Los interinos desde hace más de 10 años accederán a la plaza sin opositar

Mª Jesús Montero en una comparecencia en el Congreso. EUROPA PRESS

El Congreso avala la convalidación del decreto ley para estabilizar el empleo en la Administración Pública gracias al apoyo acordado con Esquerra Republicana, Compromís y Teruel Existe, y la abstención del PNV y Más País

REDACCIÓN | AGENCIAS /ORM

El pleno del Congreso ha aprobado el decreto ley de medidas urgentes para reducir la temporalidad en el empleo público en una votación muy ajustada que el Ministerio de Hacienda ha logrado salvar «in extremis» tras un acuerdo con ERC, que también ha cambiado el sentido del voto de otros socios del Gobierno.
El decreto ley ha salido adelante en la segunda votación con 170 votos a favor, 169 en contra y 8 abstenciones, después de una primera votación en la ha habido empate.
Además, se ha aprobado mayoritariamente su tramitación como proyecto de ley, un proceso legislativo que la ministra María Jesús Montero considera que debe estar concluido a finales de octubre para avanzar en el proceso de estabilización y dar certidumbre a los afectados.
Para facilitar su aprobación, el Gobierno ha pactado que los interinos de las administraciones públicas que lleven más de diez años ocupando una plaza estructural que nunca haya sido convocada podrán adjudicarse dicha plaza sin necesidad de pasar una oposición, sino únicamente por una valoración de méritos.
Asimismo, la norma incluirá durante su tramitación como proyecto de ley que las comunidades autónomas puedan decidir que la oposición no sea eliminatoria en los procesos de estabilización de las plazas estructurales ocupadas desde hace más de tres años por personal interino.

María Jesús Montero, nueva titular de Función Pública, ha asegurado que el decreto es consecuencia de un pacto de los sindicatos de la Administración con su predecesor, Miquel Iceta que ha defendido los procesos de estabilización para dar salida a «un problema enquistado e intentar impedir que se pueda producir en el futuro, al menos en el próximo».
Un «borrón y cuenta nueva», para atajar una situación agravada, ha dicho Montero, por la existencia de tasas de reposición que impedía convocar plazas fijas con las que consolidar puestos que se han ocupado de forma interina, pero también por el proceso «farragoso» de las ofertas públicas de empleo.