La fuga de petróleo del oleoducto Cartagena-Puertollano parte de una «manipulación del oleoducto ajena a la empresa»

Fuentes de la firma propietaria de la tubería apuntan a que habrían instalado la colocación de un sistema para extraer el producto que circula en dirección a Castilla La-Mancha concretamente a la refinería de Puertollano

ONDA REGIONAL
23 MAY 2025 – 13:24
Actualizado:
23 MAY 2025 – 20:01
La Confederación del Segura investigará si el vertido afecta al Dominio Público Hidráulico

Se han colocado diques para evitar que el vertido se extienda por otras zonas. EP

La compañía REPSOL, que continúa con las labores de limpieza en el terreno, ha detectado que se ha producido una manipulación de la infraestructura ajena a la empresa. Los hechos ya están siendo investigados por las autoridades competentes.

Fuentes de la compañía apuntan a la instalación, en el punto de la fuga, de un sistema de extracción con la intención de sacar el crudo de la instalación que circula desde el puerto de Cartagena hasta la localidad de la localidad manchega de Puertollano.

CHS y Guardia Civil investigan quien puede estar detrás de los hechos

La Confederación Hidrográfica del Segura se ha sumado al Seprona de la Guardia Civil en la investigación del vertido de crudo ocurrido ayer en Calasparra tras la rotura del oleoducto de Repsol Cartagena-Puertollano y analiza si ese vertido, registrado en una finca particular cercana al río Quípar, ha afectado a la masa de aguas subterráneas.

El organismo de cuenca asegura que «desde el primer momento los técnicos de la Confederación se desplazaron al lugar para constatar de momento la no afección al Dominio en el curso del río».

Ahora, el personal de la Confederación ha tomado las muestras necesarias para analizar sobre cómo está pudiendo influir en la masa de agua subterránea próxima al punto de la rotura del oleoducto. Mas adelante, cuando se tengan los resultados de estos análisis se realizará la valoración sobre la afección a las aguas subterráneas, según ha informado la CHS en un comunicado.

Las labores para retirar el petróleo han quedado paralizadas este viernes por la mañana por los efectos de las intensas lluvias caídas en las últimas horas. Un tráiler que participa en los trabajos de ha quedado atascado en el camino debido al barro acumulado en la zona.

La superficie afectada, una plantación de almendros en el paraje del Cagitán, alcanza los 4.500 metros. Según la Confederación Hidrográfica, el vertido se ha quedado a 1,8 kilómetros del cauce del río Quípar en una zona de acumulación subterránea de aguas, unas tierras que son poco permeables.

La Confederación destaca «la rápida intervención y coordinación de su personal con la empresa, las administraciones local y autonómica, y con el SEPRONA de la Guardia Civil que es el encargado de esclarecer los hechos e investigar hasta donde ha podido filtrarse el vertido.

IU exige el desvío del oleoducto dañado

Izquierda Unida-Verdes de la Región de Murcia ha condenado rotundamente el vertido de petróleo producido este jueves en una finca agrícola de los Llanos del Cagitán, entre Mula y Calasparra, tras la rotura de un oleoducto propiedad de Repsol. La formación política pide a la empresa y a la Comunidad Autónoma que cambien el trazado y eviten zonas de riesgo para la población.

Ginés Mirón, responsable de la red de Medio Ambiente de Izquierda Unida-Verdes, recuerda que ya en 2011 organizaciones como Ecologistas en Acción advirtieron del peligro que supone una rotura como esta, apenas a 2 kilómetros del río Quípar. Además, hay un tramo del oleoducto, de unos 500 metros, que transcurre sobre el embalse del Cenajo, con el peligro de afectación a la población que supondría una rotura en esa zona.

Izquierda Unida-Verdes reitera su solidaridad con los vecinos y agricultores de la zona afectada y ofrece su colaboración para exigir justicia y transparencia ante este nuevo episodio que califica como «agresión ambiental».

Ecologistas en Acción considera la rotura como un toque de atención

Desde Ecologistas en Acción consideran que lo sucedido entra dentro de las variables estadísticas, pero suponen un toque de atención respecto a tuberías como las que se encuentran en la cola del Cenajo.

Pedro Luengo recuerda que ese embalse que abastece las necesidades de agua de más un millón de personas, y que se encuentra en zona sísmica. Las repercusiones en caso de accidente de cualquiera de los dos oleoductos serían muy graves.

En cuanto al suceso de esta mañana en la zona agrícola de Calasparra, se supone que hay una afectación a aguas superficiales y seguramente también subterráneas. El portavoz de Ecologistas en Acción indica que debe estudiarse muy bien cómo se ha actuado para minimizar los perjuicios del vertido, rehabilitar la zona y depurar responsabilidades.