LOS ALCÁZARES/ Las falsas terrazas hosteleras se convierten en salas.

Para mantener la posesión continuada y explotación privada de suelo público urbano, se convierten en salas cerradas: techos practicables, mamparas laterales, estufas y mala ventilación.

MORENTE

La calle no es el lugar más habitable durante esta época. Por eso, los hosteleros al aire libre tienen que ver el modo de seguir disponiendo, durante todo el año, con tan solo una concesión temporal, de un suelo que es de todos. Convertir las terrazas en salones es la solución. De ese modo siguen siendo  dueños y señores de un trozo de paseo. En exclusiva. Arbitraria tolerancia municipal (las Ordenanzas no lo permiten) justificada en la recaudación de tasas.

No hay problema, porque en el Paseo Río Nalón no solo hay soluciones para todo, sino que los hosteleros hacen cuanto les viene en gana, mientras en el Ayuntamiento guardan un silencio cómplice. Al equipo de gobierno municipal no le duelen prendas para ningunear a los residentes, y desoír a cuantos reivindican la restitución de un espacio que, ilícitamente expoliado, cambió su uso a recinto industrial molesto.      

Para hacerse una idea de lo que es capaz un Consistorio sin escrúpulos, políticamente deshonesto, basta con recordar como era este espacio antes de empezar su destrucción como paseo, casi desde el mismo momento en que se habitó el quinto de los edificios que lo flanquean. Pero el tiempo pasa en perjuicio de la memoria. Incluso hay quien cree que siempre ha estado así.

Con probada y manifiesta mala fe municipal, para no revertir cuanto se retiró o destruyó, lo que fue un paseo perfectamente dotado, es ahora un conjunto de recintos cerrados, falsas terrazas y almacenes de enseres. Falsas terrazas adosadas en hileras que, en el caso concreto de las que lindan con el Edificio Eurovillas IV, permiten escalar por ellas hasta las viviendas de la primera planta.

  • LOS RESIDENTES IGNORABAN LAS INTENCIONES DEL AYUNTAMIENTO

Desconocían lo que el Ayuntamiento pensaba hacer con el espacio “estrella” de su urbanización. Cómo iban a imaginar que el Ayuntamiento sería capaz de retirar o destruir cuanto supusiera un estorbo, para instalar falsas terrazas hosteleras en plena calle, masificadas hasta la saturación.

A los residentes ni les pasó por la cabeza, cuando compraron sus viviendas, promocionadas como “apartamentos de lujo en un entorno exclusivo”, que iban a toparse de lleno con un Ayuntamiento capaz de semejante arbitrariedad, impropia de políticos honestos, con el único fin de favorecer a unos pocos, saltándose los derechos de los residentes inmediatos al paseo y del resto de ciudadanos.

Está muy mal informado, o miente descaradamente, quien diga –hay quien así piensa y lo cuenta− que cuando los compradores de viviendas invirtieron en un municipio, desde entonces no fiable, sabían de antemano que los locales comerciales eran para restaurantes y que el paseo se convertiría en un recinto de ocio ruidoso, de gentío incontrolado y pestilente olor a cocina, como es en la actualidad.

Por el contrario, cuando se diseñó ese espacio rodeado de viviendas, la previsión era que los pequeños locales, situados en la planta baja de los edificios, se  ocupasen con negocios de todo tipo: tiendas, consultas, despachos, oficinas,… y así se les informaba a los futuros residentes. Tendrían a mano todo tipo de servicios, incluidos bares y restaurantes.

La realidad actual, la verdad innegable, a la vista está: decenas de restaurantes formando hileras, apretujados unos contra otros, dueños y señores del paseo. Y todo ello a la brava, sin consultar a los vecinos, porque sí ¿Cómo podían suponer los residentes que esto iba a ocurrir? Pues sí, ocurre con un Ayuntamiento que incumple sus propias Ordenanzas.

  • MEZQUINO INCUMPLIMIENTO DE LAS ORDENANZAS MUNICIPALES

Lea lo que dice esta Ordenanza  https://losalcazares.es/ordenanzas/, compare con lo que hay en el Paseo Río Nalón, y comprenderá la indignación del vecindario con un Ayuntamiento abusador. Estos párrafos son una muestra:

«Los titulares de estas explotaciones deberán señalizar mediante pequeñas vallas de 50 o 60 centímetros de altura, de acuerdo con los criterios estéticos establecidos por el Ayuntamiento, la delimitación de la superficie ocupada por las mesas y sillas, asegurando, en todo caso, el libre tránsito de peatones y, en su caso, vehículos»

«Podrán tener música ambiental siempre que no produzca molestia al entorno y con estricta observancia de lo dispuesto en la Ordenanza Reguladora sobre Protección del Medio Ambiente contra la emisión de ruidos y vibraciones y restante normativa medioambiental vigente»

«Se prohíbe el almacenamiento exterior de envases, cajas, cubos así como cualesquiera otros enseres que menoscaben la estética visual correspondiente al emplazamiento de la instalación»

Nadie se extraña ya de que se incumpla esta Ordenanza, porque estamos hablando de un Ayuntamiento que, ante la petición vecinal de poner más bancos en el Paseo Río Nalón, reaccionó quitando los doce que había. Solo había doce, pero se los llevaron. Sin duda, en lo que a esto se refiere, el peor Ayuntamiento de la región, con diferencia. Al gobierno regional ni le importa, ni se le espera. Servidores públicos vocacionales (¿?).