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Una de las principales diferencias de la nueva normativa se basa en la altura del menor, en vez de en el peso o la edad
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Las nuevas sillas tienen una etiqueta naranja que detalla la normativa y la altura de uso de la misma
orRTVE.es
Hasta la fecha se podía comercializar con Sistemas de Retención Infantiles (SRI) que cumplían los requisitos de la norma R44. Sin embargo, desde septiembre de este año solo se podrán comprar sillas homologadas con la nueva normativa R129, ya que está más actualizada y garantiza mejor la seguridad de los niños y niñas.
¿Qué diferencias hay?
Una de las principales diferencias es que esta nueva norma se basa en la altura del menor, en vez de en el peso o la edad. Por lo que estipula que es de uso obligatorio hasta 15 meses de edad y el niño tiene que viajar en sentido contrario a la marcha. También en las pruebas de homologación se incluyó un test de impacto lateral, el cual con la norma anterior no se realizaba.
Siguiendo esta línea, en todos los exámenes, previos a la comercialización, se usan los dummies Q ―maniquíes que simulan los cuerpos de los niños― que están dotados de mayor biofidelidad y son más biomecánicos. Además, son capaces de leer y aportar nuevos datos como, por ejemplo, la presión abdominal o la medición de la fuerza del impacto en distintas direcciones.
A su vez, esta norma permite un mayor rango de compatibilidad con los automóviles y utiliza el sistema de Isofix, anclajes a los que va sujeto la silla infantil.
¿Cómo identificar las sillas nuevas?
A simple vista, ambas sillas son idénticas; la diferencia está en los materiales y la forma usadas para fabricarlas. Por ello, cuando vayamos a comprar un nuevo asiento, tendremos que leer la etiqueta naranja que lleva pegada.
En las R129 aparece escrita la altura correspondiente de uso del producto y el nombre de la norma.