Los afectados por el incendio del camping de Bolnuevo: «Nos asomamos y teníamos el fuego encima”

«Vamos a celebrar que nosotros y las dos perrillas que tenemos estamos bien»

LA OPINIÓN

Jesús Rodríguez y su esposa, Paquita García, son naturales de Vitoria y están en Mazarrón, como cada año, “pasando el invierno”, huyendo del frío de su norte natal. Las primeras horas de este día de San Valentín las pasaron aterrorizados, centrados solo en salvar su vida y las de dos miembros de su familia: sus perritas. Jesús Rodríguez atiende a La Opinión tras haber vivido “un susto grande”, ya que “a la una y media de la mañana empezamos a oír explosiones y, cuando nos asomamos, teníamos el fuego encima”, relata. Las llamas del devastador incendio que de madrugada calcinaba varias caravanas en el camping de Bolnuevo. Un lugar frecuentado por jubilados, muchos de ellos extranjeros, que por unas horas dejó de ser un remanso de paz cerca del mar para convertirse en algo parecido al Averno.

«Dejamos el vehículo y nos fuimos a salvarnos»

Entonces, sin pensarlo, “dejamos el vehículo y nos fuimos a salvarnos”. Poniendo a salvo, eso sí, a “dos perritas que tenemos, que son muy viejillas, pero también se han llevado un susto”.

Jesús Rodríguez muestra los efectos del incendio en el camping de Bolnuevo.

Jesús Rodríguez muestra los efectos del incendio en el camping de Bolnuevo. IVÁN URQUÍZAR

El fuego “ha afectado un poco” a su propiedad, dado que “con el calor, los plásticos se han deformado”. También reventaron algunos cristales. No obstante, “podemos contarlo, que es lo importante, y no hemos perdido el vehículo, que es una autocaravana”, comenta Jesús Rodríguez. “Vamos a celebrar que estamos bien”, sonríe el hombre, agradecido. Con dos amigos del camping (cuyas propiedades también sufrieron daños, aunque escasos, por suerte) y sus perritas aún temblando de miedo, abrieron en su caravana una botella de vino. Para brindar y celebrar la vida.

Debido al fuego, tres personas tuvieron que ser atendidas por ansiedad, aunque afortunadamente nadie por quemaduras. Entre quienes recibieron asistencia sanitaria, la mujer en cuya caravana comenzó el fuego. Ella dormía, junto a su pareja, y ambos fueron los primeros en percatarse de lo que estaba pasando, así como en salir y dar la voz de alarma, a gritos.

Salieron con lo puesto. Algunos trataron de sofocar las llamas («medían más de dos metros», aseguraban testigos) con un extintor. Muchos comenzaron a llamar a Emergencias. Dado que en la zona en la que se desató el fuego («la zona de los españoles, muchas caravanas están vacías», contaban testigos ya este martes por la mañana), no había demasiada gente. Horas después, ya con el fuego vencido y la calma instalada en el lugar, los damnificados fueron realojados en otros vehículos y bungalows.

El 112 recibía varias llamadas de los afectados informando del incendio pasada la una y media de la madrugada. Los bomberos tardaron poco más de diez minutos en llegar, agradecen los afectados. Al lugar se movilizaron efectivos de la Policía Local, Guardia Civil, Protección Civil del Ayuntamiento de Mazarrón, bomberos del Consorcio (hasta 14 efectivos en media docena de vehículos de extinción, procedentes de los parques de Mazarrón, Lorca y Alhama-Totana) y ambulancias con personal de Cruz Roja. Los sanitarios atendieron a las personas que sufrieron un ataque de nervios, alteradas ante la catástrofe que estaban contemplando y ante la que vieron cerca: que el fuego consumiese sus hogares.

Inventario en las cenizas

El fuego se extendió a toda una manzana del camping. Tras una noche de intenso trabajo, los bomberos dieron por extinguido el incendio y se retiraron a las siete y media de la mañana de este martes. Se quedaron los vecinos, contemplando las cenizas y apuntalando las ruinas. Con un pensamiento común: «Podría haber sido una desgracia». De hecho, el director del camping tachó de «milagro» la buena noticia de que no se produjeron daños personales.

Las llamas devoran el interior del camping de Bolnuevo, en Mazarrón

Las llamas devoran el interior del camping de Bolnuevo, en Mazarrón LA OPINIÓN

En la zona afectada por el fuego había muchas caravanas en las que no había nadie: pertenecen, explicaron residentes a La Opinión este martes por la mañana, a personas que las dejan ahí durante todo el año, pero no viven ahí. Se trata de un camping en el que la mayoría de los residentes son británicos.

Este martes por la mañana, los damnificados hacían inventario de los enseres que habían perdido por culpa del incendio. Otros, mirando la devastación y agradeciendo que no les tocó a ellos.

En cuanto al origen del fuego, que se originó en una caravana y se propagó a vehículos cercanos, se investiga si fue un fallo en una estufa de gas o una bombilla en mal estado que iluminaba parte de la parcela en la que empezó el siniestro. Corresponde a la Guardia Civil asumir la investigación del caso, que se instruye como un accidente.

El camping, que continúa abierto y funcionando con normalidad tras el susto, tiene capacidad para casi 1.500 personas, 450 parcelas para caravanas y otras tantas para tiendas de campaña.