Un centenar de especialistas españoles y europeos, nueve universidades, ocho museos y organismos oficiales y representantes del mundo del diseño y la alta costura, participan en las jornadas
Se lleva a cabo en el Palacete de Huerto Ruano, Casa de Guevara, Mass, muBBla, ciuFRONT y antigua Colegial de San Patricio, que acogerán las distintas ponencias y actos
Fulgencio Gil Jódar, alcalde: «Este congreso es sólo el comienzo del propósito de convertir a Lorca en un referente en la investigación y la preservación de este arte. La elección de Lorca como sede de este encuentro no es casual»
Miércoles, 27 de noviembre de 2024. La Ciudad acoge hasta este sábado el primer Congreso Internacional ‘El Arte del Bordado: Historia, Tradición y Nuevos Horizontes’, que se celebra en el Palacete de Huerto Ruano, el Mass, el muBBla, la Casa de Guevara, la antigua Colegial de San Patricio y el ciuFRONT. «Lorca se convierte en capital mundial del bordado con la celebración del congreso de expertos internacionales de este arte. Un centenar de especialistas españoles y europeos, nueve universidades, ocho museos y organismos oficiales y representantes del mundo del diseño y la alta costura, participarán en las jornadas», ha afirmado el alcalde, Fulgencio Gil Jódar, durante la inauguración del congreso en la tarde de este miércoles en la antigua iglesia de Santa María, actual ciuFRONT.
«Era necesario un encuentro internacional que brindara la oportunidad de estudiar y valorar el bordado en toda su complejidad: su historia, tradición, técnicas de conservación y su relevancia en el patrimonio cultural. Este primer congreso internacional es una oportunidad para abrir las puertas de nuestra ciudad y compartir con el mundo uno de nuestros tesoros más queridos: el bordado lorquino», ha señalado Gil Jódar.
Este arte, ha insistido, «es una parte esencial de nuestra identidad y una herencia que los lorquinos han preservado y transmitido con orgullo, de forma especial, en el contexto de la Semana Santa y sus fiestas patronales. Lorca se convierte estos días en capital mundial del bordado, acogiendo el primer congreso no sólo a nivel nacional, sino europeo, de un arte del que conoceremos mucho más a través de los expertos y entusiastas de distintos países que se darán cita».
El simposio, organizado por el Ayuntamiento, Comunidad Autónoma y Universidad de Murcia -a través del Grupo de Investigación Artes Suntuarias-, cuenta con la participación, exponiendo sus piezas, de las cofradías de Semana Santa, la Federación San Clemente, Coros y Danzas de Lorca y Virgen de las Huertas, así como la Hermandad de la Virgen de las Huertas, de la Aurora y del Rocío.
El alcalde ha destacado que «Lorca, una de las grandes capitales del bordado europeo y mundial, es el sitio más indicado para llevar a cabo este foro de rigor y coherencia donde profundizar en torno a numerosos aspectos técnicos y culturales del bordado, así como a la estrechas relaciones que esta actividad artística ha mantenido con otras artes y disciplinas, principalmente con el dibujo, la pintura y la escultura, o su papel significativo a la hora de complementar espacios arquitectónicos, tanto religiosos como civiles».
Y ha resaltado que en el congreso «se reúne más de un centenar de los más importantes especialistas españoles y europeos en el estudio del arte textil y las artes suntuarias. Estos especialistas, representando una diversidad de enfoques y metodologías, compartirán sus perspectivas en un marco de diálogo científico y cooperación que abarca desde los aspectos históricos hasta las expresiones más contemporáneas del bordado».
Documentos existentes «revelan la importancia que el arte del bordado tuvo en esta ciudad hasta el Renacimiento. A mediados del siglo XVI, Lorca era un importante centro de producción de bordado, destinado principalmente a la confección de prendas para ornamentos religiosos, para la liturgia o para culto. Algunas de esas piezas podrán contemplarse en la exposición ‘El bordado erudito en Lorca. Enhebrar y labrar con dibujo mil variedades’, que se muestra en el coro de la antigua Colegial de San Patricio».
Piezas selectas que abarcan una cronología del XVI al XIX. Una casulla y dalmática de Alonso Cerezo, hechas originariamente para la iglesia de Santa María, con un estilo a caballo entre la tradición tardogótica y la estética del Renacimiento. Un terno rojo, procedente de la iglesia de Santiago, atribuido a Diego Díaz. Un cubrecáliz de la iglesia de San Patricio, posiblemente del taller murciano. Y al entorno de Marín y Lamas se adscriben las reformas llevadas a cabo en el terno carmesí bordado en plata adquirido en Milán por la catedral de Murcia y donado a la Colegial lorquina a finales del siglo XVIII.
Estos bordados, junto a otros, se podrán contemplar de forma excepcional en los días del congreso. «No es casual que Lorca sea anfitriona de este encuentro mundial de expertos. Ese bordado erudito al que hacía referencia, sale de las iglesias, se cuela en grandes casas que se convierten en improvisados talleres donde se afianza la técnica del bordado lorquino, siguiendo el diseño marcado por el director artístico de cada hermandad- y se echa a la calle para dar vida a los protagonistas de los Desfiles Bíblico Pasionales», ha indicado.
Y ha añadido que «ahí surgen Francisco Cayuela y Emilio Felices, los artífices de la ‘edad de oro’ del bordado lorquino. Los directores artísticos de los pasos Azul y Banco y autores de las piezas con las que las dos cofradías alcanzaron su máximo exponente». Ha recordado que «cada Semana Santa más de dos mil bordados visten a los figurantes de los Desfiles Bíblico Pasionales que relatan pasajes de las Sagradas Escrituras que rememoran la Pasión de Cristo. Estos desfiles no pueden entenderse sin su manifestación artística a través de los bordados en sedas y oro».
Doce de ellos, ha contado durante la inauguración del congreso internacional, «los únicos textiles declarados Bien de Interés Cultural por el Estado español. Obras de arte, de un arte todavía mal llamado ‘menor’- que se muestran durante todo el año en los museos de las cofradías de Semana Santa lorquinas. Su labor, ha logrado la desestabilización real de la Semana Santa que, aquí, en Lorca se vive los 365 días del año», ha concluido.