La Benemérita cree que el fuego se inició desde el exterior cuando los tres moradores se encontraban dentro de la vivienda
LA VERDAD
Giro de 180 grados tras la muerte de tres personas en Ricote al incendiarse la casa en la que vivían durante la madrugada del pasado jueves. La Guardia Civil ha iniciado una investigación por un presunto triple homicidio del que habrían sido víctimas estas tres personas, probablemente por un asunto relacionado con las drogas. Las investigaciones llevadas a cabo hasta ahora por el Grupo de Criminalística de la Guardia Civil llegado desde Valencia han precisado que el fuego habría sido provocado desde el exterior, iniciándose en un bajo situado en una calle lateral que se comunica interiormente con toda la casa.
Los agentes se hicieron con diferentes pruebas, incluyendo una puerta de entrada a la vivienda en la que se podía leer una frase amenazante, según indicaron las mismas fuentes. De momento, la Benemérita ha interrogado a varias personas, incluyendo a un amigo de uno de los fallecidos. En la mañana de este jueves numerosos vecinos acudieron a la llamada del Consistorio, guardando un minuto de silencio por la muerte de estos tres vecinos seguido de un extenso aplauso. Alicia Abenza, de 88 años; su pareja Antonio Loureiro, de 81, y el hijo de la primera, Ángel José Turpín, recibirán cristiana sepultura en los próximos días en el cementerio de Ricote.
El fuego se inició poco después de las dos de la madrugada cuando la mujer, usuaria del servicio de teleasistencia, pulsó el botón de alarma y fue la propia empresa concesionaria del servicio la que alertó al 112 de que algo ocurría en el domicilio. Al lugar se movilizaron patrullas de la Policía Local, Guardia Civil y bomberos del Consorcio de Extinción de Incendios, además de varias ambulancias con personal sanitario del 061.
Al llegar a la vivienda, los bomberos encontraron que el fuego era incontrolable y se había extendido por toda la casa, de dos plantas, con las trágicas consecuencias ya conocidas. Tras el levantamiento de los cadáveres, autorizado por el juez en funciones de guardia del juzgado de Cieza, los cuerpos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Murcia, practicarles la autopsia.