de horas en estas personas es un problema generalizado que se agudiza en Murcia con unos porcentajes de entre el cinco y el seis por cieno más que otras regiones
España mantienen convenios de bilateralidad con una decena de países latinoamericanos y además otro multilateral Iberoamericano que este año se va a modificar en la Cumbre Iberoamericana. Esto les permite contabilizar el tiempo trabajado en su país con las cotizaciones de España para alcanzar un mínimo de 15 años que les de derecho a una pensión.
Igualmente, para las personas mayores de 65 años sin ese tiempo cotizado se les exige 10 años viviendo en España para cobrar la no contributiva que ronda los 500 euros. En la oficina de Murcia analizan con los abogados cada caso que les llega, una media de 5 o 10 a la semana. Se enfrentan a casos en los que mujeres trabajando en el servicio doméstico nunca han cotizado.
Según datos de la Seguridad Social, cada día se jubilan en España 900 personas. Los datos del Imserso a 1 de octubre de 2024, señalan que en diciembre de 2023 el 91,10 % de los pensionistas no contributivos eran españoles (401.504). En cuanto al número de beneficiarios extranjeros que recibieron una pensión no contributiva (por jubilación o invalidez) fue de 39.215 (8,89%), de estos 8.381 de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo y 30.834 de terceros países.