Las otras asignaturas pendientes más allá del Arco Norte para desatascar el Nudo de Espinardo

La construcción del tercer carril en la A-7, la mejora del sistema de autobuses del área metropolitana o el impulso de las líneas de tren, entre otras medidas exigidas para acabar con las retenciones diarias

Israel Sánchez

Un gran camión pesado, un autobús con pasajeros o una gran fila de vehículos que se quieren incorporar al carril; un mínimo incidente que obliga a un coche a tener que pararse en el arcén o un accidente por un leve impacto en el que se ven involucrados dos vehículos.

Son factores que, día tras día, acrecientan el caos vial en el temido Nudo de Espinardo. Por este punto de confluencia de carreteras que conecta la actual MU-33, que es la antigua Autovía de Murcia A-30, con la del Mediterráneo (A-7) circulan a diario unos 125.000 vehículos, una cifra desorbitada contando con que solo tiene dos carriles y supone la conexión más directa de la Región a la hora de ir en dirección a Andalucía o Alicante.

Los conductores cruzan los dedos cada vez que tienen que pasar por este tramo. Da igual la dirección: ya sea Murcia-Cartagena o Cartagena-Murcia; al más mínimo problema, el tráfico se ralentiza y se para hasta generar largas colas kilométricas y esperas de tiempo eternas para moverse de un punto a otro de la ciudad, ir al trabajo o llegar a casa.

Más de 125.000 vehículos saturan cada día en ambas direcciones un enlace insuficiente

El Consejo de Ministros daba luz verde esta misma semana al Ministerio de Transportes al inicio de las actuaciones para construir el futuro Arco Norte que, junto al Arco Noroeste (ambos son dos importantes reivindicaciones históricas en materia de carreteras para la Región de Murcia) ayude a descongestionar el Nudo de Espinardo y no suponga una auténtica odisea tratar de circular por él tanto en horas punta del día como cada vez que ocurre cualquier tipo de percance.

Pero, a la espera de los años que tengan que pasar antes de que el Arco Norte esté ejecutado en su totalidad, ¿qué se puede hacer? ¿Qué otras asignaturas pendientes quedan por resolver para ayudar a paliar ese volumen de tráfico desmedido?

Los arcos Norte y Noroeste aliviarán la congestión aunque advierten de que no será suficiente

Consejería de Fomento, transportistas de mercancías, usuarios del transporte público y consumidores de la Región evidencian aquellas cuestiones que podrían contribuir junto a la apertura de los dos arcos en el futuro a lograr (de una vez) un Nudo de Espinardo libre de atascos.

El consejero de Fomento e Infraestructuras, Jorge García Montoro.

El consejero de Fomento e Infraestructuras, Jorge García Montoro. / Loyola Pérez de Villegas

Circunvalación «obsoleta» para la Consejería

Uno de los principales problemas es que la circunvalación de la A-30 se diseñó hace más de cuatro décadas y se ha quedado «obsoleta». Así lo advierte el consejero de Fomento e Infraestructuras, Jorge García Montoro, que recuerda que la ciudad de Murcia ha crecido en población, en extensión y en actividad, mientras que el Gobierno central «no ha actualizado las infraestructuras a ese crecimiento».

Murcia, dice, siendo la séptima ciudad de España, solo cuenta con esta circunvalación, mientras ciudades de menor tamaño ya van por la segunda. Desde el Ejecutivo regional tienen claro que la única forma real de aliviar esta congestión es disponer de itinerarios alternativos: exigen con urgencia la construcción de otras infraestructuras muy demandadas como el tercer carril de la A-7, completar la autovía del Reguerón y avanzar en la RM-1.

«Sin la conexión de la RM-1 con la autovía del Reguerón, Murcia seguirá atascada cada día»

Jorge García Montoro

— Consejero de Fomento e Infraestructuras

También ayudarán a reducir el tráfico, apunta el consejero, los dos arcos, el Arco Noroeste, aún sin finalizar: podrá retirar en torno a 20.000 vehículos diarios del nudo, pero esta infraestructura sola «no es suficiente».

El futuro Arco Norte podrá paliar parte del problema «pero con ciertas limitaciones»; primero porque el Ministerio han anunciado el tramo B, que es solo la mitad del recorrido y no dará solución al problema si no se ejecuta al completo. Y, segundo, porque sin la conexión de la RM-1 con la autovía del Reguerón y el tercer carril de la A-7, Murcia «seguirá atascada cada día, aunque se finalizara el Arco Norte al completo».

Desde el Gobierno regional insisten en que con esas cinco infraestructuras estatales la capital «por fin tendrá un anillo viario capaz de distribuir el tráfico y acabar con los atascos del Nudo de Espinardo». Por esta razón reclaman al Ejecutivo «la financiación y ejecución de esas obras esenciales para la vertebración de la Región».

Manuel Pérezcarro, secretario general de Froet.

Manuel Pérezcarro, secretario general de Froet. / L. O.

La odisea de los transportistas

El transporte regional de mercancías coincide con la Consejería en la importancia de la construcción del tercer carril de la A-7, pero «desde Puerto Lumbreras hasta Crevillente». La ampliación no debe iniciarse en Alhama, como se ha planteado, sino en el municipio lumbrerense, punto donde confluyen la A-92, la AP-7 y la A-7, y donde los camiones procedentes de Almería ya empiezan a sufrir el colapso. Así lo expone el secretario general de la Federación Regional de Organizaciones y Empresas de Transporte de Murcia (Froet), Manuel Pérezcarro.

