LOS ALCÁZARES/ Riesgo grave para la seguridad de las personas en caso de evacuación precipitada.

No permitirá Dios que ocurra una desgracia en el Paseo Río Nalón, pero si así ocurriese, ya sabremos que palo tendrá que aguantar la vela.

MORENTE

Las actuaciones municipales en el Paseo Río Nalón durante los cinco últimos años han sido para empeorarlo. El actual equipo de gobierno socialista no tiene nada que envidiar al grupo popular ahora en la oposición. Expoliar y no restituir fue y es la consigna de ambos.

Lo que el 26.07.2017 se informó desde este medio, sigue siendo de plena actualidad: «La falta de medidas de prevención de riesgos acabará pasando factura al Ayuntamiento» Pues bien, nada ha cambiado desde entonces, de ahí que convenga describir de nuevo aquella situación, empeorada ahora al pegar a uno de los edificios una hilera de cobertizos hosteleros unidos entre sí. Un nuevo riesgo que se suma a los ya existentes.

En 2013 el Ayuntamiento entró a saco en el paseo y arrasó nueve palmeras con el pretexto de que a una se le había caído la copa (precisamente por falta de tratamiento contra el escarabajo picudo rojo) y había peligro para las personas que circulasen por esa vía; la mayoría de las palmeras no tenían mal alguno pero el espacio que ocupaban (con sus alcorques) podía rentabilizarse cediéndolo a los establecimientos para cubrir sus terrazas con techos practicables.

El comentario anterior forma parte de una noticia publicada en este medio el pasado diecisiete de marzo, informando de que una de las estructuras metálicas que se alzan en esta vía peatonal cubriendo una falsa terraza hostelera se había precipitado al suelo. A raíz de este hecho, que se suma a incidentes anteriores: conato de incendio y escape de gas, con resultado de intervención de Bomberos y Protección Civil, se esperaba una reacción de los responsables políticos del municipio, poniendo en práctica un Plan de Prevención de Riesgos, vigilancia y seguridad  obviamente inexistentes,  para evitar desagradables consecuencias derivadas de la concentración de instalaciones y presencia de gente, incluidos niños y personas con discapacidad y/o con movilidad reducida.

El análisis del riesgo potencial y un plan de evacuación rápida son más que necesarios, pero el partido que gobierna no parece interesado en análisis, protocolos y procedimientos. En este espacio público la seguridad no es tema de debate, lo que interesa es «innovar para dinamizar el comercio» (se les llena la boca diciendo estas cosas), es decir, exprimir el limón del Nalón atropellando los derechos de los residentes, que pagan sus impuestos sí o sí, favoreciendo a un sector de actividad muy concreto, con  descaro y altanería.

VISITAR ESTE ESPACIO AYUDA A COMPRENDER EL PROBLEMA

Quienes no conozcan todavía la zona más conflictiva de Los Narejos, deberían hacerlo en la primera ocasión que tengan. De ese modo comprobarían que los derechos de los ciudadanos (especialmente los residentes) se atropellan a diario por parte de la mal llamada autoridad municipal, que pasa de buscar solución a un problema que su ignorancia, incapacidad, dejadez y favoritismo han creado, y que supone un continuo riesgo grave para la convivencia y la seguridad ciudadana.

La raíz del problema generado en este espacio urbano deriva del empeño en saturarlo de locales hosteleros y afines. No se puso límite de ocupación para esta actividad concreta en unos edificios no proyectados para ello (V. gr., hay menos chimeneas en los edificios que restaurantes y bares) con gravísimos problemas, todavía sin resolver, para expulsar al exterior: aire viciado, humo y grasa. Huecos y más huecos, con rejillas o sin ellas, con cajones metálicos de “camuflaje” o simplemente abiertos. El descontrol en este tipo de instalaciones en todo el paseo es absoluto, cada vez hay más huecos y más olor a cocina junto a los edificios y en la propia calle, incluso a primera hora de la mañana, antes del inicio de la actividad. Cocinas mal ventiladas equivalen a riesgo permanente. Son contadas las que tienen comunicación directa con la calle y a pesar de ello suelen tener las puertas (en algunos casos son grandes rejillas) permanentemente abiertas en horas de actividad. Pero ¿y las que son interiores? A buen entendedor…. Obviamente las inspecciones municipales adolecen de “defectillos” que deberían subsanarse, por aquello de la higiene y la seguridad de las personas.

EL AYUNTAMIENTO NO RESPETA NI SUS PROPIAS NORMAS Y ORDENANZAS

El tipo de instalaciones fijas en plena calle, permitidas por el Ayuntamiento a particulares, privatizándolas para su explotación exclusivamente comercial, son una genialidad del equipo de gobierno popular municipal, diametralmente opuesta a lo permitido por las Normas y Ordenanzas, que hablan de instalaciones temporales con toldos, mesas, sillas y veladores; estos recintos cerrados, obstáculos infernales en caso de evacuación precipitada, son un catálogo de materiales inflamables y combustibles (madera, plástico, tela,…) junto a personas/mobiliario que ocupan hasta los pasillos de seguridad entre los edificios y las falsas terrazas. Aglomeraciones complejas, sin control, en aforos sin definir. A la montonera. Las instalaciones se anclan en el suelo, mediante tornillos, pestillos, ganchos o falsas ruedas que, en ningún caso, permitirían desplazar los tinglados unidos a los locales con instalaciones eléctricas voladas, expresamente prohibidas por las ordenanzas municipales.

 Por si todo esto fuera poco, echándole más guindas al pavo, en este espacio saturado de comensales apretujados hombro contra hombro, se dan cita: vendedores y músicos ambulantes, manteros, lanza fuegos, saltimbanquis, atracciones infantiles,… que se suman a la aglomeración y elevan el riesgo en caso de avalancha humana, de gente a la desbandada, en tropel por el motivo que sea, por ejemplo, incendio de una cocina como recientemente ocurrió en un local de otra urbanización. La falta de control en cuanto se “construye” ilegalmente en medio de la calle, provoca situaciones como la que se produjo a comienzos de este año, cuando una estructura metálica se precipitó al suelo; afortunadamente no hubo que lamentar desgracias personales. Se alzó de nuevo y ahí está, compitiendo con las de otras falsas terrazas.

Pues bien, todo esto encaja con el concepto que el equipo de gobierno municipal popular tiene de la calidad, turística y de la otra, «ciudades para vivir», «las personas lo primero» y tal y tal. Ya lo dijo el primer edil en el célebre pleno municipal de julio de 2012, al ser preguntado al respecto: «En esa calle hay mucho negocio» Y se quedó tan pancho.

 Sucedía en 2017 y sucede ahora. Lo único que ha cambiado ha sido el equipo de gobierno municipal. Equipos diferentes y conductas igualmente reprobables.

 COMENTARIOS AL REPORTAJE FOTOGRÁFICO

 Los bancos, las jardineras y las papeleras se retiraron fácilmente, de golpe. El proceso de despalmerización es más lento pero imparable; la sierra acaba con todo lo que estorba para habilitar falsas terrazas hosteleras en el Paseo Río Nalón.

En determinados momentos se talaron las palmeras y enlosaron los alcorques como paso previo a la instalación de la terraza. Otras veces se ha seguido el patrón descrito en este reportaje: despalmerización en cuatro pasos.

• REPORTAJE FOTOGRÁFICO.