La justicia francesa pone en libertad condicional a Sarkozy tras 20 días en prisión

El Tribunal de Casación acepta la petición del expresidente, que ingresó en prisión el 21 de octubre para cumplir la condena de 5 años por asociación ilícita en relación con los fondos recibidos por su campaña de manos del régimen libio de Gadafi

Leticia Fuentes  LA OPINIÓN

París

Su encarcelación se vivió como un acontecimiento histórico. Un centenar de personas se concentraron a las puertas de su domicilio familiar para despedirle al grito de «vergüenza de justicia», y escoltado por una decena de coches de policía, Nicolas Sarkozy entraba el pasado 21 de octubre a la prisión de la Santé de París para cumplir una pena de 5 años de prisión firme por asociación ilícita en el ‘caso Gadafi’.

Tres semanas después de aquello, este lunes la Corte de Apelación ha aceptado la petición de libertad condicional presentada por los abogados del expresidente. La corte ha decidido que la prisión provisional establecida no se justifica, por lo que, puede quedar en libertad bajo supervisión judicial, mientras se celebra el juicio de apelación de la condena interpuesta el pasado 25 de septiembre.

Durante la audiencia, la Fiscalía ha defendido la liberación del exjefe de Estado con medidas de control judicial, la prohibición de contactar con testigos y otras partes del caso para evitar cualquier tipo de injerencia en el proceso, incluyendo funcionarios de justicia y el propio ministro, Gérald Garmanin, quien le visitó en prisión y generó una gran indignación entre los magistrados. El expresidente tampoco podrá abandonar el territorio francés.

Sarkozy, que ha comparecido por videoconferencia, ha insistido en su inocencia y ha descrito su paso por prisión como «una pesadilla». «Quiero agradecer la humanidad excepcional del personal penitenciario porque ellos han convertido esta pesadilla de la cárcel en algo soportable», afirmó ante la corte.

Durante esta audiencia, los magistrados han debatido sobre el artículo 144 del Código Penal francés. Este recurso fue el que utilizó el Tribunal de París para enviar a prisión a Sarkozy, basándose en el «único medio» para proteger pruebas, prevenir presiones, evitar la fuga o la reincidencia, o para proteger al propio expresidente.

Nada más conocerse la decisión, el hijo del político, Louis Sakorzy, publicó en sus redes una imagen familiar con su padre bajo la frase: «Viva la libertad».

Sus primeras horas en libertad

Tras su liberación, Sarkozy se ha dirigido a su domicilio situado en el exclusivo complejo del distrito 16, Villa Montmorency, donde le esperaba en el exterior un centenar de policías, periodistas y algunos seguidores, y el interior de la residencia, sus más próximos.

El expresidente, aunque no ha hecho declaraciones ante las cámaras, no ha querido perder la oportunidad de expresar su agradecimiento a «todos los que le escribieron, le apoyaron y le defendieron», a través de un largo mensaje en su perfil de X. «Sus miles de mensajes me han conmovido profundamente y me han dado la fuerza para sobrellevar esta dura prueba. Se ha aplicado la ley. Ahora me prepararé para la apelación», ha afirmado, insistiendo en que su energía «está centrada exclusivamente en demostrar» su «inocencia».

Una condena histórica

La sentencia contra el expresidente por los fondos que recibió del régimen libio de Muamar Gadafi para la campaña de las presidenciales de 2007 generó una gran división de opiniones en Francia. No tanto por la condena, sino por el envío a prisión sin posibilidad de libertad condicional, mientras la justicia examina la apelación del caso.

Los jueces justificaron esta decisión por la «excepcional gravedad» de los delitos. Sarkozy y sus abogados afirmaron que estaba motivada por el «odio». Desde entonces, el que un día fue el presidente francés con mayor popularidad internacional durmió en la única prisión que queda en el centro de París. Aunque no lo hizo como otro preso normal, puesto que en su caso, durmió acompañado de dos policías «dada su condición y las amenazas que pesan sobre él», según confirmó el ministro del Interior, Laurent Nuñez. No solo eso, Sarkozy recibió más visitas que el resto de los delincuentes de esa prisión.

La pesadilla de Nicolas Sarkozy no ha acabado este lunes. El expresidente sabrá el 26 de noviembre si el Tribunal de Casación confirma o no su condena en apelación de un año de prisión por el ‘caso Bygmalion’, en el que fue sentenciado por la financiación ilegal de su fallida campaña presidencial de 2012.