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El BCE tenía previsto pausar las rebajas, pero se ha visto obligado a cambiar el rumbo de la política monetaria
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Es la sexta rebaja consecutiva en el precio del dinero, que se sitúa en niveles de febrero de 2023
PorRTVE.es

El Consejo de Gobierno del supervisor se disponía este jueves a poner en pausa los tipos de interés, una vez situado el objetivo de inflación en el entorno del 2%. Sin embargo, la guerra comercial ha dado al traste con las opciones de que la eurozona inicie una recuperación económica en el corto plazo, según las previsiones, lo que obliga al supervisor a cambiar la hoja de ruta dibujada en el mes de marzo.
De esta forma, la tasa de depósito —que remunera el exceso de reservas a un día y que el organismo utiliza ahora como referencia— se sitúa en el 2,25%. Mientras, la de las operaciones principales de financiación (OPF) —las inyecciones semanales de crédito— baja hasta el 2,4% y la de la facilidad de crédito —la que presta a los bancos a un día—, al 2,65%.
Lagarde: «Las perspectivas de crecimiento se han deteriorado»
En la rueda de prensa tras la reunión, la presidenta del organismo, Christine Lagarde, ha confirmado que la decisión se ha tomado por unanimidad: «Se debatieron opciones, pero nadie argumentó a favor de un recorte de 50 puntos básicos», ha recalcado.
Sobre la situación económica, Lagarde ha dicho que «el proceso de desinflación va por buen camino» y «la economía de la zona euro ha ido desarrollando cierta resiliencia frente a los shocks globales». No obstante, ha avisado de que «las perspectivas de crecimiento se han deteriorado» para el área del euro a raíz de la imposición de estos gravámenes, mientras que «el impacto neto en la inflación solo se aclarará con el tiempo».
«Una mayor incertidumbre podría reducir la confianza de los hogares y de las empresas, y es probable que la respuesta adversa y volátil de los mercados a las tensiones comerciales dé lugar a un endurecimiento de las condiciones de financiación», ha advertido, dando lugar a una caída a su vez del consumo y la inversión.
Ante este contexto, los expertos coinciden en que la reunión de junio será «crucial» para ver el rumbo que toma el organismo, una vez se disponga de más información.
Escrivá advierte de los posibles efectos de los aranceles de Trump
El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, ha puesto el foco en las tensiones generadas por la guerra arancelaria de Donald Trump. «Esto tiene el potencial de generar efectos significativos sobre la actividad económica y sobre los precios, y estos efectos están rodeados de una gran incertidumbre», ha expresado en un mensaje en X.
Escrivá ha indicado que esa incertidumbre «probablemente acabe afectando de forma adversa al crecimiento económico a escala global, y también la zona del euro, pero con una cuantía difícil de estimar en este momento». En el caso de la inflación, los efectos podrían ser más inciertos porque hay otros elementos que pueden empujar a la abaja o al alza. No obstante, el gobernador del Banco de España ha explicado que podría causar disrupciones en las cadenas de valor y encarecer muchos procesos productivos. Esta presión al alza de la inflación se acentuaría si más países deciden elevar los aranceles.
Por otro lado, «la previsible ralentización de la economía mundial, una apreciación del euro que abarata los precios de importación o una caída de los precios del petróleo y otras materias primas podría traducirse en una menor inflación», ha explicado. Con todo, ha señalado que es complicado saber cuál de estos fenómenos tendrá predominancia y hecho hincapié en que seguirán monitorizando el conflicto comercial.
El BCE tiene «mucho respeto» por Powell tras el ataque de Trump
El organismo empezó a elevar los tipos de interés en julio de 2022 y, desde entonces, llevó a cabo diez alzas consecutivas con el objetivo de contener la inflación acrecentada por la invasión rusa de Ucrania. Ya en junio de 2023, con los precios en caída libre, inició el ciclo de recortes en el precio del dinero, con hasta seis bajadas (cinco de ellas consecutivas) que han reducido el tipo de referencia en hasta 1,5 puntos.
Esta política monetaria restrictiva ha logrado situar la inflación en el objetivo cercano al 2% (en marzo se situó en la eurozona en el 2,2%), pero ha dejado al organismo con poco margen de maniobra, ante una economía que necesita oxígeno: en el cuarto trimestre de 2024 creció un 0,1%, lastrada por la contracción en sus dos grandes economías, Alemania y Francia.
Y las previsiones no son optimistas: el supervisor, consciente de este escenario de incertidumbre, decidió en marzo rebajar las proyecciones de crecimiento para la eurozona este año en dos décimas respecto al escenario dibujado en diciembre, hasta el 0,9%. En el caso de 2026 se queda en el 1,2% y en 2027, en el 1,3%.
Al otro lado del Atlántico, en EE.UU, los tipos de interés se encuentran en el nivel de entre el 4,25% y el 4,50%. Su presidente, Jerome Powell, ha estimado que los aranceles contemplados por Trump ejercen una presión al alza sobre las expectativas de inflación y pueden retrasar el objetivo de bajarla, aunque considera que ese retraso es temporal.
Ante este contexto, Trump ha pedido este jueves la destitución de Powell, ya que, a su juicio, sus informes son un «completo desastre», al tiempo que le ha vuelto a instar a recortar los tipos de interés. «Jerome Powell debería haber bajado los tipos de interés, como el BCE, hace tiempo, pero sin duda debería bajarlos ahora. ¡El despido de Powell no puede esperar!», ha señalado en un mensaje en su red social Truth.
Preguntada por este asunto, la presidenta de la BCE ha dicho que tiene «mucho respeto» por su homólogo en la Reserva Federal estadounidense.
El organismo, dispuesto a usar «todas las herramientas»
Si finalmente se cumplen las amenazas del presidente estadounidense y los aranceles entran en vigor tras la pausa de 90 días, la medida tendrá efectos negativos tanto en la economía europea como en los precios.
A su vez, si Europa toma represalias con sus propios aranceles a los bienes importados de Estados Unidos (por el momento, ha decretado también una pausa con el fin de allanar las negociaciones), eso alimentará nuevamente la inflación, lo que complicará la tarea del BCE para seguir bajando los tipos.
Sobre la mesa está también la evolución del tipo de cambio del dólar, que se ha depreciado fuertemente en los últimos días por las ventas de la divisa, y que podría tener también efectos sobre la inflación.
En cualquier caso, la propia Lagarde ha dicho en rueda de prensa que la institución está lista para usar sus herramientas para mantener la estabilidad de precios y financiera.
Y ha llamado a los Estados miembros a llevar a cabo reformas fiscales y estructurales: «En el entorno político actual, es más urgente que las políticas fiscales y estructurales hagan que la economía de la zona euro sea más productiva, competitiva y resiliente», ha concluido.