Del mismo modo, considera fundamental la construcción del tercer carril en la MU-31, entre el nudo superior de Alcantarilla y la MU-30, vía que pasa por el Centro de Transportes. Recuerda que dicha ampliación lleva años prevista y que, incluso, debería comenzar antes del túnel, porque cada mañana las retenciones para acceder al Polígono Industrial Oeste llegan hasta esa zona y generan otros colapsos.

«Anuncios como los del Arco Norte son más para ‘salir en la foto’ que para aportar soluciones»

Manuel Pérezcarro

— Secretario general de Froet

Según detalla Pérezcarro, este tercer carril permitiría un acceso directo tanto al Centro Integrado de Transporte como a la futura Zona de Actividades Logísticas (ZAL). Para los transportistas, todas estas necesidades se enmarcan en un problema mayor: la «tardía» licitación del Arco Norte, que debería haberse abordado «con carácter de urgencia».

Asegura que, sin presupuestos definidos, es difícil saber qué partida se dedicará realmente a esta obra, y lamenta que muchas veces estos anuncios políticos responden más a «salir en la foto» que a aportar soluciones, igual que, dice, ocurrió este verano con la inauguración del tramo del Arco Noroeste, que «no soluciona nada mientras no esté concluido en su totalidad».

Francisco Ruipérez, portavoz de la Plataforma en Defensa del Transporte Público de la Región.

Francisco Ruipérez, portavoz de la Plataforma en Defensa del Transporte Público de la Región. / L. O.

Los autobuses lo pagan

El mal funcionamiento del sistema de autobuses en la Región y en el área metropolitana de Murcia contribuye de forma directa al tráfico urbano que colapsa el Nudo de Espinardo. Así lo denuncia Francisco José Ruipérez, portavoz de la Plataforma en Defensa del Transporte Público en la Región de Murcia: las universidades, los polígonos industriales, los centros comerciales y numerosos municipios y pedanías están mal conectados.

En este caso, critica la falta de avances en Movibus, ya que «solo tres de las diez concesiones previstas están en licitación y el resto permanecen paralizadas desde 2024», lo que mantiene, dice, «servicios provisionales, vehículos obsoletos y frecuencias insuficientes». Ruipérez lamenta que esto afecta a ejes estratégicos como Cieza, Caravaca, Jumilla-Yecla o Lorca.

«Las frecuencias insuficientes de autobuses hace que haya más coches privados»

Francisco J. Ruipérez

— Portavoz de la Plataforma en Defensa del Transporte Público

La apertura del Arco Noroeste aliviará parcialmente el tráfico, sí, pero no resolverá el problema de raíz; una actuación verdaderamente decisiva habría sido, añade, construir primero el Arco Norte desde el cruce de la A-7 con la MU-30 y la Autovía del Noroeste, «con trazado más seguro y con tres carriles». El portavoz de la Plataforma afirma que esta infraestructura habría permitido desviar correctamente los tráficos de la A-7 y la A-30, evitando su acumulación a la altura de Espinardo.

También menciona otras obras históricamente pendientes, como la Autovía del Bancal y la mejora de la RM-1, que llevan décadas de retraso. Respecto al cierre sur de la MU-30, advierte de que supone un problema para la Huerta y que el proyecto aprobado no es válido, por discurrir junto al Reguerón, ahora catalogado como zona protegida. Como solución provisional propone crear un tercer carril entre Terra Natura y la salida hacia Albacete-Madrid, aunque reconoce que requiere ajustar el entorno del cementerio.

Roberto Barceló, presidente de Consumur.

Roberto Barceló, presidente de Consumur. / Juan Carlos Caval

La voz de los consumidores

Para el presidente de Consumur, Roberto Barceló, entre las cuestiones que podrían ayudar también a este desatasco estaría intensificar la frecuencia y número de autobuses hacia estos municipios circundantes que descongestione las carreteras «ya de por sí saturadas de tráfico rodado» y un «incremento sustancial de los autobuses interurbanos y una mayor frecuencia de conexiones», sobre todo la que hace referencia a la costera sur y su conexión con El Palmar y la Arrixaca.

Otro de los caballos de batalla de la asociación de consumidores es lograr dar un impulso a las líneas ferroviarias Murcia-Cartagena y Murcia-Alicante con prolongación hacia Lorca-Águilas: «Una mayor frecuencia, un horario adaptado a las necesidades del perfil de quien se mueve en esas direcciones. Igualmente, con unos trenes que respondan a lo que se espera de un ferrocarril del siglo XXI» para que más usuarios opten por coger el tren en lugar del vehículo privado.

«Hacen falta trenes que respondan a lo que se espera de un ferrocarril en pleno siglo XXI»

Roberto Barceló

— Presidente de Consumur

Asimismo resalta la necesidad de «reabrir la línea Cartagena-Albacete, donde pudiera combinarse no solo con larga distancia, sino también con cercanías con Cieza y Hellín, lo que supondría absorber un nudo importante de pasajeros»; o darle celeridad a la extensión del Tranvía de Murcia hacia Molina o Alcantarilla, la habilitación en todos los medios de transporte público de espacios para las bicis y patinetes, grandes aparcamientos disuasorios en todo el municipio capitalino, minibuses lanzaderas que cada 15 minutos conecten con el centro de la ciudad en distintas paradas con un bono único para todo el transporte público.