Noticias falsas o imprecisas acabaron afectando el año pasado a la campaña de naranja y distorsionando el origen de los bajos precios en el caso del limón. El sector primario muestra su preocupación por los bulos

El sector primario no se libra de los bulos. Las noticias falsas sobre productos del campo acaban repercutiendo en algunas ocasiones en el precio al que acaban vendiéndose, algo que tiene su impacto cuando hay varias campañas de cosecha en marcha. El año pasado informaciones sobredimensionadas sobre la importación de naranja derrumbó su precio. Temen que algo así pueda repetirse.
Joaquín Rubio, reelegido presidente de la cooperativa ‘El Limonar’ de Santomera, alerta sobre este fenómeno: informaciones descontextualizadas, bulos que se difunden en ámbitos comerciales y que acaban teniendo una repercusión negativa sobre el precio productos del campo. Los márgenes de ganancias de los agricultores no son amplios y cualquier oscilación puede hacer que una cosecha deje de ser rentable.
Rubio recuerda que en 2024 un rumor sobre importaciones de naranja frenó las buenas expectativas sobre precios que había. Asegura que «no sé quien los lanza ni con qué intención» y relata una situación que se produjo el año pasado cuando «se lanzó que se habían descargado unas bodegas de naranja en Valencia, que resultó fue en Cartagena, y eso sirvió para que se hundieran los precios y luego si ves las cifras de importación de naranja están en la media de los últimos años«. Rubio cuenta que hasta enero el precio fue bueno y no se entiende como a partir de esa noticia, el precio de venta cayó.
La difusión de bulos afecta no solo al precio, acaban generando unas causalidades que son falsas. Rubio explica, en el programa ‘Campo y vida’ de Onda Regional, que el precio de limón el año pasado fue bajo por que hubo sobreproducción aquí, no por las importaciones de otros países que fueron testimoniales. Explica que «se lanzaron ciertas noticias que nos perjudican porque ponen el foco donde no hay que ponerlo». El 70 % del limón europeo es murciano. Rubio explica que es cierto que entró limón de fuera de lugares como Egipto o Marruecos pero en un volumen muy escaso, insuficiente para distorsionar el mercado.