La operación se inició cuando se detectó el envío de un arma de avancarga a un vecino de Tortosa (Tarragona), fuera del control administrativo
Al vendedor, vecino de Santomera, le han sido tramitadas denuncias por supuestas infracciones al vigente Reglamento de Armas, en concordancia con la Ley Orgánica 4/2015 de Protección de la Seguridad Ciudadana
Las armas de avancarga eran vendidas a través de Internet
La Guardia Civil de la Región de Murcia, en el marco del ‘Plan Integral de Control de Armas de Fuego’, ha llevado a cabo una investigación que se ha saldado con la incautación de 40 armas de fuego de avancarga en un domicilio de Santomera.
Su propietario ha sido denunciado como presunto autor de supuestas infracciones al vigente Reglamento de Armas, en concordancia con la Ley Orgánica 4/2015 de Protección de la Seguridad Ciudadana.
La actuación se inició cuando la Intervención de Armas de la Guardia Civil de Tortosa (Tarragona) interceptó un paquete postal que contenía un arma de fuego, catalogada de avancarga, cuyo destinatario era un vecino del municipio.
Los agentes averiguaron que el envío procedía de Murcia por lo que fue puesto en conocimiento de la Intervención de Armas de esta Comandancia.
La investigación desarrollada para identificar a la persona que había remitido el arma permitió identificar a un vecino de Santomera con el que se mantuvo una primera entrevista.
La Guardia Civil llevó a cabo una inspección en su domicilio donde se detectó la presunta irregularidad en la tenencia de 40 armas cortas de fuego históricas, entre las que se encuentran pistolas y revólveres, por lo que fueron intervenidas.
Su poseedor varón, español y de 78 años ha sido propuesto para sanción como presunto autor de supuestas infracciones al vigente Reglamento de Armas, en concordancia con la Ley Orgánica 4/2015 de Protección de la Seguridad Ciudadana.
Se trata de un coleccionista de armas de fuego que, si bien es titular de una autorización de Libro de Coleccionista de Armas, contaba en su poder con abundantes armas de esta categoría algunas de ellas sin registrar.
Según se desprende de la investigación, el supuesto infractor, coleccionista y gran conocedor de armas antiguas, se dedicaba a la presunta venta de armas de la 6ª categoría fuera del control administrativo de la Guardia Civil. Las armas eran ofertadas a través de Internet a otros coleccionistas, repartidos por la geografía española, algunos de los cuales no contaban con autorización administrativa para ejercer la actividad.
El actual Reglamento de Armas, aprobado por Real Decreto 137/93, prevé en uno de sus artículos, que los titulares de Libro de Coleccionista deberán visar y pasar la revista de las armas amparadas en el mismo cada cinco años, además de reglamentar, mediante autorización de licencia de armas de avancarga o coleccionista, a aquellos particulares que posean una o hasta dos armas de este tipo en su domicilio.
Las armas incautadas permanecen depositadas en la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil de Murcia para determinar su trazabilidad.